La Tentación de Esquisto

| La Tentación de Esquisto. Capitalismo, democracia y ambiente en la Argentina no convencional
grupo de raigambre neofascista en el Obelisco de Buenos Aires: “Justicia
para Verónica Pelayes. Víctima del terrorismo mapuche”. En internet se
reanuda uno de los lemas del Foro por la defensa de la Patagonia: “Fuera los
separatistas. Queremos ver banderas argentinas”.
El último día del juicio, Ñamku ejerció su derecho a declarar: “Me
indigna verme obligada a contar mi intimidad públicamente, pero es importante,
que ustedes puedan comprenderme, conocerme… Si durante
este proceso se refieren a mí como Carol Soae es porque a mi nacimiento,
mi madre, una mujer mapuche, me dio en adopción. Incluso aunque crecí
en una casa feliz, algo me intranquilizaba, quería recuperar mi identidad.
Cuando terminé mis estudios aprendí el mapudugun [el idioma
mapuche] y posteriormente conocí a Martín, mi compañero actual. En
2003, vine a vivir con él en la comunidad. ¿Por qué? Porque teníamos
que defender el territorio. Allí, a pesar de que vivimos en una región rica,
no teníamos ni luz, ni agua, ni gas. Tampoco centro de salud, ni escuela.
Sufríamos una ausencia total del Estado”.
“Para nosotros, el sistema judicial, a menudo, está ausente: cuando
se solicita el plan de trabajo de la empresa o cuando se pide remediar los
daños medioambientales. Las denuncias que pusimos en el mismo tribunal
que hoy me juzga jamás han tenido respuestas positivas. ¿Por qué no
investigaron en aquel momento y por qué me persiguen ahora? No lo sé.
Pero no quiero que la respuesta sea porque somos indios, porque somos
pobres, porque soy una mujer… Mis hijos crecieron rodeados de policías.
Y ahora, ven a su madre en el banquillo de los acusados. Me duele que
ellos vean esto. Me duele que para nosotros, los mapuches, haya esto:
venir a sentarse aquí en esta silla… No soy yo, sino la empresa petrolera
la que debería estar sentada aquí. Es ella quien provocó este conflicto”.
Oportunismos
Siete miembros de la empresa, tres policías, cuatro médicos y un mapuche
son convocados a declarar por la acusación. Sin embargo, al final de
las audiencias, no existe evidencia de la participación directa de Maliqueo.
Tampoco existen pruebas de que la víctima estuviera en peligro, ni siquiera
de que Ñamku sea la persona que tiró la piedra en cuestión. La fiscal hace
marcha atrás: retira la denuncia en contra de Maliqueo y baja la acusación
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