Pareto: Una lectura pragmática - Centro de Investigación e ...

José Luis Orozco
sólo coinciden formalmente con el pragmatismo en su manejo de la
ciencia, los vocabularios y los valores, por no hablar del renombre
académico europeo que aportan a sus principales universidades. Si
la última inteligencia pragmática hace suyas las propuestas
neoliberales, lo cual obedece a numerosas razones tácticas y
académicas asociadas a la globalización, ignorar que el pensamiento
de Pareto anticipa (y, a veces, contradice) la lógica de, por lo
menos, la pnmera y la tercera generaciones pragmáticas
norteamericanas, equivale a pasar por alto la continuidad
contradictoria de un capitalismo noratlántico cuya hegemonía se
traslada en ese tiempo de Europa a los Estados Unidos, sin
alcanzar por ello necesariamente una condición distinta, más elevada y
excepcional en ese nuevo centro.
La (relativa y encubierta) marginalidad de Vilfredo Pareto en el
pensamiento político norteamericano no se cifra, visto ya, en el
rechazo moralista y puritano a su visión del mundo. Es al totalismo de
esa visión al que obedece que se le acepte aquí y se le rechace allá,
según la conveniencia de los tiempos. Ello permite el acuerdo
ideológico casi implícito que lleva a escindir los dos grandes
componentes del pensamiento paretiano, los del neoliberalismo y el
neoconseroadurismo, sin examinar unitariamente sus contradicciones y
sus combinaciones políticas. Heredero todavía de una cosmología
social, la de la filosofía positivista de la historia, Pareto afronta el
universo que corre del mercado al Estado como un todo interactivo
y paradójico; postulantes de una ingeniería social fragmentaria
(Popper), los pragmáticos podrán manipular un pluriverso plástico
donde las contradicciones se resuelven a través de fragmentaciones
y especializaciones. Que Pareto reaccione contra la historia acelerada
por el marxismo revolucionario y contra la historia detenida por el
último positivismo, y las reconduzca y reactive a través de una
metaftsica matemática {y psicológica) chocante con los patrones entonces
vigentes de la ciencia experimental y la teoría política liberal, le
vincula sin duda con el pragmatismo que en ese tiempo se desenvuelve
en los Estados Unidos.
Pareto: una lectura pragmática
Con todo, ni siquiera aquella metafísica permite que el mismo
Pareto sortee los callejones sin salida del determinismo y la causación
integra~ . de la ciencia positivista decimonónica. Empero, el
esceptte1smo y el realismo que desembocan congruentemente en el
ateísmo político de Pareto no serán tanto los resultados de una idea
rígida o dogmática de la ciencia cuanto los del proyecto nacional italiano
(y c~~~inental) que se adhiere en la segunda mitad del Siglo XIX al
pos1t1v1smo como la garantía de las certezas intelectuales y políticas
del mundo europeamente pautado. En la obra de Pareto se encuentran
y nuestros tiempos lo corroboran, las primicias de lo que aguarda ~
los que a lo largo del siglo siguiente piensan, ¿científicamente?, que
el mund~ es fragmentable y desarmable, estratégico y no ético, y
que los a1ustes de cuentas de la historia son anulables mediante el
recurso de decretar su final una vez que ellos han vencido.
2. LA METAFÍSICA DEL POSITIVISMO
Nada preocupa más al Pareto de 1877 que, al amparo de la
ciencia p~sitiva, se le~tim~ más y más "la injerencia del Estado" y
~a extens~on de sus atnbuc10nes fincada en las "expresiones vagas,
mdetermmadas y nebulosas" de la "nueva escuela económica salida
de Alemania" y preparada ya antes por la ruptura de Augusto
Comte con la economía clásica. Para impugnar ambas, Pareto
emprende ahora la desconstrucción de sus grandes presupuestos
procedentes de la filosofía ilustrada de la historia y, singularmente,
de ~~s . trampas unilineales del progreso. Si el orden que opone el
pos1t1v1~mo ~e Comte al progreso que se desvirtúa por la anarquía
rev~lue1onana es el orden primordial de la ciencia y la institucionaltdad
secular de las constituciones y los parlamentos, y si este
?rde~ es . a su ~ez asaltado en Europa por el romanticismo y el
1rrae1onahsmo, el asalto de Pareto ocurrirá por el flanco de la ciencia
pura. Preludio del pragmatismo, sin caer empero en sus corolarios
religiosos, la visión de Pareto se cifra en reivindicar subrepticiamente
los fueros de la metafisica y, desde allí, los de la ciencia
misma y la metapolítica futura. "La principal objeción formulada por
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