AguaTinta N° 26
La Danza - Julio de 2017
La Danza - Julio de 2017
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María Eugenia Undurraga:<br />
“La práctica musical corporal puede llevar a algo que no tiene fin”<br />
“La educación por y para el ritmo es capaz de despertar el<br />
sentido artístico de todos los que se someten a ella”.<br />
Émile Jacques-Dalcroze.<br />
Profesora de enseñanza de la Rítmica en la Academia<br />
de Música de la comuna de Evere, de Bruselas, María<br />
Eugenia Undurraga, diplomada en el Instituto Jean<br />
Dalcroze de la capital belga, posee una experiencia cercana<br />
a las tres décadas en el método desarrollado, hace más de<br />
cien años, por el músico y pedagogo suizo Emile Jaques-<br />
Dalcroze, precursor de la asociación entre el ritmo y el<br />
movimiento como resumen de la originalidad profunda<br />
del pensamiento.<br />
Según Dalcroze, la práctica de la rítmica –disciplina<br />
muscular del ritmo, el movimiento y la música– es<br />
accesible a todos, puesto que todos poseemos facultades<br />
de imaginación y expresión, así como la capacidad de<br />
desarrollar estas facultades. El niño o niña formado en<br />
este método es capaz de realizar la organización rítmica de<br />
cualquier trozo musical. No se trata de “gimnasia rítmica”,<br />
sino de una formación musical de base que permite<br />
la adquisición de todos los elementos de la música. El<br />
“Método Dalcroze” pretende, igualmente, la percepción<br />
del sentido auditivo y la posterior expresión corporal de<br />
lo percibido, ya que el cuerpo, instintivamente, traduce<br />
en gestos y movimientos el ritmo de cualquier canción<br />
escuchada.<br />
¿Por qué se interesó en el Método Dalcroze de la<br />
rítmica?<br />
Dalcroze fue un virtuoso del piano que trabajó con<br />
la bailarina estadounidense Isadora Duncan y que, muy<br />
temprano, se dio cuenta de que para aprender música no<br />
bastaba con tener habilidades técnicas, o sea, tocar bien,<br />
sino que había que tener, al mismo tiempo, un desarrollo<br />
muscular, psicomotor y emocional. Todos, elementos que<br />
se plasmaban en un trabajo dentro del espacio. Entonces<br />
él unió tiempo, espacio y ritmo. Esa fusión fue la que me<br />
interesó, porque integraba la danza, la música, la expresión<br />
corporal, el teatro.<br />
A mitad de mi formación comencé a realizar prácticas<br />
porque me interesaba mucho trabajar en los sectores<br />
más diversos posibles. Así es que cuando terminé mis<br />
estudios, en el año 88, me fui a trabajar a las academias<br />
y a los centros de acogida de minusválidos mentales. En<br />
la actualidad realizo mi trabajo con niños de las escuelas<br />
primarias [entre 5 y 12 años]. Me especialicé en ese<br />
sector porque creo fundamental reconocer la importancia<br />
de la inteligencia rítmica en los niños, como elemento<br />
de equilibrio y armonía para un buen desarrollo como<br />
individuos y entes sociales.<br />
¿Cómo fue la experiencia de trabajar con niños<br />
minusválidos mentales? ¿Qué resultados concretos se<br />
desprenden tras la aplicación de la metodología?<br />
Trabajé durante dos años con niños diagnosticados<br />
con trastornos por déficit de atención, con hiperactividad<br />
severa, autistas y con graves deficiencias. La idea era<br />
aportar cursos que no estaban contenidos en el programa<br />
tradicional, como rítmica, música, expresión corporal,<br />
cerámica, deportes, para que tuvieran a posteriori la<br />
posibilidad de encaminarse en la vida. Era un proyecto<br />
totalmente autónomo, es decir, no estaba inscrito en un<br />
plan estatal. El trabajo era bastante difícil, sobre todo<br />
porque yo era muy joven. Era muy complicado trabajar con<br />
niños autistas, había algunos que eran muy violentos junto<br />
a otros muy pacíficos; había que acostumbrarse a que de<br />
pronto te tiraran cosas a la cabeza, o que te quisieran atacar<br />
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