Boletin 3 Año 4 - cieesc.com

En ese marco EGSA está considerando la posibilidad de usar el excedente de sus
máquinas Frame 5 para proyectos de exportación a la Argentina, Brasil y Perú donde la
compañía puede recibir un valor al tener la capacidad de reaccionar rápidamente para
generar con unidades pequeñas de 19 MW cada una, brindando energía de apoyo en
caso de emergencias o que la misma sea usada para estabilizar las líneas.
En el área de la exportación, en 1998 IPC fue la primera compañía en Argentina
en firmar contratos de venta de energía a Brasil. Trabajando muy de cerca con Endesa
de España, IPC contrató la generación de 250 MW de energía en espera (stand-by) para
dar apoyo al proyecto de transmisión al Brasil CIEN. Posteriormente IPC acordó
incrementar esta capacidad a 500 MW cuando CIEN duplicó la capacidad de su
interconectador a 2.000 MW.
“Esta fue la primera exportación de electricidad desde la Argentina al Brasil.
Ahora EGSA tienen el beneficio de la experiencia de IPC para participar en contratos
sobre la base de capacidad en Latinoamérica. EGSA se esforzará para obtener estos
contratos exportando capacidad desde Bolivia a todos los países vecinos de Bolivia que
necesiten energía reactiva o capacidad en espera. EGSA tiene la flexibilidad, con las 20
turbinas y motores que hoy tiene en su estado de cuentas, de dar las soluciones
innovativas para los problemas de transmisión y capacidad en el Cono Sur”.
Generación para San Cristobal
En el mercado interno uno de los proyectos atractivos para la incrementar el
consumo de energía de Bolivia es el esperado proyecto minero San Cristóbal. IPC fue
un proponente precalificado en 1997 cuando se propuso la privatización de SETAR y
SEPSA y por lo tanto conoce los antecedentes históricos del proyecto San Cristóbal.
Esta multinacional también está trabajando muy de cerca con industrias que son grandes
usuarios de energía y vapor en Sudáfrica para ofrecer islas energéticas hechas a medida.
Como resultado, EGSA ahora cuenta con la considerable experiencia de IPC,
apuntó Earl. EGSA está muy complacida al desarrollar una tarifa específica para Apex
Silver o cualquier otra gran industria que usa energía en Bolivia. Sin embargo, se debe
recordar que la reglamentación en efecto en Bolivia no fomenta entre los generadores o
distribuidores la búsqueda de nuevas formas para celebrar contratos de compra de
energía (Power Purchase Agreements, PPAs) con grandes usuarios.
La perspectiva de EGSA hoy en día, la única manera de bajar los costos para un
cliente minero grande es la de aislar una turbina o turbinas específicas dentro de los
límites para ese usuario. Esto a su vez significa que el generador está completamente
expuesto al riesgo del crédito de la mina o del usuario industrial, sin poder compartir el
riesgo de ventas de energía a distribuidores locales, y como resultado garantizar un
beneficio para las comunidades aledañas en forma de precios más bajos para la
electricidad. EGSA tiene la intención de buscar formas para bajar los precios en las
comunidades rurales cerca de los mineros grandes usuarios de energía sin causar daño a
las compañías distribuidoras que, como la CRE en Santa Cruz ya están haciendo tanto a
favor de la electrificación rural.
Rurelec se concentrará en sistemas aislados
Rurelec es la empresa de electrificación rural que quiere conformar EGSA en
sociedad con IPC. Esta tomará en cuenta proyectos de electrificación en todo el país,
desde Cobija hasta Puerto Suarez y de Tarija a Trinidad y Riberalta.
“Rurelec trabajará a nivel nacional y no en un solo departamento. Los proyectos
se enfocarán en consultas con el gobierno de Bolivia y se basarán en la selección
minuciosa de un equipo de expertos bolivianos”, señaló Peter Earl, como principal
ejecutivo de EGSA.