EUROESPAÑA

Los campeones de Europa de 1964, el
remate de Pereda que supuso el primer
gol de España a la URSS y un ataque de
Di Stéfano al marco polaco, en el 3-0 de la
vuelta, triunfo que clasificó a España para
cuartos, que no llegó a jugar ante la Unión
Soviética en 1960.
ocurrido en 1968, en 1976 superó la
fase de grupos para encontrarse también
en cuartos de final con Alemania
en eliminatoria directa a dos partidos.
España y la República Federal igualaron
(1-1) en el Vicente Calderón el 24
de abril de 1976, pero la vuelta fue mucho
más dolorosa. El 22 de mayo, dos
dianas de Uli Hoeness y de Toppmöllerr
noquearon a España. Las cosas mejoraron
en la siguiente Eurocopa, la de
Italia 1980. España solo sufrió una derrota
en la ronda preliminar, en la que
le tocó cruzarse con Yugoslavia, Rumanía
y Chipre. Ganó los dos encuentros
contra los chipriotas, inició la serie
con una victoria ante los yugoslavos en
el estadio Maksimir de Zagreb, derrotó
(1-0) en Valencia a Rumanía, con la
que igualó (2-2) en Craiova, y aunque
perdió con los yugoslavos (0-1) el encuentro
de vuelta en Mestalla logró el
billete para Italia. Allí las cosas no irían
demasiado bien.
Un “once” formado por Arconada;
Tendillo, Alexzanco, Migueli, Gordillo;
Saura, Zamora, Asensi; Dani, Quini
y Satrústegui se enfrentó en el primer
choque de la Eurocopa 1980 a Italia,
que ya empezaba a dar cuerpo a la formidable
“squadra” que ganaría el Mundial
de 1982. Formaron aquella tarde
en el estadio Giuseppe Meazza de Milán
por los italianos Zoff; Gentile, Scirea,
Collovatti (Benetti, 56’); Tardelli,
Oriali, Antognoni; Causio, Graziani y
Bettega. España e Italia no pasaron del
empate sin goles. En el segundo de esa
fase, la selección de Kubala ya no pudo
con la de Bélgica, que con dos goles
obra de Gerets y Cools hizo inútil el de
Migueli. Una nueva derrota, de nuevo
frente a Inglaterra ahora por 2-1 (Brooking,
Woodcok y Carrasco), selló la eliminación
de España.
En 1984 España alcanzó su segunda
final de la historia. Tuvo que jugar antes
de conseguirlo un total de 12 partidos,
enfrentado en la ronda preliminar a Islandia,
la República de Irlanda, Holanda
y Malta ante la que consiguió en una
noche histórica los 12 goles que proporcionaron
el milagroso pase del equipo
nacional a la fase final del Europeo que
se disputaba en Francia. Los comienzos
fueron decepcionantes para la selección,
que no pasó de sendas tablas
ante Rumanía (1-1) y Portugal (1-1).
Las cosas empezaron a mejorar precisamente
cuando más difíciles parecían
ponerse, en el tercero de los encuentros
frente a la República Federal de Alemania.
Un tanto de Maceda doblegó a los
germanos y cinco penaltis a los daneses
en semifinales, tras el 1-1 del tiempo reglamentado.
La final, sin embargo, fue
para Francia (2-0).
España llegó a la fase final de la Eurocopa
de 1988, después de un recorrido
cómodo por la fase de clasificación,
en la que solo cosechó una derrota ante
Rumanía en Bucarest. Vencedora en el
encuentro de ida ante los rumanos y
de los dos contra Islandia y Austria, la
selección empezó bien la ronda la ronda
decisiva del Torneo, imponiéndose
a Dinamarca (3-2), pero enturbió su carrera
con sendas derrotas en los dos siguientes,
la primera frente a Italia (1-
0) y la segunda ante los anfitriones del
Torneo, los alemanes (2-0).
La Eurocopa de 1992 tuvo dos desenlaces
inesperados: por uno, la llamada
urgente a la selección danesa para
que se incorporara como una de las de
la fase final para cubrir el puesto de la
sancionada Yugoslavia y, por otro, la
eliminación de España al negarse a jugar
el último encuentro de la fase preliminar
ante Albania, en Tirana. Como
es sabido, los jugadores de Dinamarca
fueron llamados a filas a todo correr
para el Campeonato que iba a disputarse
en Suecia y que, sorprendentemente,
acabaron ganando, tras empatar (0-
0) inicialmente ante Inglaterra, perder
(2-1) con los anfitriones y ganar (2-1)
en el encuentro decisivo a los franceses,
batir a los holandeses en la tanda
de penaltis (5-4), en la que el único jugador
“onraje” que falló fue el infalible
Marco Van Basten, y a los alemanes
(2-0), en la final. España no accedió a
esta ronda que concluyó sin disputar el
último encuentro ante Albania debido
al caos político social que reinaba en
el país. España acabó en tercera posición,
a seis puntos de Francia y cuatro
de Checoslovaquia.
Nada menos que catorce encuentros
disputó la selección española antes de
caer en los penaltis, ya en cuartos de
final, contra Inglaterra en el estadio de
Wembley en cuartos de final de la Eurocopa
de 1996. Chipre, Dinamarca, Macedonia,
Armenia y Bélgica fueron los
rivales de la ronda preliminar. España
se impuso en ocho de los diez encuentros,
empatando los otros dos. Marcó
25 goles y solo encajó cuatro. La fase
de grupos de la fase final también la
finalizó invicta. Igualó con Bulgaria y
Francia a un gol y se impuso a Rumanía
(1-2) para llegar a cuartos de final
ante el anfitrión. España estuvo a la altura
de lo demostrado hasta entonces
(en realidad, nadie consiguió vencerla),
pero erró en la tanda de penaltis
(4-1), despidiéndose del Torneo por la
puerta grande.
Doce encuentros jugó la selección en
la fase de clasificación de la Euro 2000,
celebrada en Bélgica y Holanda. El comienzo
no pudo ser peor pues aquel
equipo empezó con una sorprendente
derrota (3-2) en Chipre. El gran traspié
causó tal conmoción que le costó el
puesto a Javier Clemente, el seleccionador,
a quien sustituyó en el amistoso
siguiente ante Rusia (1-0) José Antonio
Camacho. La selección se desquitó
pronto en la fase de clasificación o
ronda preliminar, ganó en Ramat Gan
a Israel y hasta la fase final goleó con
estrépito a Austria (9-0), San Marino,
0-6 y 9-0, se vengó de Chipre (8-0) y
cerró su imponente reacción con otra
cómoda victoria sobre los israelitas (3-
0), en Albacete. No obstante empezó
mal la fase final, cayendo ante Noruega
en una pifia del guardameta Molina, se
rehízo (2-1) contra Eslovenia, batió (4-
3) a Yugoslavia en un encuentro electrizante
y que se le puso muy cuesta arriba
cuando a los 75’ Komljenovic situó
3-2 a los yugoslavos por delante. Vol-
El gol de Maceda a la RFA, que clasificó
para semifinales de la Euro de 1984.
España tardó dos
décadas en alcanzar
otra final, la de
París en 1984, y lo
consiguió tras dos
extraordinariamente
emotivos triunfos ante
LA RFA (gol de Maceda)
y DinamArca (tanda de
penaltis).
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