La Información Financiera sobre Intangibles en las ... - BioMadrid

La Información Financiera sobre Intangibles
en las Empresas Biotecnológicas Españolas
19
relación entre recursos intangibles y capacidades intangibles, ya que “la disponibilidad
de recursos no garantiza la efectividad de su uso”. Una empresa puede gastar
grandes cantidades de dinero en sistemas de información, pero la información sobre
estas inversiones no es representativa de la capacidad de la empresa para renovarse
e innovar si aquello que circula a través de este sistema de información no
apoya la estrategia de la empresa. En este sentido, los modelos de información sobre
resultados deberían estar basados en la estrategia de la empresa. El desarrollo
de un sistema de medición implica señalar qué tipo de datos necesitarían los gestores
de la compañía para desarrollar su estrategia y cómo generar los datos.
Para Roos, et al. (1997) se trata estudiar los flujos de capital para poder entender
sus cambios y ello supone analizar “la transformación del capital intelectual en capital
financiero y viceversa, y los flujos internos de capital intelectual”. Pero esta consideración
conjunta de flujos implica problemas de medición: el movimiento causaefecto
no tiene por qué producirse inmediatamente, lo que supone que deben
proporcionarse hipótesis sobre qué flujos van a implicar aumentos en el capital intelectual,
cuáles van a fracasar y cuándo se producirá el resultado (por ejemplo una
inversión en formación de los empleados puede tardar tiempo en crear los efectos
que se pretendían al realizar la inversión y se desconoce qué efectos va a producir
en la realidad empresarial).
Todo ello nos lleva directamente al problema de la relación entre los intangibles y
los resultados financieros. Como indican Cañibano y Sánchez (2004) la búsqueda
de la relación entre el capital intelectual y las variables financieras/resultados empresariales
aparece en el interés de numerosos autores. “Aunque se reafirma la necesidad
de seguir analizando aspectos no financieros, hay una creciente demanda
de desarrollar conceptos y herramientas que nos permitan conectar conocimientos
y otros recursos intangibles con recursos financieros de forma más eficaz”.
Marr et al. (2004) sugieren que nos dirigimos hacia una tercera generación en la
medición de resultados cuyo objetivo es relacionar intangibles y resultados financieros.
En este sentido la primera generación, durante los 80 y 90, surgió de un fuerte
movimiento crítico de los sistemas de medición que utilizaban las empresas y las alternativas
a ellos tomaron dos orientaciones diferentes: mientras unas se dirigían a
mejorar los sistemas informativos financieros (sistemas ABC, análisis de creación
de valor para el accionista, etc.), otras hicieron más hincapié en la necesidad de
ayudar a las medidas financieras con las no financieras, que podían explicar la importancia
de los recursos intangibles en la obtención del beneficio (Cuadro de Mando
Integral de Kaplan y Norton, Prisma de Resultados de Nelly, Navegador Skandia
de Edvinsson). Sin embargo, esta primera generación de alternativas resultaba sesgada
por lo incompleta, al tratarse de un planteamiento estático que no relacionaba
la información proporcionada. A partir del 2000, surge una segunda generación de
sistemas de medición que intentan integrar los aspectos individuales y proporcionarles
dinamicidad (mapas estratégicos de Kaplan y Norton, mapas de éxitos y riesgos
de Nelly y el modelo IC-Navigator de Roos et al. (1997)). Esta segunda generación
cumple el objetivo de interrelacionar todas las partes y es útil como método de
gestión empresarial, pero tiene una debilidad: no consigue relacionar los flujos de
caja con el Capital Intelectual (CI) o los intangibles de la empresa. Para Marr et al.
(2004) esta es la misión de la tercera generación de la medición de intangibles:
vincular indicadores no financieros con indicadores financieros y los flujos de caja.