cuaderno[ 34 - Exposiciones
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cuadern o [ <strong>34</strong><br />
Glosario<br />
Academias y escuelas<br />
de Bellas Artes<br />
Las academias y escuelas de Bellas Artes se<br />
establecen en el siglo XVIII con la intención<br />
de formalizar los estudios artísticos (pintura,<br />
escultura, arquitectura). La Real Academia de<br />
Bellas Artes de San Fernando se crea en 1744<br />
para “promover el estudio y cultivo de las tres<br />
Nobles Artes, Pintura, Escultura y Arquitectura,<br />
estimulando su ejercicio y difundiendo<br />
el buen gusto artístico con el ejemplo y doctrina”;<br />
la docencia se impartía en la Escuela<br />
Especial de Pintura, Escultura y Grabado. La<br />
Real Academia de Bellas Artes de San Carlos<br />
–antes Academia de Santa Bárbara– de Valencia<br />
se funda en 1754. La Real Academia de<br />
Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, en<br />
Sevilla, comienza como escuela de pintura,<br />
dibujo y escultura en 1759. En Barcelona se<br />
establece en la Llotja de Mar la Escola Gratuïta<br />
de Disseny (1775), conocida como Escuela<br />
de la Llotja; a comienzos del siglo XX, la sección<br />
académica se separa y pasa a llamarse<br />
Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de<br />
Sant Jordi. Academias y escuelas atrajeron a<br />
finales del siglo XIX a la mayoría de los artistas<br />
de nuestra exposición: Meifrèn, Mir, Nonell,<br />
Sunyer, Modest Urgell –que también fue profesor–<br />
y su hijo Ricard, y los más jovenes<br />
Hugué, Miró, Torres García o el propio Picasso<br />
estudiaron en la Llotja. Picasso también lo hizo<br />
en Madrid, como Regoyos, Vázquez Díaz, Dalí<br />
o Gris.<br />
Cafés y tertulias<br />
A finales del siglo XIX, la presencia del escritor<br />
en la sociedad se hace más notoria por su<br />
participación en la prensa; su figura se transforma<br />
en la del intelectual que adquiere un<br />
compromiso político y que se populariza por<br />
su asidua concurrencia a los cafés y a su participación<br />
en tertulias de toda índole. Dadas<br />
con frecuencia a acaloradas discusiones, las<br />
tertulias fueron un espacio donde polemizar<br />
pero también un laboratorio de ideas en los<br />
que surgirían nuevas propuestas artísticas y<br />
literarias durante la llamada Edad de Plata de<br />
nuestra cultura. El esplendor de las tertulias<br />
llega a Madrid con el 98, El Gato Negro –calle<br />
del Príncipe–, el Nuevo Café de la Montaña<br />
–Puerta del Sol– o el Café de Madrid –calle<br />
Alcalá– convocaron a la bohemia noctámbula<br />
de la capital y reunían a personalidades<br />
como Azorín, Unamuno, Benavente, Maeztu,<br />
Ricardo Baroja, Rubén Darío o Valle-Inclán, verdadero<br />
agitador cultural hasta las primeras<br />
décadas del siglo XX. El Nuevo Café de Levante<br />
–calle Arenal– recogió el testigo del anterior,<br />
donde de nuevo Valle-Inclán ejercía un<br />
magisterio más estimulante que el académico<br />
y que atrajo a artistas como Romero de<br />
Torres, Regoyos, Rusiñol, Zuloaga, Mir, Piñole,<br />
Viladrich o Picasso y a escritores como Azorín,<br />
Baroja, Darío y Machado. Igualmente<br />
famoso fue el Café Botillería del Pombo –calle<br />
Carretas–, inmortalizado por Gutiérrez Solana<br />
en La tertulia del café Pombo (1920). Entre<br />
otros, están retratados Manuel Abril, José Bergamín,<br />
Mauricio Bacarisse y Ramón Gómez de<br />
la Serna, que presidía la tertulia de los sábados.<br />
Los cafés siguieron siendo un foco de efervescencia<br />
cultural durante las vanguardias y<br />
promovieron revistas y manifiestos. Después<br />
de la Guerra Civil y por la presión de la dictadura<br />
su actividad entró en declive.<br />
Els Quatre Gats (1897-1903)<br />
Casa de comidas y música en vivo de Barcelona<br />
que convocó a numerosos artistas e intelectuales<br />
atraídos por su ambiente novedoso,<br />
evocador del conocido local parisino, Le Chat<br />
Noir. Lo importante era el alimento del espíritu<br />
más que la comida, como decía Rusiñol.<br />
Impulsó tertulias que pretendían arreglar el<br />
Pablo Picasso<br />
Croquis para el menú<br />
de Els Quatre Gats, 1899-1900<br />
mundo, en palabras de Pere Romeu, su dueño,<br />
que cedía el local a los artistas –aquí realiza<br />
Picasso su primera exposición–, que colaboraban<br />
con cuadros –el tándem de Casas,<br />
autor también de los carteles– o, como Picasso,<br />
diseñando la portada del menú, presente en<br />
la muestra. Durante 1899 editó quince números<br />
de la revista Quatre Gats, para dar a conocer<br />
las obras de sus artistas habituales, que<br />
también colaboraban en su grafismo. En su<br />
último número anuncia una nueva publicación,<br />
Pèl y Ploma, dibujada íntegramente por<br />
Ramón Casas, portavoz del modernismo.<br />
Naturalismo, modernismo<br />
y simbolismo<br />
El siglo XIX es una época entrecruzada de<br />
movimientos artísticos que comienzan con el<br />
romanticismo y el realismo y continúan con<br />
el impresionismo o el simbolismo. Podría<br />
resultar estéril definir los límites entre estas