AguaTinta N° 26
La Danza - Julio de 2017
La Danza - Julio de 2017
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p Niños en ejercicios de la clase de Rítmica, a cargo de la profesora María Eugenia Undurraga.<br />
Una segunda parte implica ejercicios sobre un ritmo<br />
específico, con la representación corporal de las negras,<br />
las corcheas. En otras, es la inmersión musical misma,<br />
donde deben percutir, caminar, formar grupos, imaginar y<br />
dar una dimensión corporal al ritmo. O sea, entender que<br />
una negra es el equivalente a un tiempo. Pero, ¿un tiempo<br />
en relación a qué? Y comprender que va a serlo en relación<br />
a lo que todos decidamos que va a ser en ese momento.<br />
Sin embargo, entenderlo intelectualmente no es suficiente.<br />
Cuando le dices a los niños “este tiempo es el equivalente<br />
a una negra”, racionalmente les queda claro; pero para que<br />
sea integrado, organizamos juegos.<br />
Cuando todas esas competencias están más o<br />
menos bien instaladas, pasamos a la tercera etapa que<br />
es la implementación de todo ello. Ya di la materia, ahora<br />
tenemos que ver cómo nos podemos organizar para<br />
imaginar una pequeña secuencia en la que se pueda ver<br />
ese ritmo, pero sin nombrarlo, sin percutir. Los niños<br />
crean una pequeña coreografía, para la que es necesario<br />
que hayan integrado el tiempo y su implementación en el<br />
espacio.<br />
La última etapa es la conclusión final, que<br />
generalmente la hacemos cantando. Agregamos elementos<br />
para complementar el trabajo estético, que sea bello y que<br />
todo el mundo se sienta bien. Yo los hago cantar mucho, me<br />
interesa todo el trabajo auditivo, el aprendizaje de notas,<br />
y cantamos todos por igual. Muchas veces los padres me<br />
dicen “pero si mi hijo/a canta tan mal, es desafinado/a”; y<br />
yo les digo que no es que cante mal o desafinado, pasa que<br />
entre lo que sale de su interior y lo que escucha hay una<br />
diferencia, pero eso es un ajuste que se va haciendo poco a<br />
poco. Y lamentablemente, los niños no lo ejercitan porque<br />
alguien les dice que cantan desafinado o consideran que la<br />
canción es fea y eso los desmotiva y no cantan más.<br />
¿Cuáles son los objetivos a mediano y largo plazo?<br />
Eso es infinito. En el fondo el aspecto más interesante<br />
de la rítmica es que la práctica musical corporal te puede<br />
llevar a algo que no tiene fin. Porque el movimiento y el<br />
trabajo corporal siempre se van alimentando, no hay<br />
límite. Ahora, como profesora de una institución, donde<br />
mi trabajo con los niños tiene una duración de tres años,<br />
pensando que comienzo con ellos cuando tienen cinco<br />
años y los dejo con ocho, debo tener un programa anual,<br />
con un final en el último año, en que los niños demuestren<br />
una serie de adquisiciones y competencias que les van a<br />
permitir hacer música, danza o teatro, o simplemente no<br />
hacer nada si no les apetece seguir una línea artística. Mi<br />
objetivo es que, al fin de esos tres años, los niños logren un<br />
desarrollo emocional, corporal, auditivo y de adquisiciones<br />
técnicas que los dejará con una base para luego –si lo<br />
desean– iniciar estudios de solfeo.<br />
Todas estas competencias se van adquiriendo por<br />
etapas. Por ejemplo, en primer año tienen que aprender<br />
a caminar con un ritmo, parar y recomenzar en el tiempo<br />
que se les da. Aprenden a ocupar el espacio, a trabajar<br />
en grupo y adquirir la precisión en la ejecución de los<br />
ritmos. Aprender las bases de una cierta noción estética,<br />
porque los niños son muy sensibles a eso, al que las cosas<br />
sean bonitas o no, que suenen bien o no. Y, en segundo y<br />
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