cercanas a ésta (como el <strong>partido</strong> terrorista, los “socialistas revolucionarios”); sino que losanarquistas directamente no existen como ten<strong>de</strong>ncia política seria en la Revolución Rusa.Sólo en una pequeña ciudad <strong>de</strong> Lituania don<strong>de</strong> las condiciones son particularmente difíciles-una confusa mescolanza <strong>de</strong> nacionalida<strong>de</strong>s entre los obreros, una industria a pequeñaescala muy dispersa, un proletariado muy seriamente oprimido-, en Bialistok, hay, entre lossiete u ocho grupos revolucionarios diferentes, un puñado <strong>de</strong> “anarquistas” imberbes quesiembran la confusión y el <strong>de</strong>sconcierto entre los obreros lo mejor que pue<strong>de</strong>n; yfinalmente en Moscú, y tal vez en otras dos o tres ciuda<strong>de</strong>s, se hace ver un puñado <strong>de</strong> gente<strong>de</strong> ésta.Pero aparte <strong>de</strong> estos pocos grupos “revolucionarios”, ¿qué papel real juega elanarquismo en la Revolución Rusa? Se ha convertido en el símbolo <strong>de</strong>l robo y <strong>de</strong>l pillajecomunes; una gran proporción <strong>de</strong> los innumerables robos y actos <strong>de</strong> saqueo a personasprivadas se llevaron a cabo en nombre <strong>de</strong>l “anarco-comunismo”, actos que se volveríancomo una ola tumultuosa contra la revolución en cada periodo <strong>de</strong> <strong>de</strong>presión y en cadaperiodo <strong>de</strong>fensivo temporario. En la Revolución Rusa el anarquismo no se ha convertidoen la teoría <strong>de</strong> la lucha <strong>de</strong>l proletariado sino en la ban<strong>de</strong>ra i<strong>de</strong>ológica <strong>de</strong>l lumpenproletariadocontrarrevolucionario que, como una escuela <strong>de</strong> tiburones, pululan tras el barco <strong>de</strong> guerra<strong>de</strong> la revolución. Por lo tanto la carrera histórica <strong>de</strong>l anarquismo está poco menos queliquidada.Por otra parte, la huelga <strong>de</strong> <strong>masas</strong> en Rusia no se ha realizado como un medio paraevadir la lucha política <strong>de</strong> la clase obrera, y especialmente <strong>de</strong>l parlamentarismo, o <strong>de</strong> saltarrepentinamente a la revolución social por medio <strong>de</strong> un golpe teatral sino como medio para,en primer lugar, crear las condiciones para la lucha política diaria <strong>de</strong>l proletariado yespecialmente <strong>de</strong>l parlamentarismo. El pueblo trabajador, y especialmente el proletariado,<strong>de</strong> Rusia lleva a cabo la lucha revolucionaria por esos <strong>de</strong>rechos políticos y esas condicionescuya necesidad e importancia en la lucha por la emancipación <strong>de</strong> la clase obrera señalaronpor primera vez Marx y Engels, y por los cuales lucharon contra el anarquismo con todassus fuerzas en la Internacional. Así, <strong>de</strong> la dialéctica histórica, la roca sobre la que se apoyatoda la enseñanza <strong>de</strong>l socialismo marxista, resultó que hoy en día el anarquismo, con el cualestá indisolublemente asociada la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la huelga <strong>de</strong> <strong>masas</strong>, se ha vuelto en la prácticacontrario a ella. Por otro lado, la huelga <strong>de</strong> <strong>masas</strong>, que fue combatida como opuesta a laactividad política <strong>de</strong>l proletariado, aparece hoy como el arma más po<strong>de</strong>rosa <strong>de</strong> la lucha porlos <strong>de</strong>rechos políticos. Por lo tanto, si bien la Revolución Rusa hace imperativa la necesidad<strong>de</strong> una revisión fundamental <strong>de</strong> la antigua posición marxista sobre la cuestión <strong>de</strong> la huelga162
<strong>de</strong> <strong>masas</strong>, una vez más el método general y los puntos <strong>de</strong> vista <strong>de</strong>l marxismo son los quesalen ganadores, esta vez <strong>de</strong> una manera nueva. “A la amada <strong>de</strong>l moro sólo la pue<strong>de</strong> matarla mano <strong>de</strong>l moro.” 632. La huelga <strong>de</strong> <strong>masas</strong>, producto histórico y no artificialEn lo que hace a la cuestión <strong>de</strong> la huelga <strong>de</strong> <strong>masas</strong>, lo primero que la experiencia <strong>de</strong>Rusia nos lleva a revisar es la concepción general <strong>de</strong>l problema. En la actualidad, cuando yatodo se ha dicho y hecho, nos encontramos con que la posición <strong>de</strong> los más fervientes<strong>de</strong>fensores <strong>de</strong> “ensayar la huelga <strong>de</strong> <strong>masas</strong>” en Alemania, como Bernstein, Eisner, 64 etcétera, yla <strong>de</strong> los más enconados adversarios <strong>de</strong> esta i<strong>de</strong>a, como por ejemplo Bomelburg 65 en elcampo sindical, en la práctica resultan lo mismo, es <strong>de</strong>cir la concepción anarquista. Lospolos aparentemente opuestos no se excluyen uno al otro sino, como siempre suce<strong>de</strong>, secondicionan y al mismo tiempo se complementan. Pues el modo <strong>de</strong> pensar anarquista es laespeculación directa sobre el “gran Klad<strong>de</strong>radatsch”, * sobre la revolución social simplementecomo característica externa e inesencial. Lo esencial <strong>de</strong>l anarquismo es la concepciónabstracta, ahistórica, <strong>de</strong> la huelga <strong>de</strong> <strong>masas</strong> y <strong>de</strong> las condiciones en que generalmente selibra la lucha proletaria.Para el anarquista existen sólo dos cosas como supuestos materiales <strong>de</strong> susespeculaciones “revolucionarias”: primero la imaginación, y segundo la buena voluntad y elcoraje para rescatar a la humanidad <strong>de</strong>l valle <strong>de</strong> lágrimas <strong>de</strong>l capitalismo. Este caprichosomodo <strong>de</strong> razonar tuvo como resultado que hace sesenta años se concibiera la huelga <strong>de</strong><strong>masas</strong> como el camino más breve, seguro y fácil para saltar a un futuro social mejor. Elmismo modo <strong>de</strong> razonar originó recientemente la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que la lucha sindical era la única yverda<strong>de</strong>ra “acción directa <strong>de</strong> las <strong>masas</strong>”, y también la única lucha revolucionaria verda<strong>de</strong>ra.Esta, como sabemos, es la última posición <strong>de</strong> los “sindicalistas” franceses e italianos. Lofatal para el anarquismo fue siempre que los métodos <strong>de</strong> lucha improvisados en el aire soncomo invitaciones a una casa cuyo dueño está ausente, es <strong>de</strong>cir, son puramente utópicos.63 Tomado <strong>de</strong>l drama <strong>de</strong> Schiller Los bandidos.64 Kurt Eisner (1867-1919): editor y socialista alemán, miembro <strong>de</strong>l PSDU. Primer ministro <strong>de</strong> Bavaria en 1918,fue asesinado por un oficial <strong>de</strong>l ejército.65 Bomelburg (1862-1912): sindicalista alemán <strong>de</strong>l gremio <strong>de</strong> la construcción. En 1906, en el Congreso sindical<strong>de</strong> Colonia, estuvo en contra <strong>de</strong> la táctica <strong>de</strong> huelga política <strong>de</strong> <strong>masas</strong>.* Un gran ruido (N. <strong>de</strong>l T.)163
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