Revista Papalote Edición 15

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Por: Sandra Lorena Zúñiga / Fotografía: Manuel Parra C.
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TIERRADENTRO
El plan turístico para mitad de año
En inmediaciones de los municipios de Belalcázar e Inzá, en el oriente del departamento del
Cauca, a unos 114 kilómetros o 4 horas y media de camino desde Popayán, encontramos el Parque
Arqueológico Nacional de Tierradentro, que constituye una de las reservas arqueológicas más
importantes de Colombia.
El Parque Arqueológico Nacional de Tierradentro
fue declarado, en 1995, por la unesco, como Patrimonio
de la Humanidad por ser un importante
reservorio de la cultura precolombina, que ha sido
conservado por el pueblo Nasa o Páez, comunidad
indígena, que habita el departamento del Cauca
en la zona andina del suroccidente colombiano.
Los vestigios se concentran especialmente en
los alrededores de la población de San Andrés de
Pisimbalá. Las tumbas se localizan en varios sitios,
siendo el más representativo Segovia, que queda
a 20 minutos a pie de los museos. Los vestigios arqueológicos
incluyen tumbas subterráneas o hipogeos,
y estatuas de piedra, que dentro del parque
se agrupan en cinco zonas: Alto del Aguacate, Alto
de San Andrés, Loma de Segovia, Alto del Duende y
el Tablón. Las instalaciones del Parque cuentan con
un museo arqueológico y uno etnográfico.
Este resulta ser un plan muy familiar y ecoturístico,
ya que el recorrido consta de una caminata
que cruza planicies y montañas de agradable vegetación
y tupida presencia de animales silvestres.
Las reliquias arqueológicas de Tierradentro están
constituidas por estatuas de piedra, suntuosos
templos subterráneos labrados en la roca viva y
decorados profusamente con pintura de varios
colores de motivos geométricos, cerámica y otros
objetos hallados en las tumbas.
Los hipogeos o tumbas colectivas monumentales
con cámaras subterráneas, reproducen el interior de
viviendas, donde se practicaban entierros secundarios
de huesos exhumados en urnas. Sus paredes están
decoradas con diseños antropomorfos, geométricos
y zoomorfos de lagartijas, serpientes y ciempiés
en colores rojo, negro y blanco.
También se conoce que los constructores de estos
hipogeos realizaban entierros primarios, para
lo que excavaban tumbas de pozo poco profundas
con una pequeña cámara lateral, donde colocaban
objetos como metales, manos de moler, collares
y vasijas de cerámica. Las tumbas e hipogeos se
agrupan en cementerios, ubicados en cimas de
colinas aplanadas para tal fin o en los filos de las
montañas, cerca de los lugares de vivienda.
El municipio de Inzá y particularmente su
corregimiento San Andrés, constituyen la región
donde se localizan las reliquias más notables
y donde han tenido su asiento las comisiones
de técnicos que se han ocupado del estudio de
esta cultura arqueológica.
El transporte es fácil desde Popayán, salen varios
buses al día, pero solo algunos llegan hasta
San Andrés de Pisimbalá (donde puede hospedarse
a cómodas tarifas que van desde los 30
mil pesos), de lo contrario debe caminar unos
cinco kilómetros hasta el pueblo o el museo.
El viaje de Popayán hasta San Andrés dura
aproximadamente 5 horas, se trata de una carretera
destapada con paisajes inigualables, por
donde puedes transitar atravesando tierras de
los indígenas paéces. Este recorrido, además de
llenarnos de cultura y tradición, nos deja en la
mente infinidad de pensamientos sobre nuestro
legado en la tierra.
El dato:
En 2007 fue elegida como una de las 7 Maravillas
de Colombia, quedando en el 6º lugar. En el
año 2008 la publicación Revista Viajes & Aventura
y sus lectores eligieron este parque arqueológico
como la 4ª Maravilla Arqueológica de Colombia.