DOSSIER DE PRENSA DIARIA 24 de junio de 2013 - ISOTools

El sacrificio de los políticosHASTA qué punto están los políticos españoles dispuestos a sacrificarse como el restode los ciudadanos? La afirmación realizada por la vicepresidenta del Gobierno, SorayaSáenz de Santamaría, sobre la hora del "sacrificio" de los gestores públicos, suscitavarias dudas debido a sus imprecisiones. Con este anuncio, la vicepresidenta pareceahondar en la idea de que en España hay una clase política que ha permanecido ajenaa los ajustes que han afectados al resto de los ciudadanos; Soraya Sáenz deSantamaría refuerza la opinión de todos aquéllos que opinan que los males del país sedeben a una casta de gestores públicos que han permanecido aislados en una suertede cámara blindada, donde han podido soslayar los ajustes en educación, sanidad,investigación e infraestructuras. ¿Piensa eso la vicepresidenta? Si es así, deberíahaber tratado esto hace ya muchos meses con sus compañeros de partido, con susalcaldes, con los concejales, con los diputados y con los parlamentarios autonómicos.Incluso, con sus ministros. Es cierto que una parte de los problemas de España sedebe a la falta de reacción de su clase política ante la crisis, pero del mismo se podríaaplicar esta crítica al mundo financiero, al empresarial o a cualquier otro sector. ¿Quées lo que, realmente, quiso decir Soraya Sáenz de Santamaría? La respuesta es unproblema de ella y de su política de comunicación, pero de lo que no queda duda esde que la próxima reforma de la Administración no puede recaer sólo en losempleados públicos, sino en sus gestores o en los representantes electorales: esto es,en los políticos. ¿Y cómo? La reducción de centros administrativos, que por lo generalse realiza mediante fusiones u absorciones de organismos, debe conllevar unareducción del número de gestores más que la eliminación de los puestos de trabajo.Hay que considerar que, desde que comenzaron los ajustes, el sector público haperdido cerca de 300.000 empleos. La reforma de la Administración debe arrastraruna fuerte reducción de centros de gastos, pero cuando el Gobierno del PP redactó lareforma de la Administración local no quiso, por ejemplo, entrar a fusionarayuntamientos de menos de 1.000 habitantes ni a eliminar otras entidades cuyo únicovalor ha sido, durante años, la de agencias de colocación de políticos. Buena parte dela reforma del Gobierno se queda en recomendaciones a las comunidades autónomas,donde, por ejemplo, sí se podrían recortar el número de parlamentarios de suscámaras sin que ello afecte a la representatividad. Las declaraciones de Soraya Sáenzde Santamaría necesitarían nuevas explicaciones, que serían muy interesantes: ¿escierto que los políticos no se han sacrificado? Ella es política, y ella lo sabrá.Volver al índice