Revista de Estudiantes de Filosofía Universidad de Los Andes ISSN 2357-3805
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<strong>de</strong> esfuerzo.<br />
L a C i c u t a | 20<br />
Lo que la feminista admite no es una creencia, es un juicio. El juicio según el cual<br />
hombres y mujeres tienen las mismas capacida<strong>de</strong>s. Pero al ajuste <strong>de</strong> sus creencias con su juicio<br />
no es gratuito, alinear los dos elementos implica que hagamos el esfuerzo <strong>de</strong> “vivir a la altura”<br />
(Schwitzgebel, 2010, p. 547) <strong>de</strong> nuestros juicios. Aquello que admitimos (los juicios) tiene el<br />
carácter <strong>de</strong> un compromiso. Una vez nuestro juicio cambia, <strong>de</strong>bemos empren<strong>de</strong>r una autoregulación<br />
que nos permita cambiar nuestras disposiciones para que concuer<strong>de</strong>n con él: “Our<br />
morally most important beliefs, however, the ones that reflect our values, our commitments, our<br />
enduring ways of viewing the world – they’re not like this. They change slowly, painfully,<br />
effortfully.” (Schwitzgebel, 2010, p. 547). 8<br />
Lo que Gendler le atribuye a los aliefs, Schwitzgebel se lo atribuye a las creencias: una<br />
ten<strong>de</strong>ncia a actuar <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminada manera. Así que Schwitzgebel también podría dar cuenta<br />
<strong>de</strong>l mecanismo <strong>de</strong> los prejuicios con su propuesta. <strong>Los</strong> rezagos prejuiciosos se dan porque <strong>de</strong><br />
los juicios no se sigue inmediatamente la reconfiguración <strong>de</strong> la estructura disposicional <strong>de</strong><br />
una persona:<br />
(…) if we settle ourselves comfortably with the thought that we believe correctly when we are<br />
merely disposed to judge correctly, we might fail to realize that we’re often steering quite wrong<br />
(…) so that our actions and reactions don’t reflect reality as we judge it to be. (Schwitzgebel,<br />
2010, p. 548)<br />
Con estas mismas herramientas también po<strong>de</strong>mos explicar los casos <strong>de</strong> creencias<br />
prejuiciosas. Aquí lo que tendríamos es una concordancia entre un juicio (negativo respecto a<br />
una categoría social) y una disposición a actuar.<br />
Schwitzgebel consi<strong>de</strong>ra que la división que Gendler hace entre aliefs y creencias es<br />
extremadamente artificial en la medida en que lo que está <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la distinción es la<br />
separación <strong>de</strong> un estado racional y sensible a la evi<strong>de</strong>ncia y un estado automático, asociativo<br />
y a-racional (Schwitzgebel, 2010, p. 539). Él consi<strong>de</strong>ra que nuestras respuestas habituales,<br />
automáticas y asociativas no necesariamente están divorciadas <strong>de</strong> nuestros mecanismos<br />
8<br />
Sé que el caso sigue siendo problemático porque no se específica que quiere <strong>de</strong>cir “‘vivir a la altura’ <strong>de</strong> nuestros<br />
juicios” (Schwitzgebel, 2010, p. 547). Uno pensaría que la feminista <strong>de</strong> la que estamos hablando ha cumplido con<br />
todas las condiciones que exige el compromiso <strong>de</strong> alinear su estructura disposicional con sus juicios. No me<br />
<strong>de</strong>tendré en esto porque sólo me interesa exponer la interpretación <strong>de</strong> Schwitzgebel, pero consi<strong>de</strong>ro que no se<br />
pue<strong>de</strong> pasar por alto este punto.