Dole, detrás de la cortina de humo - Frutas justas!

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D o l e , d e t r á s d e l a c o r t i n a d e h u m o
Además de su presencia constante en los corredores y en los
escritorios de la Comisión Europea, la empresa se moviliza en
América Latina. El dueño y presidente de Dole, David Murdock,
realizó varias visitas a Ecuador a fin de subrayar la importancia
de tener un arancel único lo más pronto posible. Por encima
de todo, el cabildeo que Dole realiza con el gobierno
ecuatoriano se basa en poner por los suelos los argumentos
de su rival principal, la Exportadora Bananera Noboa (Bonita),
que le estaba diciendo a Quito que no había prisa en cumplir
el plazo de enero de 2006 y que estaba a favor de una
eliminación gradual del control de los volúmenes sobre un
largo período de tiempo.
A comienzos de 2005, quedó claro que Costa Rica – país
donde se hallaban sus operaciones en segundo lugar de
importancia – estaba a favor de continuar con el sistema de
contingentes. Junto con Fresh Del Monte, Dole se dio a la labor
de cambiar la opinión del gobierno. En una ofensiva seductora
el abogado de la empresa en Europa viajó a San José y
los rumores llegaron a tal punto de decir que Dole saldría
completamente del país si se continuaba con el régimen
basado en contingentes.
En el país de origen de la empresa, la línea directa de Dole
al gobierno republicano logró que Washington no siguiera
luchando en nombre de su rival principal. En efecto, el hecho
que Chiquita y Dole tomaran posiciones opuestas hizo que
Washington permaneciera en silencio sobre este asunto hasta
ya muy avanzado el debate.
En todo caso, Dole se salió con la suya, aun cuando el
arancel fuera un poco más alto que lo que había abogado la
empresa. Las dos compañías – Del Monte y Dole - continuarán
beneficiándose del acceso libre de derechos para su banano
de África Occidental al mercado de la Unión Europea y
continuarán expandiendo sus operaciones doquiera que los
costos sean más bajos: en Ecuador, las Filipinas, Brasil y África
Occidental. En este escenario, cualquier impedimento para la
producción de banano barato es considerado una amenaza
a las operaciones corporativas. La empresa parece creer que
si permitiera, por ejemplo, que los sindicatos se organizaran
libremente, no prosperaría como debiera y se niega a aceptar
el argumento de que una fuerza laboral decentemente
remunerada y respetada es más productiva.
Dole se dispone hoy día a jugar el papel principal en el
aceleramiento de la “carrera hacia el fondo” de la industria
internacional del banano después del fin de los contingentes
de importación de la UE. La pregunta ahora es si los
precios más bajos que este liberalizado régimen de la UE
inevitablemente va a provocar, prevendrán que la empresa se
beneficie de la forma que espera. Falta ver si Dole se va a ir en
contra de sí mismo.