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Volumen 31 No. 1 - Planetec

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16<br />

Valdés García, C., Legórburu Faus, M., Terrones Garzón, J.<br />

Introducción<br />

La mediastinitis como complicación de la esternotomía<br />

media necesaria para diversas intervenciones<br />

cardiacas, continúa siendo una complicación infrecuente,<br />

pero grave. Entre sus factores predisponentes<br />

Sarr et al 1 citan: hematomas, tiempo quirúrgico prolongado,<br />

complicaciones cardiopulmonares postoperatorias<br />

y la utilización de las arterias mamarias internas.<br />

Históricamente han sido diversos los métodos<br />

empleados para tratarla, de forma abierta o cerrada,<br />

pero no fue hasta que Jurkiewic et al. 2 , Nahai et al. 3 ,<br />

y otros, empezaron a hacerlo de forma inmediata,<br />

mediante desbridamiento agresivo y cierre con colgajos<br />

musculares, cuando se consiguió una dramática<br />

reducción en la estancia hospitalaria, la morbilidad y<br />

la mortalidad de esta grave patología<br />

Haciendo un repaso cronológico de los métodos<br />

utilizados, en 1963 Schumaker y Mandelbaum 4 describieron<br />

la técnica de irrigación cerrada con catéter<br />

tras desbridamiento y cierre, que sustituyó al método<br />

abierto de granulación. En 1976, Lee et al. 5 transpusieron<br />

epiplón en pacientes rebeldes al tratamiento<br />

por el método de irrigación cerrada. En 1980, Jurkiewicz<br />

2 publica su experiencia en la Universidad de<br />

Emory con colgajos musculares para el tratamiento de<br />

la incisión de esternotomía infectada.<br />

Pacientes y Método<br />

Entre los años 1993 y 1999 se han llevado a cabo<br />

en nuestro hospital un total de 1836 esternotomías<br />

medias; de ellas un 3,4 % han sufrido complicaciones<br />

de la herida esternal concretadas en mediastinitis o<br />

dehiscencias esternales sin infección.<br />

Inicialmente estos pacientes son tratados en el<br />

mismo Servicio de Cirugía Cardíaca mediante desbridamiento,<br />

drenaje quirúrgico, antibióterapia y cierre<br />

directo con sistemas de irrigación, o bien de forma<br />

abierta con cambios de curas húmedas e intento de<br />

cierre directo de la herida una vez limpia, siempre que<br />

el esternón conserve parte de su integridad. Los casos<br />

más rebeldes, en los que se produce una nueva dehiscencia<br />

o en los que el esternón está tan desestructura-<br />

Cirugía Plástica Latino-Iberoamericana - Vol. <strong>31</strong> - Nº 1 de 2005<br />

do que no permite soportar un sistema de cerclaje, son<br />

derivados al Servicio de Cirugía Plástica para tratar su<br />

resolución. Hemos recibido 19 pacientes en estas circunstancias<br />

desde 1993, en los que se ha procedido a<br />

un nuevo desbridamiento y al cierre mediante colgajos<br />

musculares.<br />

Los 19 pacientes tratados eran varones en edades<br />

comprendidas entre los 52 y los 83 años, intervenidos<br />

para revascularización coronaria mediante puentes<br />

aorto-coronarios. En uno de los casos se asoció sustitución<br />

de la válvula aórtica. Sólo en 4 casos no se utilizó<br />

ninguna de las arterias mamarias internas y en 3 se utilizaron<br />

bilateralmente. Todos los casos habían sido tratados<br />

en la fase aguda por el Servicio de Cirugía Cardiaca.<br />

El tiempo medio transcurrido entre la esternotomía<br />

original y la intervención por el Servicio de Cirugía<br />

Plástica fue de 36 días, con un rango entre los 15 y los<br />

86 días.<br />

Tras el desbridamiento y retirada de los alambres<br />

de cerclaje (Fig. 1), en todos los casos se recurrió a la<br />

reconstrucción con los músculos recto abdominal y<br />

pectoral mayor de forma aislada o en combinación (7<br />

con recto abdominal único, uno con pectoral único, 9<br />

con ambos músculos pectorales, y 2 con recto abdominal<br />

y un pectoral) (Tabla I).<br />

El colgajo de músculo recto abdominal se basó en<br />

la arteria epigástrica superior derecha, rama terminal<br />

de la arteria mamaria interna derecha, libre de su fascia<br />

y seccionado distalmente a la línea arcuata; se<br />

transpuso 180º llegando a alcanzar el manubrio esternal.<br />

La fascia anterior se cerró para evitar la aparición<br />

de hernias (Fig. 2 y 3).<br />

El músculo pectoral mayor fue utilizado de tres formas<br />

diferentes:<br />

Como colgajo muscular basado en la arteria acromio-torácica<br />

y bilateral.<br />

Como colgajo músculo-cutáneo basado en la arteria<br />

acromio-torácica y bilateral (Fig. 4).<br />

Como colgajo muscular volteado basándolo en las<br />

perforantes procedentes de la arteria mamaria interna.<br />

En dos casos se asoció un músculo pectoral mayor<br />

y un músculo recto abdominal.<br />

En ninguno de los casos fue necesario recurrir al<br />

colgajo de epiplón u otro tipo de colgajo muscular<br />

localizado a más distancia.<br />

Tabla I: número de casos tratados con cada una de las técnicas utilizadas. M-I: mamaria interna. A-T: acromiotorácica<br />

Método utilizado para el cierre Nº de casos<br />

M. recto abdominal único 7<br />

M. pectoral mayor:<br />

- Colgajo muscular único volteado basado en art. M-I 1<br />

- Colgajos musculares bilaterales basados en art. A-T 5<br />

- Calgajos músculo-cutáneos bilaterales basdos en art. A-T 4<br />

Combinación músculo pectoral mayor y un músculo recto abdominal. 2

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