Pareto: Una lectura pragmática - Centro de Investigación e ...

José Luís Orozco
que toma su nombre pero no su substancia, no podemos negar que. ,la
causa de la libertad va perdiendo terreno en Europa y podemos tambten
pronosticar que, a pesar de los esfuerzos de nuestra parte,
habremos de experimentar otras !imitaciones de la libertad y un
acrecentamiento de la autoridad gobernante". Sesenta y seis años antes
que James Burnham y su The Machiave!fians Defenders of Freedom y
sesenta y siete años antes que Friedrich von Hayek y su The Road to
Seifdom, premanifiestos cada uno por su cuenta del neoconservadurismo
y el neoliberalismo de la guerra fría, Vilfredo Pareto
formulaba el suyo, convergente y unitario, ante los miembros de la
Accademia dei Georgofili de Florencia. "¿Pero deberemos acaso de
conformarnos por esta razón", inquiría Pareto a su auditorio, "y
permanecer inertes, df!Jándonos vencer por una especie de fatalismo?". 33
Ante el determinismo positivista y el historicismo marxista, la
estrategia de Pareto se cifra en trasladar el motor darwinista del
conflicto y el cambio sociales hacia un capitalismo más avanzado
en términos organizativos y de articulación financiera. La antinomia
spenceriana del individuo contra el Estado o la lucha marxista de
clases entre los capitalistas y los proletarios se vierte, ahora, en la
oposición empíricamente universal entre las é!ites y las non-éfites.
Puesto que, a la lente del nuevo liberalismo y su psicología del
inconciente v la acción colectiva, las masas pierden todo carácter
intrinsecament~ revolucionario, la ciencia de Pareto las aleja de la ideología
pura de un materialismo dialéctico que, con Antonio Labriola,
les asigna entusiastamente una suerte de conciencia histórica creadora
y movilizadora. Más que establecer una bipolaridad social
general entre las élites y las masas, la erudición clásica de Pareto se
ocupa de una trama compleja de la dominación en cuyos esquemas
circulan, políticamente, los !?flrTVS y los leones, económicamente los
rentistas y los especuladores e, intelectualmente, los hombres de fe y los
hombres de ciencia. Aparte de maniqueísmos y preferencias subjetivas,
la panorámica de Pareto pone de relieve el imperativo de una
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Vilfredo Pareto, "Delia Logica delle nuove scuole Economiche" (29 de abril
de 1877), en Scritti Sociologici, p. 138.
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Pareto: una lectura pragmática
opción estructurada en función de numerosos niveles, y de allí los
imperativos del cálculo y la ciencia.
Aunque todavía el Pareto de los primeros escritos parezca no
ofrecer otro sustento de la estrategia neoliberal que las matemáticas
y la mecánica, a lo largo de su próximo Cours d'economie pofitique
apuntan discretamente las ideas conservadoras, si no es que maquiavélicas,
complementarias. Esa discreción conservadora se prestará
para que sus seguidores, principalmente en los Estados Unidos,
puedan segmentarlo pulcramente en varios niveles propositivos
de análisis y práctica política. Ludwig von Mises, Friedrich
Hayek o Karl Popper podrán documentar con sus fórmulas y
teoremas económicos la operación de la sociedad abierta; Lawrence
Joseph Henderson y Talcott Parsons podrán hallar en su mecánica
de los ciclos económicos y políticos la clave de la teoria de los sistemas;
Kenneth Arrow y Amyrta Sen enriquecen en su noción de
ojefimidad la disciplina de la toma de decisiones o Sidney Hook y James
Burnham podrán acudir a su maquiavelismo como presupuesto
universal de la política del poder. Que por ello el propio Pareto sea
dividido en dos, si no es que tres Pare/os, fragmentarlo de tal manera
implica una trampa que se hace a costa de la unidad de la biografía,
la historia y la doctrina. Sólo ubicando e integrando al hoy
llamado neoliberalismo en su última atmó-!ftra política, la del autoritarismo
y el hegemonismo totalitarios, se recupera la lección anticipada
y documentada por el Pareto unitario de hace un siglo.
Pareto se dibuja, entonces, como el ciudadano de una po!is
capitalista sembrada a cada paso histórico de sus propias celadas y
peligros. A diferencia del proclamado antiestatismo de los neoliberales
y los neoconservadores norteamericanos, el realismo de
Pareto le aleja, al alejarle de la economía pura, de la suave convicción
sobre las bondades naturales del mercado y su sociedad
abierta, sin afiliarlo por esta razón al estatismo y el militarismo. De
aquí que su realismo y maquiavelismo sean mucho más
coincidentes con el desarrollo paralelo del pragmatismo
norteamericano que el antihistoricismo y libertarianismo tanto del
Círculo de Viena como de la escuela austríaca de economía que
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