han permanecido simples, claras y directas puesto que paraello fueron preparadas" (Teach Ye Diligently, por Boyd KPacker, Deseret Book Co.; 1975, pág. 19).Enseñemos como el Señor enseñóComo maestros <strong>de</strong>l evangelio o maestros en potencia, una<strong>de</strong> nuestras mayores responsabilida<strong>de</strong>s es <strong>de</strong>sarrollar la habilidad<strong>de</strong> enseñar <strong>de</strong>l mismo modo simple y claro en que lo hizoel Señor. (Véase gráfica: "Enseñando y aprendiendo elevangelio", <strong>Liahona</strong>, abril <strong>de</strong> <strong>1977</strong>, pág. 27.)No había nada <strong>de</strong> complicado o difícil en el sistema <strong>de</strong> enseñanza<strong>de</strong>l Salvador. El él<strong>de</strong>r Boyd K. Packer dijo:"Po<strong>de</strong>mos retroce<strong>de</strong>r en el tiempo hasta el día en que elSeñor ejerció su ministerio entre los hombres. Po<strong>de</strong>mos prestarcuidadosa atención a lo que El está enseñando. Po<strong>de</strong>mosver también cómo lo hizo para que cuando llegue el momento<strong>de</strong> apacentar sus ovejas, podamos ir y hacerlo como lo hizoEl" (Teach Ye Diligently, pág. 1.9.)Pue<strong>de</strong>n utilizarse muchos métodos y ayudas en la enseñanza,"pero la instrucción básica, una vez que todo hayasido dicho y hecho, se reducirá en su mayor parte a: 1) disertación;2) preguntas y respuestas y 3) recitación" (la mismaobra, pág. 224).La disertación provee al maestro la oportunidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>clarary al alumno la <strong>de</strong> escuchar las verda<strong>de</strong>s básicas <strong>de</strong>l evangelio.El período <strong>de</strong> preguntas y respuestas hace que elalumno investigue, aclare y entienda más profundamente esasverda<strong>de</strong>s. La recitación anima al alumno a repasar, ensayar yestablecer en su propio corazón, las verda<strong>de</strong>s que aprendió.DisertaciónEl maestro no <strong>de</strong>be consi<strong>de</strong>rar la disertación como una <strong>de</strong>mostraciónverbal sin vida; en cambio, ésta <strong>de</strong>be ser espiritualy edificante.El Salvador, cuyo ejemplo <strong>de</strong> enseñanza <strong>de</strong>bemos siempreseguir, no sirvió nada que no fuera el pan <strong>de</strong> vida. La porciónservida en cualquier momento y la cantidad que sirviera <strong>de</strong>pendían<strong>de</strong>l individuo. La facilidad <strong>de</strong>l alumno para compren<strong>de</strong>rla verdad, y su disposición para obe<strong>de</strong>cerla, teníanmucha relación con la apariencia <strong>de</strong> su porción; mas éstasiempre era simple, or<strong>de</strong>nada y espiritualmente nutritiva. Elél<strong>de</strong>r Packer agrega:"Cuando estudiamos la forma <strong>de</strong> enseñar <strong>de</strong> Jesús, po<strong>de</strong>mosadvertir que utilizó un principio dé enseñanza que se<strong>de</strong>stacó en particular sobre todos los <strong>de</strong>más. Si también compren<strong>de</strong>moseste principio y lo utilizamos, nos mejorará comomaestros <strong>de</strong> religión posiblemente más que cualquier otra cosaque pudiéramos apren<strong>de</strong>r sobre su técnica <strong>de</strong> enseñanza.Los educadores se refieren a éste como el principio <strong>de</strong> relación.La relación, en este caso, es <strong>de</strong>finida como 'el proceso <strong>de</strong>enten<strong>de</strong>r algo utilizando como ejemplo la experiencia previa<strong>de</strong> una persona', Esto significa que si tenemos algo difícil paraenseñar, tal como la honestidad, la reverencia o el amor, <strong>de</strong>beríamoscomenzar con lo que el alumno ya conoce <strong>de</strong> estospuntos y hablar acerca <strong>de</strong> ellos. Entonces cuando hagamosuna relación con lo que queremos que él sepa, podrá percibirel significado."A.menudo Jesús comenzó sus enseñanzas con la <strong>de</strong>claración:"El reino <strong>de</strong> los cielos es semejante...", entonces procedíaa comparar el reino con algo que ellos ya comprendían.(Para una <strong>de</strong>scripción más <strong>de</strong>tallada <strong>de</strong> este principio, véaseel artículo, "Utilicemos el principio <strong>de</strong> relación en la en-26señanza".) ' 'Una pequeña variación <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong> relación tiene quever con el uso <strong>de</strong> las ayudas visuales. La mayoría <strong>de</strong> las utilizadaspor el Salvador eran aquellas que existían naturalmenteen el medio ambiente <strong>de</strong> las personas a quienes enseñaba.Las higueras, las monedas, los lirios, etc., estarían, probablemente,al alcance <strong>de</strong> la vista <strong>de</strong>l alumno en el momento enque Jesús hacía referencia a ellos.El siguiente consejo <strong>de</strong>l él<strong>de</strong>r Packer nos da algunasbuenas pautas que po<strong>de</strong>mos seguir en el usó <strong>de</strong> las ayudas visuales,especialmente aquellas hechas a mano:"Tened cuidado <strong>de</strong> utilizar las ayudas visuales con cautela;las mejores son en realidad las más simples y las que están fácilmentedisponibles. Creo que no hay ninguna ayuda didácticaque sobrepase, y muy pocas que igualen al pizarrón; primero,porque es <strong>de</strong> uso simple, y segundo, porque está disponibleen todas partes. A cualquier lugar que vayáis en elmundo podéis encontrar un pizarrón, que utilizaréis para enfocarla atención <strong>de</strong> los alumnos durante la presentación <strong>de</strong> lalección. Mientras habláis podéis poner en el pizarrón losuficiente para atraer su atención y expresarles la i<strong>de</strong>a, peronunca al extremo <strong>de</strong> distraerlos por ser más interesante que lalección, como pue<strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r con la ayuda visual.Posiblemente el error más común en el empleo <strong>de</strong> palabrasescritas como ayudas visuales es la falta <strong>de</strong> sincronizaciónentre lo que se ve y lo que se escucha. El error se cometeen forma tan frecuente que sólo ocasionalmente uno lo ve haceren forma correcta. Si escribimos en el pizarrón, mostramosuna gráfica, ponemos ayudas visuales en la tabla <strong>de</strong>franela, o proyectamos algo en una pantalla, los alumnos severán forzados a ver y oír al mismo tiempo... NLas ayudas audiovisuales en una clase pue<strong>de</strong>n constituirseen una bendición o en una maldición^ <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> la formaen que se utilicen. Se pue<strong>de</strong>n comparar a las especias osabores que se le agregan a una comida: o sea, se <strong>de</strong>ben utilizarcautamente para <strong>de</strong>stacar el mensaje <strong>de</strong> la lección, o hacerque ésta sea más interesante." (í<strong>de</strong>m, págs. 224-225.)Preguntas y respuestasLas preguntas y respuestas fueron también una <strong>de</strong>. las importantestécnicas didácticas utilizadas por el Salvador; noobstante, las utilizó <strong>de</strong> una forma muy singular. Por lo general<strong>de</strong>positaba en el alumno la responsabilidad <strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r.Hacía sus preguntas y daba las respuestas <strong>de</strong> tal forma que requeríanque el alumno se relacionara con el asunto mismo.De este modo, obtenía una visión y comprensión más profundas,conjugando su experiencia con los principios básicos <strong>de</strong>verdad.El Salvador formulaba, preguntas tales como: "A vosotrosos concedo ser la sal <strong>de</strong> la tierra; pero, si la sal perdiera susabor, ¿con qué será salada la tierra?" (3 Nefi 12: 13) o "¿Porqué miras la mota que está en el ojo <strong>de</strong> tu hermano, y no tefijas en la viga que está en el tuyo?" (3 Nefi 14: 3). Dichaspreguntas son típicas <strong>de</strong> la forma única que tenía el Maestro<strong>de</strong> ayudar al alumno a aclarar y compren<strong>de</strong>r el evangelio, y aque se relacionara personalmente con sus conceptos.A menudo el Señor daba respuesta a una pregunta, formulandootra pregunta. El alumno entonces daba respuesta a supropia pregunta contestando la <strong>de</strong>l Salvador."Vosotros podéis emplear las mismas técnicas. Cuando unalumno haga una pregunta... procurad no contestarla, a fin <strong>de</strong>que éste pueda tener el tiempo suficiente para discutirla y
quizás respon<strong>de</strong>rla por sí mismo. Es a menudo fácil para unmaestro respon<strong>de</strong>r rápidamente a preguntas simples, y terminarasi una conversación que hubiera podido encen<strong>de</strong>r lachispa <strong>de</strong> una discusión interesante para toda la clase.El maestro sabio pue<strong>de</strong> respon<strong>de</strong>r con serenidad: 'Es unapregunta muy interesante. ¿Qué piensan los <strong>de</strong>más al respecto?¿Pue<strong>de</strong> alguien en la clase ayudar a resolver este interesanteproblema?'Así, con una simple conversación, habrá logrado hacerparticipar a la totalidad <strong>de</strong> la clase <strong>de</strong> modo que la mente <strong>de</strong>los alumnos se abra a la enseñanza." (í<strong>de</strong>m págs. 55-56.)Recitación• Frecuentemente, el Salvador hacía un análisis <strong>de</strong> la facilidad<strong>de</strong> entendimiento <strong>de</strong>l alumno pidiéndole que recordara orepitiera la verdad enseñada en la lección. (Véase Lucas 10:36-37 como ejemplo.) 'Dicha recitación <strong>de</strong> la verdad era seguida por lo generalpor una invitación <strong>de</strong> "Id y haced lo mismo" (Lucas 10: 37).Y <strong>de</strong> este modo comenzamos a ver cuan simple, cuan claray al mismo tiempo cuan eficaz era la enseñanza <strong>de</strong>l Salvador;cómo alimentaba a las ovejas <strong>de</strong> su Padre con el pan <strong>de</strong> vida.Vayamos y hagamos lo mismo."Utilicemosel principio<strong>de</strong> relaciónen laenseñanza"por el él<strong>de</strong>r Boyd K. PackerCuando estudiamos la forma en que enseñó Jesús,advertimos que utilizó un principio <strong>de</strong> enseñanzaen particular, más que ningún otro. Si también nosotroscompren<strong>de</strong>rnos este principio y lo utilizamos, nos mejorarácomo maestros <strong>de</strong> religión quizás más que cualquierotra cosa que podamos apren<strong>de</strong>r acerca <strong>de</strong> técnicas didácticas.Los educadores sé refieren a este principio dándole elnombre <strong>de</strong> principio <strong>de</strong> relación.Enten<strong>de</strong>mos mediante experiencia previaEl principio <strong>de</strong> relación se <strong>de</strong>fine como "un proceso medianteel cual se entien<strong>de</strong> algo que se relaciona con una experienciaprevia". Esto significa que si tenemos algo difícil paraenseñar, como ser la honestidad, la reverencia o el amor, <strong>de</strong>bemoscomenzar con la experiencia <strong>de</strong>l alumno y hablar acerca<strong>de</strong> las cosas que él ya sabe. Entonces, cuando hacemos lacomparación con lo que queremos que él aprenda, podrá percibirel significado.Jesús era sin duda el maestro <strong>de</strong> esta técnica. Es inspiradorpara toda persona que <strong>de</strong>see enseñar con éxito en el hogar oen la Iglesia... analizar cómo utilizó este principio y enten<strong>de</strong>rporqué lo utilizó.Utilicemos cosas tangibles para enseñar las intangiblesSi <strong>de</strong> alguna forma asociáramos la fe con algo que el<strong>Liahona</strong>, <strong>septiembre</strong> <strong>de</strong> <strong>1977</strong>alumno ya conoce, algo que fuera tangible y que se pudieramedir en espacio o tiempo, la enseñanza sería mucho más fácil.Po<strong>de</strong>mos entonces usar palabras para <strong>de</strong>scribir lo que estamosenseñando y hasta crear relatos que se relacionen conel tema; po<strong>de</strong>mos medirlo y aún más, po<strong>de</strong>mos dibujar figurasque representen este principio; po<strong>de</strong>mos tomar diapositivaso hacer presentaciones en la tabla <strong>de</strong> franela; po<strong>de</strong>mosmostrarlo en colores o presentarlo en forma <strong>de</strong> lección. Entonceshabremos captado el interés básico <strong>de</strong> los alumnospuesto que éstos, en general, están más interesados en aquelloque les resulta fácil <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r, que en lo que no entien<strong>de</strong>n.Las letras en el abecedario pue<strong>de</strong>n ser agrupadas en forma<strong>de</strong> palabras, las que a su vez se transforman en símbolos <strong>de</strong>objetos <strong>de</strong>l mundo tangible que nos ro<strong>de</strong>a. Po<strong>de</strong>mos abrir unlibro lleno <strong>de</strong> dichos símbolos y leerlos, y al hacerlo po<strong>de</strong>mos"ver" las cosas que los símbolos representan. De una formasimilar, aquellas cosas que ya conocemos pue<strong>de</strong>n utilizarsepara representar lo intangible o lo invisible. Po<strong>de</strong>mos apren<strong>de</strong>ra "leer" estos símbolos, y al hacerlo podremos "ver" lascosas que los mismos representan, tales como fe, amor, caridady obediencia.Esa es la forma en que Jesús enseñó. Cada uno <strong>de</strong> nosotrospue<strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r a enseñar <strong>de</strong> esa misma manera. Si apren<strong>de</strong>-27