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La Información Financiera sobre Intangibles
en las Empresas Biotecnológicas Españolas
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y de las rutinas organizativas, fruto del intercambio de información en la empresa.
Por tanto, estas últimas tienen un carácter exclusivamente inmaterial (Suárez et
al., 2002).
Ambos conceptos, recursos y capacidades, están íntimamente ligados y, si bien los
recursos son los orígenes de las capacidades, estas son las principales fuentes de
ventajas competitivas de las compañías, ya que en ellas se encuentra el origen del
aumento de productividad y de eficacia en las empresas (Grant, 1996). Para que
estas ventajas se consideren competitivas, deben provenir de recursos y capacidades
escasas y relevantes (que se correspondan con algún factor de éxito del sector).
Pero además deben de ser sostenibles, es decir, permanecer como tales en el
tiempo, así como ser generadoras de beneficios que puedan ser captados por la
empresa.
Por tanto, desde este enfoque se explica la importancia actual de los intangibles,
tanto como recursos (humanos, tecnológicos o de reputación) como capacidades
(conocimiento, habilidades, capital humano) en la generación de valor y en la orientación
estratégica de la empresa (Suárez et al., 2002). En este sentido, la gestión
de los intangibles en la empresa se ha convertido en un eje fundamental para el
éxito empresarial y su medición, valoración y revelación de información, la piedra
angular sobre la que debe asentarse dicha gestión.
2.2. A qué llamamos intangibles: diferentes visiones
A la hora de revisar cómo los distintos autores definen los intangibles o capital intelectual
(CI), se observa que dedican a la conceptualización muy poco espacio en
sus estudios y, en muchos casos, la definición viene delimitada únicamente por una
relación de los elementos que componen el concepto definido. Este tipo de conceptualizaciones
resulta poco sistemática y plantea problemas a la hora de pasar a las
siguientes etapas de su estudio, ya que, como veremos más adelante, existen enfoques
diferentes a la hora de definir lo que se entiende por intangibles. Sin embargo,
hay autores (Clement et al., 1998) que consideran que la intrínseca heterogeneidad
de los elementos que abarca el término intangibles son la causa de la imposibilidad
de proporcionar un concepto definido, y en este sentido sugieren que es más útil
considerar los componentes individualmente que tratar de proporcionar un concepto
global único.
En términos generales, todos los autores coinciden en la falta de materialidad de los
intangibles, pero a partir de ahí existe una amplia variedad de definiciones, a lo que
se une el hecho de que a veces se utilizan indistintamente diferentes términos (intangibles,
capital intelectual, activos invisibles, conocimiento…), mientras que otros
autores plantean diferencias conceptuales entre ellos.
Cabría hacer dos grandes grupos de orientaciones en la conceptualización de los intangibles.
Por una parte, los autores que se orientan a una definición relacionada
con el registro contable, más centrados en los problemas informativos sobre intangibles.
Y, por otro lado, los autores que definen los intangibles desde la óptica de la
dirección empresarial y el management, más orientados a relacionar el conocimiento
y la creación de valor.