Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
y hay que partirle <strong>la</strong> aspirina en trocitos y mezc<strong>la</strong>r<strong>la</strong>, con azúcar, en una<br />
cuchara<br />
(-No consigo tragar, basta, <strong>de</strong>sisto, es evi<strong>de</strong>nte, no consigo tragar)<br />
hay que pasarle el bistec por <strong>la</strong> picadora y quitarle el hueso a <strong>la</strong>s aceitunas, que<br />
una se interese<br />
-¿Cómo te sientes hoy?<br />
y él respon<strong>de</strong> con una salve en <strong>la</strong>tín o prorrumpe en un lloriqueo continuo<br />
-Quiero que venga mi madre enseguida<br />
y <strong>la</strong> arpía <strong>de</strong> <strong>la</strong> madre, limpiándole con el pañuelo <strong>la</strong> frente sequísima, mucho<br />
más seca que <strong>la</strong> mía<br />
-Calma, António, calma, que soy yo<br />
y tengo que armar el diván en el dormitorio para el bendito y dormir en el<br />
<strong>de</strong>spacho, oyendo a su madre rezar novenas toda <strong>la</strong> noche, su madre que me da<br />
ór<strong>de</strong>nes, que recibe a <strong>la</strong> parente<strong>la</strong> en <strong>la</strong> salida, que manda a Catarina<br />
-Traiga más sil<strong>la</strong>s<br />
que manda a <strong>la</strong> asistenta<br />
-Ocho p<strong>la</strong>tos en <strong>la</strong> mesa, Generosa<br />
que abre <strong>de</strong> par en par <strong>la</strong>s ventanas, horrorizada<br />
-Siempre que <strong>la</strong> niña encien<strong>de</strong> un cigarrillo no puedo parar <strong>de</strong> toser<br />
y yo vaci<strong>la</strong>ndo entre empujar<strong>la</strong> o no empujar<strong>la</strong> por <strong>la</strong>s escaleras, entre<br />
envenenar<strong>la</strong> o no envenenar<strong>la</strong>, yo pensando en que hasta en eso has tenido suerte,<br />
Álvaro, que yo sepa, no tiene padre ni madre lo que ya <strong>de</strong> entrada es una ventaja, salvo<br />
aquel<strong>la</strong> hermana siniestra que vive en Carcavelos, nadie está obligado a soportar a una<br />
hermana, aparte <strong>de</strong> que, que yo sepa, ellos ni siquiera se trataban mucho, se veían por<br />
Navidad y en los cumpleaños, si es que se veían, y se acabó, nunca me he <strong>de</strong> olvidar <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong> tar<strong>de</strong> en <strong>la</strong> que fui contigo a buscarlo a una casa en Benfica, no recuerdo ahora el<br />
nombre <strong>de</strong> <strong>la</strong> avenida, Gomes <strong>de</strong> Almeida, o Gomes Nogueira, o algo así, pero me<br />
acuerdo <strong>de</strong> los plátanos, me acuerdo <strong>de</strong> una trepadora con flores b<strong>la</strong>ncas y rojas, <strong>de</strong><br />
haber entrado, a <strong>la</strong>s tres <strong>de</strong> <strong>la</strong> tar<strong>de</strong>, con el sol a plomo, y <strong>de</strong> que estaba todo oscuro<br />
allí <strong>de</strong>ntro, no era una vivienda, era una tumba, me acuerdo <strong>de</strong> los nardos <strong>de</strong> cera en<br />
una jarra, me acuerdo <strong>de</strong>l tufo a muerto, y en esto surgió <strong>de</strong> <strong>la</strong> cocina una criada que<br />
arrastraba una correa por el suelo y nos echaba a <strong>la</strong> calle<br />
-Hoy no tengo cal<strong>de</strong>ril<strong>la</strong>, vuelvan mañana<br />
y tú, antes <strong>de</strong> que <strong>la</strong> vieja nos <strong>de</strong>slomase con <strong>la</strong> escoba<br />
-Soy yo, Alzira, vengo a ver a mi marido<br />
y el<strong>la</strong>, tropezándose con el aparador<br />
-Ya he visto que es viernes, qué suerte <strong>la</strong> mía, ya he perdido veinte escudos<br />
y para mí el único <strong>de</strong>fecto <strong>de</strong> Álvaro era <strong>la</strong> manía <strong>de</strong> los tangos, cuando iba a<br />
vuestra casa comenzaba a oírlos en Carni<strong>de</strong>, más alto que el megáfono <strong>de</strong> un circo en<br />
Bombarral o en Alfeite, a mí los tangos, no hay nada que hacer, me dan urticaria, los<br />
compases, <strong>la</strong> música, <strong>la</strong> tragedia, no habíamos salido <strong>de</strong>l coche y ya mi ex se quería ir,<br />
con <strong>la</strong> mano en <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>nca <strong>de</strong> cambios para encajar <strong>la</strong> marcha atrás<br />
-El bandoneón me saca <strong>de</strong> quicio, no sé cómo Cláudia lo aguanta<br />
y Álvaro sin ocuparse <strong>de</strong> nosotras, <strong>de</strong>lirante con <strong>la</strong> música, había que sacudirlo<br />
y él, <strong>de</strong>senchufando el equipo, con una expresión <strong>de</strong> quien ha llegado <strong>de</strong>l Polo Sur<br />
-Disculpad<br />
en mi opinión si no fuese por los tangos te aseguro que sería el marido perfecto,<br />
cuando le contaron lo <strong>de</strong> Ricardo su única venganza, pobre venganza, fue casarse con<br />
<strong>la</strong> mujerzue<strong>la</strong> que vive en los edificios grises junto al cementerio, cuando con cualquier<br />
otro, no lo du<strong>de</strong>s, habrían sido incordios para Ricardo, imagínate y compara, no pasar<br />
89