Ganesha-El-Dios-de-la-Sabiduria-Segunda-Parte-y-la-Iniciacion-del-Dragon

Nota: Las palabras entre corchetes son nuestras.
[*2] Algunos de los Doce Apóstoles son Maestros Liberados.
Mas lamentablemente, los bodhisattwas de los Apóstoles que
se cayeron y no se han levantado, al volver y reencontrarse con
el Bodhisattwa o Espíritu Santo de Nuestro Señor Jesús El
Cristo, o de otro Venerable Maestro Cristificado, no lo
reconocieron.
"A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron."
"Porque ni aun sus hermanos creían en Él..." (Juan
1:11; 7:5)
"No hay profeta sin honra sino en su tierra y en su
casa." (Mateo 13:57)
"24 Y dijo: De cierto os digo, que ningún profeta es
acepto en su tierra... 28 Entonces todos en la
sinagoga fueron llenos de ira, oyendo estas cosas; 29
Y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le
llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual la
ciudad de ellos estaba edificada, para despeñarle. 30
Mas Él, pasando por medio de ellos, se fué." (El
Santo Evangelio Según San Lucas 4:24, 28-30)
Del Bodhisattwa de Juan de Patmos el autor del Libro
del Apocalipsis nos dice Nuestro V.M. Samael Aun
Weor:
"En cierta ocasión, me tocó contemplar algo muy
importante: Tratábase nada menos que del
Bodhisattva del Maestro Yoani, [Juan] el Vidente
de Patmos. Claro, este Maestro Yoani, el Maestro
en sí, fue el que escribió el “Apocalipsis” de San
Juan (y yo lo descubrí), pero el Bodhisattva estaba
caído."
"Debe distinguirse, perfectamente, entre lo que es el
Maestro en sí mismo y lo que es su Bodhisattva. El
Bodhisattva del Vidente de Patmos, el autor del
ì“Apocalipsisî”, está en el lodo de la tierra, ¡y está
caído!, desgraciadamente está hundido entre el
Abismo, entre el lodo, durmiendo..."
"Y bien, en una ocasión repito (fue bastante
interesante), hube de ponerme en contacto con ese
Bodhisattva. Por aquellos días había ya
desencarnado, y tenía, en sus Cuerpos Internos,
metidos a todos los Yoes, que jamás había disuelto."
"Al darme la mano, después de muerto, lo sentí
muy frío, pues no había despertado el Fuego
Sagrado. Parecía un gigante enorme, gordo, obeso,
horrible, y dentro cargaba los Yoes, y esto me dejó
mucho que pensar..."
"Sin embargo, cuando uno contempla al Maestro,
al Vidente, al Ser, al que escribió el “Apocalipsis”,
¡ve uno cuán distinto es! Porque una cosa es el Ser y
otra cosa es el Bodhisattva. El Bodhisattva caído
carga dentro los agregados psíquicos, y eso es
lamentable, muy lamentable..."
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