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SELECCIONES <br />
5 kilómetros de mar abierto conduce<br />
al inmenso golfo de México.<br />
Durante la primera mitad de la <strong>carrera</strong>,<br />
Hana y Ron persiguieron al hermano<br />
de este, Shane Gaston, quien<br />
navegaba en un catamarán idéntico.<br />
Las condiciones son ideales: vientos<br />
fuertes y aguas tranquilas. Cerca de<br />
las 2:00 p. m., cuando llegan a la línea<br />
de meta, Hana voltea para ver que el<br />
hermano de Ron se encuentra a un<br />
minuto de ellos.<br />
“¡Oye! ¡Ganamos!”, celebra ella.<br />
Por lo general, al terminar la <strong>carrera</strong>,<br />
las tripulaciones dejan las embarcaciones<br />
en el puerto de la isla Dauphin<br />
para asistir a la ceremonia de premiación<br />
y una noche de descanso. No obstante,<br />
los hermanos Gaston optan por<br />
navegar a casa, seguros de poder hacerle<br />
frente a la <strong>tormenta</strong>. Otros participantes<br />
toman la misma decisión. Los<br />
hermanos avanzan hacia el norte por<br />
la costa oeste de la bahía.<br />
Poco antes de las 3:00 p. m., Ron<br />
y Hana ven las gigantescas nubes de<br />
la <strong>tormenta</strong> que se acercan desde el<br />
oeste. “Quizá nos mojemos un poco”,<br />
afirma él, subestimando la situación.<br />
La <strong>tormenta</strong>, que se formó en Texas,<br />
ha cruzado tres estados antes de llegar<br />
a la bahía de Mobile. En la oficina<br />
del SMN, los expertos observan la trayectoria<br />
en el radar. Jason Beaman,<br />
meteorólogo encargado de coordinar<br />
las alertas emitidas por la oficina, advierte<br />
algo inusual: el fenómeno gana<br />
fuerza en lugar de disiparse rápidamente.<br />
“Era como un motor, como<br />
una máquina que no se detenía”, aseveró<br />
el experto tiempo después.<br />
BAJO EL PUENTE de la isla Dauphin,<br />
que mide unos 5 kilómetros y enlaza<br />
MIENTRAS EL VIENTO ARRASTRA EL BOTE,<br />
RON SE ENFRENTA A UN VERDADERO<br />
DILEMA: SOLTAR LA NAVE O A HANA.<br />
con la península, la joven Sarah Gaston,<br />
de 17 años, lucha por controlar<br />
un pequeño bote junto con Jim Gates,<br />
de 74, su compañero de travesía<br />
y amigo de la familia. El viento y la<br />
lluvia azotan con fuerza.<br />
“En ese punto, buscábamos cualquier<br />
área de tierra”, contaría Sarah<br />
más tarde. “Pero todo estaba blanco.<br />
No podíamos en<strong>contra</strong>r tierra firme.<br />
Ni siquiera podíamos ver el puente”.<br />
Más al norte, los hermanos Gaston<br />
y Hana se acercan al Buccaneer Yacht<br />
Club, ubicado en la costa oeste.<br />
Los rayos empiezan a caer. “No toques<br />
nada metálico”, advierte Ron. Se<br />
acurrucan bajo el trampolín, la cubierta<br />
de tela entre los dos cascos.<br />
96 | 05•2018
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