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FIDAGH
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la diferencia, adaptándose a entornos
más amplios. Recordando a Darwin,
sólo a través de la integración de las
diferencias se logran nuevas realidades,
innovaciones y evoluciones.
Naturalmente, entornos como el descrito
exigen la capacidad de comunicarse y,
por tanto, el dominio de lenguas globales
como el inglés, idioma universal de los
negocios.
Otra competencia fundamental
en entornos globales de alta
interdependencia será la de tomar
decisiones oportunas y efectivas en
medio de abundancia de información
pero al mismo tiempo de mucha
incertidumbre, lo que supone la habilidad
de seleccionar, descartar y priorizar la
información relevante y la adecuada
gestión de los riesgos inherentes al
asunto.
El desarrollo de las competencias
antes mencionadas permitirá, por
ejemplo, aprovechar de mejor forma
las oportunidades que dichos entornos
abiertos ofrecen a los profesionales
y también, enfrentar con decisión
los riesgos de la globalización de los
mercados laborales.
Una de esas grandes ventajas la
representan las extraordinarias
oportunidades que en términos de
aprendizaje y desarrollo traen tales
ambientes laborales, en los que el
acceso a conocimientos y prácticas de
clase global es más fácil, lo que impulsa
la nivelación por lo alto de las empresas.
En cuanto a la regulación, otro beneficio de
la globalización es la internacionalización
de los estándares laborales, por lo que
organismos como la OIT tienen y tendrán
mayor protagonismo. Esto, sin embargo,
puede ser una desventaja importante
para empresas con precarias estrategias
laborales.
Sin embargo, también se identifican
algunos riesgos derivados de la
globalización de los mercados laborales.
Un riesgo para el que todo profesional
debe alistarse es la vertiginosa
velocidad de los cambios, lo que
desafiará la capacidad de adaptación,
des aprendizaje y reinvención continua
de los empleados, como condición para
afianzar una carrera profesional exitosa.