cuaderno[ 34 - Exposiciones
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cuadern o [ <strong>34</strong><br />
Para saber más<br />
Sobre el catálogo<br />
El catálogo editado con motivo de la exposición Entre dos siglos: España<br />
1900, comprende estudios de reconocidos especialistas que sirven para<br />
apreciar la solidez y diversidad del conjunto de obras que la FUNDACIÓN<br />
MAPFRE ha reunido para esta muestra antológica.<br />
La presentación de Pablo Jiménez Burillo,<br />
director general del Instituto de Cultura<br />
de de la FUNDACIÓN MAPFRE, viene a ponderar<br />
el proceso de consolidación de los<br />
artistas españoles en torno a 1900 gracias<br />
a la labor emprendida por instituciones<br />
museísticas y fundaciones al lado de historiadores<br />
y críticos de arte en las últimas<br />
décadas; esta actividad ha supuesto el establecimiento<br />
de un canon que sitúa al arte<br />
hispano entre la modernidad y el clasicismo,<br />
entre lo cosmopolita y lo castizo.<br />
La experta mirada de Francisco Calvo<br />
Serraller, profesor de la Universidad Complutense,<br />
en “Un fin de siglo milenarista”,<br />
encauza el arte español en las mismas<br />
corrientes del fin de siglo europeo; incluso<br />
nuestra reiterada crisis del 98 corresponde<br />
a crisis identitarias semejantes en<br />
el resto de Occidente, tal vez lo singular de<br />
nuestro caso sea la progresiva toma de conciencia<br />
regional. Junto a las cuestiones políticas,<br />
la interpretación del siglo XIX español<br />
se ha visto condicionada por la confusa<br />
explicación académica de lo que sucedía en<br />
la vanguardia internacional. Habla Calvo<br />
Serraller de una nebulosa que se cierne<br />
entre 1880, con el fin del impresionismo,<br />
y 1910, cuando despega el cubismo<br />
y en la que se formaron la mayoría de nuestros<br />
autores que acudían a París y a otras<br />
ciudades europeas para completar sus estudios<br />
y para dar sus primeros pasos en su<br />
carrera artística.<br />
Lily Litvak, profesora de la Universidad<br />
de Texas, sintetiza en “Hacer visible lo invisible.<br />
El simbolismo en la pintura española,<br />
1891-1930” los rasgos de un movimiento<br />
que está en la raíz de la mayoría de las<br />
manifestaciones artísticas de este período<br />
y que persigue la revelación de la verdad<br />
a través de la sugerencia y la búsqueda de<br />
lo divino. Llegó tardíamente a España y<br />
tuvo que enfrentarse a una pintura de corte<br />
naturalista, pero perduró hasta los años<br />
veinte, según Litvak, gracias a la flexibilidad<br />
del simbolismo, una estética en la que<br />
confluyen diversas corrientes europeas:<br />
decadentismo, esteticismo, prerrafaelismo,<br />
culto a la belleza, admiración por Wagner,<br />
por los primitivos italianos y por El Greco.<br />
Promotor del simbolismo fue Valle-Inclán,<br />
para quien Romero de Torres era el único<br />
que veía en las cosas “aquella condición<br />
suprema de poesía y misterio que las hace<br />
dignas del arte”. Y en este repaso por el<br />
simbolismo español estudia a pintores como<br />
Urgell, Meifrèn, Raurich, Rusiñol o Sunyer.<br />
El recorrido que traza Maria-Josep Balsach,<br />
de la Universidad de Gerona, en<br />
“Modernistas y noucentistas: apuntes para<br />
una visión del cambio de siglo en Barcelona”<br />
sigue a los principales autores que llevaron<br />
a Cataluña la idea de modernidad:<br />
Casas y Rusiñol, en su camino de ida y vuelta<br />
de Barcelona a París fueron los impulsores<br />
del arte del modernismo, que supo<br />
combinar territorios de intimidad y urbanos<br />
con el simbolismo europeo, del que también<br />
participa Anglada-Camarasa, quien nunca<br />
se reconoció como modernista. El lado<br />
social estaría representado por Nonell, que<br />
utiliza su pintura para retratar a seres desvalidos<br />
o marginados; también se hace eco<br />
de los avances plásticos de Mir o Viladrich.<br />
La modernidad abrió la puerta a una tendencia<br />
que quiso ser regionalista y potenciar<br />
las esencias del catalanismo, el noucentisme,<br />
pero que llevado por artistas<br />
como Sunyer aprendió a trascender lo particular<br />
para expresar un profundo sentimiento<br />
de la realidad mediterránea, rastreable<br />
asimismo en la obra de Miró.<br />
Javier González de Durana, director de<br />
Tenerife Espacio de las Artes, aborda en<br />
“Claves artísticas y políticas para una<br />
modernidad en el País Vasco (1886-1919)”