Ganesha-El-Dios-de-la-Sabiduria-Segunda-Parte-y-la-Iniciacion-del-Dragon

Entre estos días (9 de Febrero y 11 de Abril, de 1986), el
Maestro Íntimo del Bodhisattwa del V.M. Thoth-
Moisés, recibió la Primera Iniciación de Misterios
Mayores, cuando estábamos cumpliendo la Misión
Gnóstica en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Le escribí en una carta a Nuestro V.M. Rabolú el relato
de toda esta Vivencia Esotérica con las siguientes
palabras:
Me salí conscientemente de mi cuerpo y me fui en busca
del Venerable Maestro Rabolú gritando por todas las
calles su nombre. Llegué a una casa blanqueada y lo
encontré a Usted Maestro en un taller donde algunos
hombres y mujeres sencillas trabajaban bajo su
orientación. Pregunté por el Maestro Rabolú y Usted
mismo me dijo:
- "¡Sí, aquí estoy, pase!"
Yo lo conjuré y Usted siguió igual.
Inmediatamente, en ese taller, me vi de cuerpo entero,
parado ante un espejo gigante, me vi cadavérico, como
recién salido de una tumba y con los ojos entreabiertos.
Enseguida le dije:
- "Maestro Rabolú, Usted nos ha pedido que
luchemos por salir conscientemente en cuerpo
astral para asistir a la Segunda Cámara, y aquí
estoy ante Usted en Astral Conscientemente".
(Desde estas épocas -año 1986-, ya le estaba dando la "Tarea" al
Venerable Maestro Rabolú, como consta y puede comprobarse en la
Carta que le escribí al Maestro y en Su respuesta también por
Carta, tal como nuestro Venerable y Amado Maestro Rabolú lo
empezó a solicitar poco tiempo después de la Desencarnación de
nuestro Venerable y Amado Maestro Samael Aun Weor, y hasta
poco antes de darse el Maestro (nuestro Venerable y Amado
Maestro Rabolú) "el lujo de desaparecer"...)
Luego me arrodillé ante Usted Maestro y me prosterné
en la posición Egipcia y le dije:
- "Aquí estoy Maestro, dígame qué es lo que debo
hacer, soy su soldado, su servidor".
Y Usted Maestro, con un niño a mi lado me dijo:
- "Con este signo que trazaré sobre tu frente (el
Signo del Infinito o Santo Ocho y encima -es decir,
sobre el Santo Ocho- La Cruz), despertará tu
Mente."
Y continuó enseguida Usted Maestro, diciendo:
- "Ahora, con mucho respeto, sin tocar el cuerpo,
haremos La Cruz desde aquí (desde la frente) hasta
aquí (hasta el sexo), y desde aquí (desde el hombro
izquierdo), hasta aquí (hasta el hombro derecho)".
Y entonces yo llorando de alegría cantaba:
"¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!"
Y el Maestro Rabolú, arrodillado junto a mí me decía:
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