TOMO 5 CAPITULO 1 - Grupo Leon Jimenes

Capítulo 1 | El continuo período 1960 |20|
|21| El continuo período 1960 | Capítulo 1
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Ramírez Conde,
José, citado por
Thimo Pimentel.
Revista ¡Ahora!
Op. Cit.
Págs. 66-67.
de las artes visuales los pintores se excluyeran de un testimonio oral y escrito. En una
entrevista de 1966 el joven artista Ramírez Conde se refiere a la pintura de caballete
como un arte que responde a un mercado comprador que es de carácter conservador
y burgués en el que, por lo general, el artista tiene que acomodarse al gusto y exigencias,
así como a las tendencias, dizque más adelantadas del arte abstracto. Haciéndose
partidario de la pintura mural con su función de educar al pueblo a través del arte, él
califica como absurdo y «snob» tanto el arte abstracto como el «pop art yanky», sosteniendo
que como pintor trata de reflejar las luchas sociales pasadas y actuales.|7| En
esta relación, surge la opinión de Silvano Lora en cuanto a la gran satisfacción que puede
dejar una obra que expresa la violencia y la miseria, lo cual es la conciencia y la esperanza
de que estos tormentos tienen remedio y de que se trabaja para un fin justo.|8|
más demandada por los partidarios del Arte comprometido, no era extraño escuchar en
las exposiciones, opiniones como las siguientes: «esta obra es burguesa»,«este cuadro no
denuncia», o simplemente consideraban «charlatán» o «reaccionario» a todo creador que
no se afiliara al tema social denunciante. Ramírez Conde, aludiendo a los jóvenes colegas
de futuro artístico: Norberto Santana, Leopoldo Pérez, Rincón Mora e Iván Tovar,
no cree que el camino que ha tomado este último (el surrealista) sea el acertado.|9|
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Ramírez Conde,
José.
Op. Cit.
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Lora, Silvano.
Periódico Hoy.
Septiembre
1 de 1982.
Pág. 22.
El duro enjuiciamiento de los «comprometidos» contra quienes no lo eran partidariamente,
responde ciertamente a una etapa de emoción militante y de ciega fe revolucionaria,
estimulada por muchos factores, entre ellos el impacto que produce la revolución
cubana en el Caribe y la asimilación de las ideas de muchos teóricos marxistas. Sin embargo,
también un sector no partidario del arte social: denunciante, desgarrado y dra-
A pesar de las opiniones y adhesión a cualquiera de las dos doctrinas estéticas, el artista
dominicano, en su mayoría, permaneció al margen público de la polémica, expresándose
con el testimonio de la obra y ciñéndose al lenguaje de su libertad (abstracto, semiabstracto,
expresionista, surreal, …) o de su convicción partidarista, en este caso el acomodo
al realismo social. En teoría, el conglomerado de los pintores y escultores permaneció
al margen de la polémica; empero, cuando su producción no respondía a la estética
mático en su temario, rechaza a los artistas comprometidos por hacer un arte «feo», «oscuro»,
«visceral», y no digno de engalanar una pared con tanta tristeza y denuncia.
En el sector cultural, el debate estético conformó la militancia de los grupos artísticos,
literarios y plurales.Aunque el fenómeno grupal no era un fenómeno nuevo en el ambiente
de la cultura dominicana, a partir de la década 1960 es notorio su registro, su diversidad
asociativa y la naturaleza ideológica que orienta a cada grupo.
Soucy de Pellerano|Drama familiar|Acuarela/papel|16 x 26 cms.|1970|Col. Familia De los Santos.
Soucy de Pellerano|Doliente|Acuarela/papel|16 x 26 cms.|1970|Col. Familia De los Santos.