INFORME FINAL DEL PRECESAM - El Colegio de México

esperado. Lo anterior, entre otros aspectos de la evolución del sector, conduce a
proponer que no se ha hecho realidad la esperada transformación del agro
mexicano después de veinte años de reformas y liberalización. Lo que ha estado
sucediendo es la aceleración de las tendencias en la producción agropecuaria
iniciada desde la década de 1980 (ver resumen previo). Persiste, además, la
polarización productiva y regional que ha caracterizado al sector, así como la
pobreza rural, y ha crecido la necesidad de los habitantes del campo de buscar
trabajo en los EEUU.
Parte de la explicación del porqué la esperada transformación agraria no se ha
dado proviene del modo y contexto de mercados en los que funciona la
economía de los hogares rurales de México y otra parte de las políticas públicas
de apoyo y distorsionantes a algunos productores comerciales de cultivos no
competitivos o básicos. Lo último contraviene el objetivo de las reformas para el
cambio estructural cuyo propósito es promover la eficiencia económica a partir
de las señales del mercado. Por ser contradictorias, tales medidas han sido
costosas, e inequitativas por ser extremadamente regresivas.
Una política de Estado para el desarrollo rural coherente y eficaz requiere
establecer con claridad sus objetivos y definir un instrumento para cada uno de
ellos. Asimismo, la aplicación de instrumentos múltiples –frecuentemente a
cargo de varias dependencias del gobierno federal—para tratar de lograr el
mismo fin lleva a ineficiencias y desperdicio de recursos, y el empleo de distintos
instrumentos puede propiciar efectos no esperados y contradictorios. Un ejemplo
son los objetivos productivos y de conservación de los recursos naturales que se
añadieron al PROCAMPO después de su creación. El problema para cumplir
con dichos fines estriba en que el programa cuenta con un único instrumento y
una sola condición; a saber: la transferencia de ingreso a los poseedores de
tierra que la usaban para la producción de cultivos básicos antes del inicio del
TLCAN. El caso extremo de problemas en el diseño de programas
gubernamentales al agro mexicano es el del ahora llamado “Apoyos directos al
productor por excedentes de comercialización para reconversión productiva”.
Ello debido a que el programa tiene dos objetivos contrapuestos: por un lado
apoyar el ingreso de los productores comerciales de cultivos no competitivos y
por el otro promover la reconversión productiva. En la práctica, lo que ha
sucedido es que los productores comerciales beneficiarios por tal programa
siguen produciendo cultivos básicos.
No obstante, los renovados propósitos del Estado mexicano por mejorar las
políticas públicas, persisten problemas que urge resolver.
Si se pretende lograr la seguridad alimentaria, se deben crear
instrumentos precisos y adecuados, evitar duplicidades y tomar en cuenta
el contexto de economía de mercado y de apertura comercial.
Para eliminar el carácter inequitativo de los programas de la Secretaria de
Agricultura es necesario definir con claridad la población objetivo o, mejor