REPATRIAN A VÍCTIMAS DE TAMAULIPAS - Prensa Libre

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P RENSA LIBRE : Guatemala, sábado 6de noviembre de 2010
EDITORIAL
Otro ultraje edil
a la Constitución
El cobro de un arbitrio de
Q2 por el derecho a la circulación
de vehículos impuesto
hace pocos días en Tecún Umán,
San Marcos, es la más reciente arbitrariedad
de una municipalidad para la obtención
de recursos económicos.
Para tratar de justificar esa exacción,
aquel ayuntamiento apela al manido ardid
de disfrazarla de tasa, a fin de eludir
su verdadera naturaleza impositiva y
burlar la prohibición de crear arbitrios
con otra apariencia. El inciso c) del
artículo 171 de la Carta Magna delega únicamente
en el Congreso de la República
la facultad de decretar impuestos.
Como hemos señalado en anteriores
oportunidades, la doctrina y la jurisprudencia
delimitan de manera inequívoca
la diferencia entre tasa y arbitrio. La primera
tiene como hecho imponible la
prestación de servicios atribuibles y medibles,
que se individualizan ante el interesado,
en tanto el impuesto es una obligación
legal para cubrir el costo de servicios
públicos de carácter indivisible, y
que está sujeta a las características de
imperatividad, obligatoriedad y unilateralidad
de todo tributo.
Aquel concejo no se ha resistido a la
tentación de sumarse a este frecuente
aventurerismo municipal en el ámbito
tributario, debido a la fragilidad constitucional,
que permite la violación constante
de la Ley Superior por parte del poder
público, en particular cuando funcionarios
de la estatura moral de los ahora
señalados se proponen extorsionar sin
misericordia a los ciudadanos, en una
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época marcada por grandes dificultades
económicas para toda la población.
En esta burda patraña coactiva, la comuna
citada viola el derecho a la libre locomoción,
prescrito en el artículo 26 del
Estatuto Supremo, que consagra la libertad
de entrar, permanecer, transitar y salir
del territorio nacional sin más limitaciones
que las establecidas por ley. Esa
barrera solo puede ser por penas judiciales
o por la restricción de garantías en casos
excepcionales de interés público.
El artículo 101 del Código Municipal
ordena a los concejos sujetarse al ordenamiento
jurídico aplicable y los principios
de legalidad basados en la equidad y
la justicia tributaria. También prohíbe la
percepción de ingresos que no estén autorizados.
No obstante, son frecuentes
sus agravios a la Constitución, el Código
Tributario y otras normas vinculadas.
La defensa del estado de Derecho hace
ineludible la acción ciudadana para enmendar
esta afrenta al orden jurídico. Sin
duda, como lo ha hecho ante otras arbitrariedades
parecidas, la Corte de Constitucionalidad
encontrará en los preceptos
antes citados y en los artículos 155 y
175 de la Norma Superior, el fundamento
para restablecer los derechos conculcados.
El primero se refiere a la responsabilidad
de los funcionarios públicos por el
daño que causaren por infringir la ley en
perjuicio de particulares, el Estado o sus
instituciones, y el 175 declara nulas ipso
jure las disposiciones que violen o tergiversen
los mandatos constitucionales.
Es necesario detener este abuso y hacer
entender a los concejos, de una vez
por todas, que están sujetos a un ordenamiento
jurídico superior, que frena sus
abusivos arrebatos de señores feudales.
María Mercedes Girón de Blank
Mario Antonio Sandoval
Gonzalo Marroquín G.
Luis Enrique Solórzano C.
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MIEMBRO DE LA SOCIEDAD INTERAMERICANA DE PRENSA
ALEPH
CAROLINA ESCOBAR SARTI
Las mujeres de
la palabra
tampoco hablan
L AS CONVERSACIONES entre
algunos de los grandes escritores
del mundo, han quedado
como legados insustituibles
no sólo para quienes hemos
elegido la ruta de la palabra,
sino para la historia de sus
pueblos y la del mundo. Jorge
Luis Borges y AdolfoBioy Casares
conversaron por más de
cuarenta años, desde una
amistad entrañable, yfueron
desanudando ideas que luego
fueron libro. Cuando Pablo
Neruda y Miguel Ángel Asturias
se reunieron a conversar y
comer en la Europa del este, se
publica luego un documento
que lleva el sencillo título de
Comiendo en Hungría. Una
buena parte de las tradiciones
culinarias y vitivinícolas de
aquel país entraron por la
puerta ancha en un tratado
que el mismo Neruda describe
así: “Si hay libros felices (o libracos,
librejos, librillos), éste
es uno de ellos. No sólo porque
lo escribimos
comiendo
sino porque
queremos honrar
con palabras
la amistad
generosa y sabrosa”.
Yantes de ellos, los surrealistas
Bretón yEluard conversaron
por días ymeses en El
Grillon de París; o Isaac Asimov
y Campbell discutieron
sobre ciencia ficción; olos nadaístas
colombianos como
Arango ycompañía se enfrascaron
en profundas divagaciones
intelectuales en un salón
de la ciudad de Medellín. Luego,
las conversaciones entre
Ernesto Sábato yCarlos Catania
terminarían en un significativo
libro. Y así llegamos
hasta Fresán y Bolaño, o a las
conversaciones, en el Granada
o el Portalito, entrealgunos escritores
guatemaltecos.
¿Y las escritoras, mujeres de
la palabra, cuándo y dónde hablaron¿En
qué libros han quedado
plasmadas las conversaciones
entre las mujeres del signo
Si bien es cierto que unas
pocas han sobresalido como
autoras a lo largo de los últimos
siglos, es casi imposible encontrar
que hayan hablado entre sí
para compartir ideas sobre el
panorama de la literatura, sobre
su particular visión del mundo,
sobre su filosofía, su mística,
sus códigos. Entonces no hablaron
porque, con raras excepciones,
ninguna podía salir de su
¿Dónde ha quedado la
ruta dialógica entre
mujeres
pequeño mundo de claustros o
ámbitos domésticos, y menos
opinar fuera de ellos. Hoy, la
respuesta es otra y cada cual sabe
la suya. Es el tiempo para que
las mujeres de la palabra comiencen
a hablar más entre
ellas. ¿Dónde ha quedado la ruta
dialógica entre mujeres ¿O
el acto transgresor de romper el
silencio impuestoculturalmente
a nosotras termina cuando
una sola ya puede escribir
Las mujeres de la palabra
necesitan comunicarse entre
ellas. No en duelos patéticos o
protagónicos, sino en conversaciones
ricas, amplias, en las
que puedan asentir o disentir
en armonía. No hablo de concursos
de ingenio, ni de expresiones
de hostilidad, ni de
quién pega más duro omás
suave, ni de complacencias y
cursilerías comodonas. Hablo
de conversaciones profundas
entre escritoras: coloquios
con humor, inteligencia ymesura
donde ambas
partes se
sientan cómodas,
lo cual, en
consecuencia,
derivaría en libros
que luego se leerían bien.
Otros han hablado por nosotras
y de nosotras alo largo de
los siglos, perohace muy poco
que nosotras hemos sido sujetos
de nuestras propias historias.
Toca ahora el ejercicio de
salir al encuentro con las otras
mujeres que tienen el oficio
de la palabra. Somos personas,
pero también parte de un colectivo
al que le falta dialogar
en ámbitos abiertos, públicos,
en medio de relajados intercambios
de ideas.
Hemos sido las contadoras
de las historias de otros a
nuestra descendencia por los
siglos de los siglos, y nuestras
realidades se han expresado,
en nuestros mundos privados,
en voz baja.Hoy, hay excelentes
compilaciones de textos de
mujeres, pero pocos ejercicios
de diálogo entre quienes empalabran
el mundo desde una
óptica-mujer. Yes que si las
mujeres somos diferentes que
los hombres, no podemos
pensar como ellos ni escribir
igual que ellos, sólo desear espacios
justos donde vivir una
interlocución fundamental
para ejercer nuestra humanidad
y participar, plenamente,
del registro de la historia.
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