Excodra XVI: La lucha

emarco el hecho de que por mucho que queramos algo a veces ni es destino
ni fatalidad ni batalla... las cosas ocurren sin que una tenga la sensación de
haber tenido que dejarse la piel en ellas.
Tu poesía es vitalista, existencialista, diría, creo que con ella sobre todo
nos llevas a lo que supone eso de tener uno una existencia. ¿Qué buscas
transmitir cuando escribes?
Entenderme. Asistir en primera persona cómo voy asimilando el paso de los
años, la transformación de los recursos emocionales en otros más livianos.
Tengo la sensación de ir simplificando progresivamente la gravedad de lo
inevitablemente mortal. Es el único destino donde nada podremos hacer.
Tengo este poema tuyo clavado, aquí en el pecho, y aquí va ­ahora te
pregunto­:
Mi habitación da a un patio
donde oigo voces
desde la cama.
Antes, eso era antes,
buscaba tras la ventana
el rastro de algún bosque
y una arboleda a lo lejos
hecha de memorias.
Y soñaba
sin cerrar los ojos
y dormía soñando que vivía…