TerBi Revista nº 8 Mayo 2014

TerBi Nº 8
Asociación Vasca de CF, Fantasía y Terror
Canción de hielo y fuego, y sobre todo con su adaptación cinematográfica; luego están los
zombies, que han venido con ganas de devorarlo todo a su paso. No creo que el ―enemigo‖
de la CF esté en libros como Cincuenta sombras de Grey o en la novela histórica, sino en
estos últimos géneros que son leídos por más o menos los mismos lectores. De hecho, no
creo que haya ―enemigo‖ alguno. Toda la literatura de género se puede ver como una gran
familia. No me parece improbable que alguien se acerque a George RR Martin por Canción
de hielo y fuego y acabe descubriendo la CF con Una canción para Lya.
En general, creo que vivimos un buen momento para la literatura de CF, aunque sea a
pesar de, o precisamente por vivir uno malo en el mundo real. En los años cincuenta, tras la
explosión de las bombas nucleares, el mundo estaba viviendo tiempos de incertidumbre,
duda y miedo y el público se volvió hacia la CF en busca de respuestas, de ahí la Edad de
Oro de la CF. Es probable que ahora mismo nos encontremos en una coyuntura similar, no
tememos a las bombas nucleares, o al menos no tanto; pero nos encontramos envueltos en
una crisis profunda y dolorosa que lo permea todo, y rodeados por un entorno que cambia
cada vez más, y mucho más rápido que lo que somos capaces de aprehender. En definitiva,
nos encontramos en una situación propicia para volverse de nuevo hacia la CF e intentar
iluminar el futuro con su llama.
¿Tienes nuevos proyectos ¿Estás escribiendo alguna obra
Ahora mismo tengo entre manos tres proyectos: una novela acabada, una novela
escribiéndose y estoy en trámites de publicar un serial (al estilo de los seriales de CF que se
publicaban en los Pulp) en el SdCF. A parte de eso, claro está, sigo escribiendo relatos,
reseñas y artículos.
En cuanto a la novela terminada, se llama La marca del petirrojo, y la tengo en
espera de poderme sentir lo suficientemente lejos de ella como para afrontar su corrección
sin miedo. Se trata de una historia ubicada en el momento presente, en una población
ficticia, aunque con muchos trazos reales, de la provincia de Barcelona. Hay un violín y hay
una trama sobrenatural a su alrededor (y no, no se trata del diablo).
Como algunos lectores saben, además de escritor soy músico, y esta historia nació en
germen al comprarme un violín antiguo, o mejor dicho, viejo. Me pasé una temporada en la
que disfrutaba restaurando, dentro de mis limitadas posibilidades, instrumentos de cuerda.
Mientras iba trabajando en este violín, iba madurando en mi cabeza una historia, y así nació
La marca del petirrojo. Se trata de una novela más larga que Antes del primer día, en torno
a las ciento diez mil palabras, y con un entorno más cercano a la fantasía oscura que a la
ciencia ficción, con multitud de personajes humanos, o humanoides, y un perro, claro, me
temo que siempre necesito a un perro en mis historias para articularlas.
En cuanto a la novela en la que estoy trabajando ahora mismo, aún no le tengo un
título definido, pero tentativamente la he titulado Tierra sin nombre. Está ubicada
principalmente en Córdoba, durante la Guerra Civil. Mi familia materna viene de Córdoba.
Mi abuelo materno era un gran narrador oral y siempre me explicaba historias sobre la
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