BOLETÍN

BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA
no asisten a misa. Hay que entender que el ejercicio religioso no se trataba de una disposición
voluntaria o una decisión libérrima. Era sencillamente obligatorio y vuelve a
calificar en nuestro recorrido como supuesto de la unión cívico-religiosa. Hay algunas
excusas francamente hasta humorísticas como la de la marabina Margarita Guerra que
dice no tener vestido para asistir a misa. El obispo es práctico y la hace obtener una
limosna para que asista al oficio 44 . Lo mismo que a Bernarda Luzardo de Perijá, quien
ha ido a misa sólo una vez en el último año, y para quien también se disponen diez
pesos para vestidos para sus hijas 45 . Es tal el carácter obligatorio e irrenunciable de la
participación en los oficios religiosos y el ejercicio de la fe cristiana, que a los que no
se confiesan ante la Iglesia se les obliga a hacerlo, que les coacciona y se dispone de la
cooperación de la autoridad secular o civil, que en los casos de alguna persona negarse,
la autoridad intervendrá para forzar a la persona en lo que vuelve a armonizarse la
unión cívico-religiosa 46 .
Curiosamente se enumeran hasta pecados gastronómicos vinculados con la prohibición
de comer carne en los días de guardar. Así Joseph Manuel Villasmil es acusado
de comer carne todo el año por lo que el obispo lo advierte “de observar los días que
no se come carne” 47 . Excepcionales son los pecados de homosexualidad como los de
María Josephina Bohórquez, blanca, y de la mulata libre Concepción Carrasquero,
que “viven y duermen juntas, se piensa que cometen pecados” 48 , o los de zoofilia como
el del negro esclavo Alexandro N. de San Rafael de las Guasguas quien “tuvo una
bestialidad con una becerra” 49 . También el Libro personal registra un posible caso de
sadomasoquismo en que doña Brígida Barroeta, blanca y viuda de Trujillo, “se emborracha
y castiga a sus esclavas desnudas, así sea en frente de hombres” 50 . Obviamente no
falta el incesto como el atribuido al indio Juan Agustín Alvarado Colmenares de la
población de Hospino (sic) a quien el cura local acusa de haberse juntado con su hija
y haber procreado juntos un hijo. El pecado es negado por la hija quien aduce que el
vástago es producto de la unión con otro hombre. Ante eso, nuestro obispo, pese a
que los involucrados niegan haber cometido incesto, manda que
44
Ibídem, p. 210.
45
Ibídem, p. 261.
46
En Camatagua, Joseph Florencio Borrego tiene cinco años sin confesarse. El Obispo dispone que de no hacerlo “será
obligado por la justicia secular”. En: Obispo Mariano Martí, Documentos relativos a su visita… (Libro personal),
Tomo II, p. 516.
47
Obispo Mariano Martí, Documentos relativos a su visita… (Libro personal), Tomo I, p. 244.
48
Ibídem, p. 206.
49
Ibídem, p. 560.
50
Ibídem, p. 473.
34