Antigua ruta <strong>de</strong>l inciensoManantial <strong>de</strong> ArzatLas montañas Qara formanun semicírculo alre<strong>de</strong>dor<strong>de</strong> Salalah.Actual ciudad <strong>de</strong> SalalahGrupos <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s higueras(sicómoros)La llanura <strong>de</strong> la costa esmuy fértil cuando se riega,En su parte más ancha, lasmontañas están, a unaLas montañas Qara estáncubiertas <strong>de</strong> pastoMar <strong>de</strong> ArabiaRa's al Himarelev. 880 ITLIlustración 10. Salalah, Omán (probablemente, Abundancia).32,49-51.)E! antiguo camino que constituía la ruta <strong>de</strong>l incienso, seabre paso bajando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el norte por las montañas Qara hastala llanura <strong>de</strong> Salalah, que llega al mar formando una bahía<strong>de</strong> configuración <strong>de</strong> media luna que se extien<strong>de</strong> unos 12 km.en su parte más ancha. Ro<strong>de</strong>an el pequeño llano las la<strong>de</strong>ras<strong>de</strong>l Sur <strong>de</strong> las montañas Qara, cubiertas <strong>de</strong> vegetación, alimentadaésta por las lluvias <strong>de</strong>l viento monzón el cual soplaen este lugar y en ningún otro en toda la costa meridional <strong>de</strong>la península arábiga.Vierten sus aguas en dicha llanura varios wadis por lo quepensamos que las vecinda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l abundante manantial "EinArzat" que allí existe, habrían sido el lugar indicado para quela pequeña colonia acampara por dos o tres años, tiempo queles permitiera abastecerse y construir el barco. Si Lehi hubieraescogido aquel lugar, habría podido utilizar las aguas <strong>de</strong>lreferido manantial para la irrigación <strong>de</strong> sus sembrados, y,puesto que Nefi menciona específicamente "mucha fruta" y"semillas" entre las provisiones que prepararon, <strong>de</strong>ben <strong>de</strong> haberconseguido éstas en Abundancia (1 Nefi 18:6).Ahora, si fuera correcta nuestra conclusión <strong>de</strong> que Saialahes el lugar <strong>de</strong> la llamada Abundancia, la colonia <strong>de</strong> Lehi nohabría estado allí sola, pues consi<strong>de</strong>rando que en la citada comarcacrecen los árboles <strong>de</strong>l incienso, y que ésta constituye elfinal <strong>de</strong> la ruta <strong>de</strong>l mismo nombre, también habría habido allílabradores, comerciantes, posadas, negocios, etc.; y a<strong>de</strong>más<strong>de</strong> los integrantes <strong>de</strong> las caravanas habría barcos y marineros,<strong>de</strong>bido a que Salalah también era puerto. Se cree que aesta pequeña rada llegaban embarcaciones proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>lOcci<strong>de</strong>nte, <strong>de</strong>l Norte y <strong>de</strong>l Oriente, aun <strong>de</strong> Ju<strong>de</strong>a.Hacia el Norte <strong>de</strong> las montañas,Qara, en sentido contrarioal <strong>de</strong> las bien regadas la<strong>de</strong>ras que <strong>de</strong>scien<strong>de</strong>n por e! Sur, seextien<strong>de</strong>n los vastos campos don<strong>de</strong> crecen los árboles <strong>de</strong>l incienso.,Enla propiamente dicha llanura costera <strong>de</strong> Salalah,en aquellos sitios en que convergen varios wadis, se <strong>de</strong>stacauna exuberante vegetación, en cambio el resto <strong>de</strong> la región esárida. Vimos las la<strong>de</strong>ras <strong>de</strong> las montañas totalmente cubiertas;<strong>de</strong> altos pastos entre los que se yerguen en grupos 1 los gran<strong>de</strong>ssicómoros. El guía armado que nos acompañaba nos aseguróque durante la estación <strong>de</strong>l monzón, las lluvias y la humedadllenan los valles <strong>de</strong> abundante vegetación tropical, y en lascolinas, las abejas revolotean entre las flores silvestres. Pornuestra parte, vimos panales hacinados en los troncos huecos<strong>de</strong> los árboles.El autor <strong>de</strong> Circunnavegación nos brinda una interesanteconfirmación <strong>de</strong> que las condiciones climáticas <strong>de</strong> Dhufar no32
han experimentado mayores variaciones durante los últimos2.000 años, pues dijo: "La región <strong>de</strong>l incienso (a saber, Dhufar)montañosa y prohibida, cubierta <strong>de</strong> <strong>de</strong>nsas nubes y nieblas,ce<strong>de</strong> el incienso <strong>de</strong> sus árboles" (Circunnavegación, pág.33), Otros exploradores que nos precedieron encontraron característicassemejantes; tenemos por ejemplo a Bertram Thomas,que en 1920 <strong>de</strong>scribió el lugar refiriéndose a la "espesavegetación <strong>de</strong> los wadis" (Arabia Félix, Nueva York: CharlesScribner's Sons, 1932, pág. 100). Y Wilfred Thesiger <strong>de</strong>scribióel lugar diciendo: "... árboles selváticos... y en las colinas lasgran<strong>de</strong>s, higueras se elevan sobre los pastos que ondulan alviento, como- los robles <strong>de</strong> un parque inglés" (Thesiger, pág.47).Era un enigma para nosotros que este último hubiera llamadoa los árboles <strong>de</strong>l lugar higueras, puesto que éstas son <strong>de</strong>tronco relativamente pequeño y su ma<strong>de</strong>ra es extremadamenteblanda, nada conveniente para la construcción <strong>de</strong> barcos.Mas al ascen<strong>de</strong>r ios montes, vimos que no se trataba <strong>de</strong> la clasemás conocida, sino <strong>de</strong> una higuera silvestre, propia <strong>de</strong>Egipto y llamada sicómoro, árbol <strong>de</strong> dura ma<strong>de</strong>ra que produceun fruto dulce. Algunos <strong>de</strong> éstos eran <strong>de</strong> tal grosor que nonos era posible ro<strong>de</strong>arlos con los brazos; la mayoría <strong>de</strong> ellosalcanzan una altura.<strong>de</strong> 15 m. Como ya hemos indicado, lama<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> dicho árbol es sólida a la vez que resistente al agua<strong>de</strong> mar, y prácticamente carece <strong>de</strong> nudos, razón por la cual seutiliza para hacer barcos hasta el día <strong>de</strong> hoy.Si Salalah en realidad correspon<strong>de</strong> al lugar <strong>de</strong> Abundancia,.Nefi no exageró al llamarlo <strong>de</strong> tal modo <strong>de</strong>bido a la fertilidad<strong>de</strong> su suelo, que <strong>de</strong>spierta a la vida al contacto con elagua. Los labriegos <strong>de</strong> la localidad nos aseguraron que obtienendiez cosechas <strong>de</strong> alfalfa al año. Vimos que crecía allítodo un futuro mercado <strong>de</strong> frutas tales como cidras, limas, naranjas,dátiles, plátanos (bananas), uvas, albaricoques (damascos),cocos, higos y melones, y una profusión <strong>de</strong> flores silvestres.Blancos jazmines colgaban <strong>de</strong> los árboles comoguirnaldas y la brisa soplaba impregnada <strong>de</strong>l perfume <strong>de</strong> lasflores. El ganado pacía en las colinas circunvecinas. En lossitios en que abunda el agua, los pastos sobrepasan 1.80 m <strong>de</strong>altura.Para que este lugar coincidiera en forma más precisa con.el <strong>de</strong> Abundancia, otra característica con que le seria necesariocontar, sería la existencia <strong>de</strong> acantilados, puesto que loshermanos mayores <strong>de</strong> Nefi amenazaron a éste con "arrojarloal fondo <strong>de</strong>l mar" (véase 1 Nefi 17:48), amenaza que difícilmentepodría llevarse a cabo en una playa. Y bien, hacia elOriente, la ribera arenosa se extien<strong>de</strong> hasta don<strong>de</strong> se pier<strong>de</strong> lavista, pero hacia el Poniente, la playa <strong>de</strong> Salalah terminaabruptamente ante enormes acantilados que se elevan a unos30 m. sobre el mar. Subimos éstos por un paso <strong>de</strong> fácil acceso,y al llegar a la cima, encontramos allí fortificaciones militares.El mirar hacia abajo a las agitadas y espumantes aguas, noshizo retroce<strong>de</strong>r nerviosamente. En aquellos momentos, nosbullía en el cerebro la pregunta: "¿Pudo Nefi haber sidoamenazado por sus hermanos en este mismo sitio, o en algúnotro <strong>de</strong> las cercanías?"Las preguntas que albergábamos referentes a las semillas,las frutas, la miel silvestre, los acantilados y los árboles a<strong>de</strong>cuadospara la construcción <strong>de</strong> barcos, quedaron satisfactoriamentecontestadas <strong>de</strong>l modo que hemos expuesto; sin embargo,nos quedaba una importante pregunta sin respuesta:"¿Adon<strong>de</strong> pudo haber ido Nefi en busca <strong>de</strong>l meta! que necesitabapara hacer sus herramientas? Conscientes <strong>de</strong>. que seaproximaba la hora en que <strong>de</strong>bíamos partir <strong>de</strong> Salalah, <strong>de</strong>scartamosla posibilidad <strong>de</strong> explorar a pie los montes circunvecinos;mas las gentes <strong>de</strong>l lugar nos informaron <strong>de</strong> la existencia<strong>de</strong> una mina <strong>de</strong> hierro en una provincia cercana. Si dichamina hubiera sido la más próxima en los tiempos <strong>de</strong> Nefi, éstehabría podido hacer el viaje <strong>de</strong> diez días hasta .labal Al Akhdar,en busca <strong>de</strong>l metal que precisaba; sin embargo, pensamosque Nefi probablemente lo encontrara en algún otrositio, bajo la inspiración <strong>de</strong>l Señor, más bien que yendo hastauna mina en explotación, ya que él mismo dice que hizo fuegogolpeando dos piedras, la una contra la otra, y que hizounos fuelles con pieles <strong>de</strong> animales para avivar el fuego.(Véase 1 Nefi 17:10-11.) Dado el caso <strong>de</strong> que la gente <strong>de</strong>aquellos lugares hubiera practicado la industria <strong>de</strong>l hierro, nole habría sido necesario a Nefi improvisar tales básicos utensilios.Nos formulamos algunas teorías sobre lo que este último<strong>de</strong>bió <strong>de</strong> haber aprendido en los pueblos costeros, y especialmenteen la industria <strong>de</strong>l hierro que se hallaba en plenaactividad en Akaba, cuando la colonia pasó por allí unos añosantes. No cabe duda <strong>de</strong> que la herrería era un oficio conocidoentre los contemporáneos <strong>de</strong> Nefi. En Isaías 54:16, encontramosuna <strong>de</strong>scripción referente al "herrero que sopla las ascuasen el fuego, y que saca la herramienta para su obra". ElGénesis se refiere a Tubal-caín, uno <strong>de</strong> los nietos <strong>de</strong> Adán,como el primer "artífice <strong>de</strong> toda obra <strong>de</strong> bronce y <strong>de</strong> hierro",en la alborada misma <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> la tierra (véase Génesis4:22). En El Libro <strong>de</strong> Mormón, seis referencias compruebanque en América los nefitas utilizaron el hierro y el acero.(Véase2Nefi5: 15; Jarom 8; Mosíah 11:3,8; Eter7:9, 10:23.)Sin duda Nefi enseñó a sus hijos este oficio, el cual pasó <strong>de</strong>una a otra generación.Durante unos momentos nos quedamos absortos imaginandoel barco que Nefi podría haber construido. Al avanzarpor la costa, y acostumbrados como estamos a métodosindustriales, a cada paso nos sorprendía ver el enorme influjo<strong>de</strong> la tradición en la artesanía y cómo el conocimiento <strong>de</strong> lasdiversas técnicas se ha ido transmitiendo <strong>de</strong> generación engeneración. En Yanbu, Arabia Saudita, al pedir nosotros a unconstructor <strong>de</strong> barcos que nos permitiera ver sus planos, nosindicó con un gesto que tenía el diseño en la cabeza; y efectivamente,su plano mental contenía los suficientes <strong>de</strong>talles comopara disponer las dimensiones <strong>de</strong> la embarcación que estabahaciendo, así como para fijar las cua<strong>de</strong>rnas a la quilla yacoplar la tablazón <strong>de</strong> la cubierta a aquéllas, sin tener que mirarningún dibujo.En los astilleros que visitamos en Yida y Salalah, reparamosen dos mo<strong>de</strong>los básicos <strong>de</strong> construcción naviera. Segúnambos métodos, se proce<strong>de</strong> primero a preparar y ten<strong>de</strong>r laquilla, uniéndose en seguida a ésta las cua<strong>de</strong>rnas, las cualesson hechas <strong>de</strong> ramas <strong>de</strong> árbol cuya curva natural se ha acomodadoal ángulo <strong>de</strong>seado. Después, se une la tablazón a laarmadura utilizándose el método <strong>de</strong> clavos o el <strong>de</strong> "amarras".Según el primero <strong>de</strong> éstos, se abre un orificio a través <strong>de</strong> la tablazóny <strong>de</strong> cada cua<strong>de</strong>rna con un taladro <strong>de</strong> mano con' punta<strong>de</strong> hierro, introduciéndose en seguida en dicho orificio un clavogran<strong>de</strong>, también <strong>de</strong> hierro, cuya espiga se ha envuelto pre-<strong>Liahona</strong>, <strong>septiembre</strong> <strong>de</strong> <strong>1977</strong> 33