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Escenas Laborales - AELE

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ANÁLISIS<br />

dos durante más de una década, ahuyentando<br />

inversiones, y haciendo inviable<br />

el desarrollo productivo. Casi tan inviable<br />

como el que pudiera tenerse<br />

arrastrando una deuda externa eternamente<br />

creciente con tasas arbitrarias fijadas<br />

por los acreedores.<br />

ESTADO Y MERCADO<br />

En todo este proceso, el Estado no<br />

dejó de llegar hacia los pobres, a pesar<br />

de sus ineficiencias. El sistema de salud<br />

y de educación, las carreteras y caminos,<br />

siguieron avanzando hacia al interior,<br />

llevando la posibilidad del desarrollo,<br />

en un constante y progresivo avance,<br />

inconcluso pero claramente definido.<br />

El Estado, como pudo, en el largo<br />

plazo, ha venido cumpliendo. Tiene todavía<br />

enormes deudas de institucionalidad,<br />

de eficiencia, de rechazo a la corrupción,<br />

pero al fin y al cabo ha ido<br />

llegando al interior.<br />

No puede decirse lo mismo del mercado.<br />

Sus desventajas, su ceguera social<br />

en nombre de la eficiencia, su trato<br />

de los humanos como mercadería depreciable<br />

si abunda, han estado presentes.<br />

Pero no hemos tenido suficiente de<br />

sus bondades en el desarrollo de clases<br />

empresariales pujantes, de iniciativas<br />

para la producción, de defensa ante la<br />

competencia exterior y conservación del<br />

mercado interno, de ejemplo ético para<br />

la construcción de un necesario nacionalismo,<br />

presente en todos los procesos<br />

de desarrollo.<br />

Hay muchas explicaciones a esta insuficiencia<br />

del mercado. Van desde la<br />

subordinación de las economías subdesarrollados<br />

en el gran escenario de la<br />

competencia internacional hasta las trabas<br />

a la iniciativa privada ejercidas por<br />

gobiernos incompetentes. Pero tienen<br />

también buenas dosis debidas a la sociedad<br />

y sus actores y tal vez ése sea el<br />

tema mayor. Después de todo, los procesos<br />

de cambio y evolución, de justicia<br />

y progreso, los crean, modelan, ejecutan<br />

y mantienen las personas de carne y<br />

hueso.<br />

Estamos todavía en proceso de construcción<br />

de la ansiada complementariedad<br />

eficiente entre Estado y mercado.<br />

Se requiere un Estado cada vez más<br />

flexible y creativo, y un mercado que no<br />

pierda de vista la justicia social.<br />

LOS NUEVOS PUEBLOS<br />

Recientemente hemos vuelto a los<br />

pueblos alejados del interior. Específicamente<br />

hemos llegado a Huancapi, capital<br />

de Víctor Fajardo en Ayacucho, y a<br />

sus distritos aledaños. Partiendo de Huamanga<br />

se llega en camioneta en cuatro<br />

horas por una carretera amplia pero falta<br />

de mantenimiento. Los distritos más<br />

alejados de esta provincia se hallan a<br />

varias horas de camino a pie o en acémila<br />

después de avanzar tres horas más,<br />

por carretera, hacia Canaria, donde se<br />

encuentra la famosa mina, actualmente<br />

en controvertido proceso de venta.<br />

Al alcalde de Huancapi, lo hemos<br />

hallado en Huamanga y en Lima, acompañado<br />

de otros alcaldes distritales, gestionando<br />

proyectos diversos ante el gobierno<br />

y la cooperación internacional.<br />

Esta es una de las más claras diferencias<br />

con el pasado. Los alcaldes son cada<br />

vez más gestores de proyectos. La cooperación<br />

americana y europea está presente<br />

en Víctor Fajardo, en varios casos, con<br />

oficinas propias. Las ONGs están igualmente<br />

en plena actividad casi siempre y<br />

en cualquier lugar recóndito del país, llevando<br />

créditos pequeños, aplicando programas<br />

de salud, organizando mujeres,<br />

dando asistencia en programas de ganadería<br />

y cultivos. No era así hasta hace<br />

muy poco, menos en Ayacucho. No puede<br />

dejarse de reconocer este aporte, de<br />

hombres y mujeres de la localidad y de<br />

afuera juntos en el empeño de ir hacia<br />

adelante. Hay cientos o miles de personas<br />

que bien pudieran vivir en la comodidad<br />

de la capital o de su país originario,<br />

pero han tomado la decisión de consumir<br />

su vida al lado de estos peruanos<br />

alejados y esforzados, con total convicción<br />

de que el progreso es posible.<br />

A veces, claro, no todo sale como se<br />

quiere. Huancapi tiene, por ejemplo, un<br />

Centro Tecnológico denominado de la<br />

Amistad Perú- Corea del Sur. Funcionan<br />

en él dos especialidades, la de enfermería<br />

y la técnico agropecuaria. Durante<br />

la época del terrorismo, los estudiantes<br />

fueron desalojados y el local pasó a ser<br />

un centro policial, escenario de desmanes,<br />

a decir de los profesores, y también<br />

comprobable por los agujeros de<br />

bala en las paredes y techos. Ahora es<br />

un centro técnico sin laboratorios y con<br />

ralo mobiliario, pero aún así, un orgullo<br />

de la zona. ¿Y lo de Corea del Sur "No<br />

nos fue como queríamos", cuenta el Director,<br />

"pusimos ese nombre pensando<br />

que el gobierno coreano nos daría apoyo<br />

pero no lo recibimos, y solamente nos<br />

ha quedado el nombre. Ojalá podamos<br />

recuperar esa amistad", le decimos. Correremos<br />

traslado a la embajada, con la<br />

seguridad que todo es mejorable.<br />

Existen otros casos que muestran la<br />

variada suerte de los proyectos de desarrollo<br />

en el país. La carretera carrozable<br />

no llega aún a dos distritos, Apongo y<br />

Aquispata. Y asfaltar la vía de Huancapi<br />

a Huamanga –que enlazaría en su trayectoria<br />

también a la provincia de Cangallo–<br />

es ahora un proyecto que parte<br />

desde Huancapi hacia Cangallo, es decir<br />

de adentro hacia fuera, en espera de<br />

otro proyecto que lo complete con la ruta<br />

inversa. Hay cosas inconclusas como el<br />

puente de Sarhua, que tiene pilotes pero<br />

le falta la plataforma. O la escuela de<br />

Huancaraylla que está a punto de derrumbarse,<br />

lo cual hace que los alumnos estén<br />

recibiendo sus clases en aulas prefabricadas<br />

temporales, pero aún incompletas<br />

porque los materiales los entrega el gobierno<br />

en Lima, y no hay fondos para<br />

hacerlos llegar hasta este pueblo.<br />

Pero va para adelante Víctor Fajardo.<br />

A pesar de su canon minero de dos<br />

soles anuales (sic, dos soles) que no alcanzan<br />

ni para el pago del mantenimiento<br />

de la cuenta bancaria que se requiere<br />

para el cobro, como resultado de los desatinos<br />

de algún funcionario del MEF que<br />

puede establecer normas pero no hace<br />

siquiera el ejercicio de ver los resultados.<br />

Avanza Víctor Fajardo con la mitad<br />

de su presupuesto consumido por el<br />

pago de unos tractores adquiridos en el<br />

régimen anterior, a discutible precio, y<br />

con escaso rendimiento. Así sigue avanzando.<br />

Sereno y confiado, va de lugar<br />

en lugar con su carga de proyectos el<br />

alcalde provincial Justo Hernández Moreno,<br />

de INFES a FONCODES, a PRO-<br />

NAA, a la cooperación técnica americana,<br />

italiana, española, de la Unión<br />

Europea, llevando la ansiedad de los<br />

doce distritos de su provincia, con la seguridad<br />

de un mejor futuro.<br />

LA DESCENTRALIZACIÓN COMO<br />

ESPERANZA<br />

Lo que pasa en Víctor Fajardo, pasa<br />

igual en otros muchos pueblos, con toda<br />

JULIO 2004 7

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