EUROESPAÑA
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La mejor noche<br />
de Pereda<br />
El 27 de octubre de 1965, el burgalés<br />
jugador del FC Barcelona se despachó<br />
con tres goles frente a la República<br />
de Irlanda, en el primer partido de la<br />
fase de clasificación para el Mundial<br />
de Inglaterra (1966). Era el 13º de los<br />
suyos con la selección.<br />
Pereda debutó con la selección española con 21 años, el 15/05/1960<br />
contra Inglaterra en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid.<br />
Formó parte del equipo que goleó (3-0) a Inglaterra con tantos de<br />
Eulogio Martínez (2) y Peiró. Le vemos, agachado, el primero de<br />
izquierda a derecha, junto a Eulogio Martínez, Di Stéfano, Peiró y<br />
Gento. De pie, Ramallets, Pachín, Garay, Gracia, Segarra y Vergés.<br />
El equipo de España que batió (2-1) en la prórroga a Hungría<br />
en semifinales de la Eurocopa de 1964. De pie, de izquierda a<br />
derecha, Iribar, Zoco, Olivella, Fusté, Calleja y Rivilla; agachados,<br />
Amancio, Pereda, Marcelino, Suárez y Lapetra. La misma<br />
formación se repetiría, exactamente colocados, además, en la final<br />
contra la URSS (foto siguiente). En la otra instantánea, vemos a<br />
Pereda marcándole el primer gol a los soviéticos, remate ante el<br />
que nada pudo hacer Yashine.<br />
La gran calidad de “Chus” nunca fue premiada como se merecía. En la final de la Eurocopa<br />
de 1964, el cabezazo de Marcelino que le dio el triunfo a España ante la URSS restó brillo<br />
a sus dos dianas: el primer gol a Hungría en semifinales y el primero DE la final.<br />
La historia suele ser caprichosa en sus evaluaciones.<br />
Hay sobrados ejemplos de que a la fama se llega por<br />
caminos muy cortos, privando de ella a quienes en el<br />
tramo medio han resultado incluso más efectivos. El Mundial<br />
de 1950 elevó directamente a los altares de los mitos<br />
de los aficionados a Telmo Zarra por el “solo” hecho de haberle<br />
marcado a Inglaterra el gol que supuso su eliminación<br />
en partido de la primera ronda del Grupo B de la fase final<br />
del Campeonato del Mundo. Aquella diana que derribó a<br />
“la pérfida Albion” como fue calificado convirtió a Telmo<br />
Zarra, que fue héroe y goleador excepcional durante años,<br />
en el jugador por excelencia del Torneo para los aficionados<br />
españoles. Poco importó que Estanislao Basora marcara los<br />
mismos tantos que el vizcaíno, cuatro, dos de ellos, los dos<br />
de la selección, ante la que, final y sorprendentemente, sería<br />
campeona del mundo: Uruguay.<br />
Jesús Pereda (Medina de Pomar, Burgos, 15 de junio de<br />
1938/ 27 de septiembre de 2011) vivió una situación semejante<br />
en la final de la Eurocopa de 1964, disputada por España<br />
a la URSSS el 21 de junio de 1964. De aquel partido<br />
salió directamente hacia la gloria el gallego ariete del Real<br />
Zaragoza Marcelino Iglesias. De la misma manera que nadie<br />
olvidó como Zarra metió el pie para fusilar al guardameta<br />
inglés Williams en el partido de Maracaná, nadie que lo<br />
hayas visto (uno tuvo la fortuna de disfrutarlo en el campo)<br />
ha olvidado el semi giro con el cuello con el que Marcelino<br />
alcanzó de cabeza el centro que Pereda le había metido y<br />
que sirvió para batir a Yashine, sorprendido en el fondo sur<br />
del estadio Santiago Bernabéu.<br />
El centro de Pereda selló la espléndida final del burgalés,<br />
que había adelantado a España con una volea a los 5’ a centro<br />
de Amancio. El partido y el título eran la continuación<br />
de aquella soberbia Eurocopa de “Chus”, que ante Hungría<br />
había abierto el marcador a los 35’ de partido. Los grandes<br />
elogios del Torneo los obtuvo, sin embargo, Marcelino, ejecutor<br />
de Yashine, pero que más allá del enorme valor de su<br />
histórico cabezazo no había hecho mejor Campeonato que<br />
Pereda. Pero estas cosas pasan.<br />
La carrera de Pereda estuvo marcada por su excelente<br />
rendimiento. Jugador del Medina de Pomar, localidad<br />
burgalesa en la que nació, a la que adoraba y publicitaba<br />
en cuanto podía, “Chus” jugó en el Indauchu entre 1956<br />
y 1958, pero no llegó a jugar en el Atlético de Bilbao por<br />
su condición de no vasco. Nada le impidió, no obstante,<br />
firmar por el Real Madrid en 1957, equipo que ya dominaba<br />
claramente el panorama español. Con aquel Madrid<br />
57/58 consiguió Liga y Copa de Europa. No obtuvo sitio,<br />
no obstante, entre aquella constelación de estrellas,<br />
de modo que tuvo que marcharse al Valladolid del que<br />
pasó al Sevilla, donde formó parte de una de las míticas<br />
delanteras de los hispalenses. La formaron Pereda, Antoniet,<br />
Diéguez, Agüero y Szalay. En 1961 firmó por el FC<br />
Barcelona con el que obtuvo dos Copas del Generalísimo,<br />
1963 y 1968, y la Copa de Ferias de 1966. Acabó su<br />
carrera en el Real Mallorca (1970/72), tras un breve paso<br />
por el Sabadell (1969/70) después de más de dos décadas<br />
jugando al fútbol .<br />
Extrovertido, cercano, alegre, Pereda fue internacional<br />
en 15 ocasiones. Debutó el 15 de mayo de 1960 frente<br />
a Inglaterra en un gran encuentro (3-0) de España, pero<br />
el mejor de sus partidos fue el 13º en el que se vistió la<br />
camiseta española. Una noche sevillana en el Sánchez<br />
Pizjuán, la del 27 de octubre de 1965, va para cincuenta<br />
años, ¡quién lo diría!, “Chus” Pereda se despachó con<br />
tres goles de los cuatro de España a la selección de la<br />
República de Irlanda, en el primero de los partidos de<br />
fase de clasificación del Mundial de Inglaterra (1966)<br />
al que no acudiría. Aquella noche inolvidable para el de<br />
Medina de Pomar, noche en la que debutó en el marco<br />
de España Antonio Betancort, Pereda abrió el marcador<br />
a los 39’, lo amplió a los 43’ y lo elevó hasta lo ya inalcanzable<br />
para los irlandeses a los 67’. Tres tantos en<br />
28’. Lapetra cerró la cuenta del 4-1 final a los 73. Fue<br />
la mejor noche de su vida.<br />
El 27 de septiembre se cumplirán cuatro años del fallecimiento<br />
de “Chus”, que fue también seleccionador, un jugador<br />
formidable al que no se rindió la justicia que merecía y<br />
un hombre extraordinariamente afable y afectuoso, un gran<br />
futbolista y una gran persona por usar un tópico, una vez<br />
más fiel calco de la realidad.<br />
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