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Edición 25 de mayo de 2018

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Realidad Nacional<br />

18 Viernes <strong>25</strong> <strong>de</strong> <strong>mayo</strong> <strong>de</strong> <strong>2018</strong> Diario Co Latino<br />

El Salvador: la segunda mitad <strong>de</strong>l siglo XX (III)<br />

Luis Armando González<br />

Es indudable que, con la Constitución <strong>de</strong> 1950, se trataba<br />

<strong>de</strong> un gran paso a<strong>de</strong>lante en materia social y laboral.<br />

No sólo se anunció por primera vez un “Régimen<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos sociales”, sino que ese régimen orientó el<br />

quehacer sociolaboral y estatal, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ese momento<br />

hasta prácticamente el fin <strong>de</strong> la guerra civil (1992),<br />

que es cuando se comienza a revertir la lógica<br />

estatal-sociolaboral implementada con Osorio.<br />

El gran límite <strong>de</strong> este proyecto <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo es<br />

que lo impulsan los militares, lo cual impi<strong>de</strong> que<br />

sus conquistas en materia <strong>de</strong> bienestar social sean<br />

también conquistas en materia <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocratización<br />

política. Es <strong>de</strong>cir, los militares se siguen concibiendo<br />

no sólo como garantes y gestores <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l país,<br />

sino como una instancia aparte –cuyos miembros gozan <strong>de</strong>l fuero<br />

militar (Art. 93), no sujeta a la vigilancia y al control <strong>de</strong> otros<br />

sectores sociales y políticos. Este po<strong>de</strong>r real que ellos <strong>de</strong>tentan,<br />

hace <strong>de</strong> la separación <strong>de</strong> po<strong>de</strong>res –reconocida por la Constitución<br />

<strong>de</strong> 1950— algo vacío. En la práctica, el Po<strong>de</strong>r Ejecutivo, <strong>de</strong>trás<br />

<strong>de</strong>l cual se encuentra el estamento militar, tiene la última palabra<br />

en todo lo que concierne a la dirección política <strong>de</strong> la sociedad<br />

salvadoreña, tal como se pone <strong>de</strong> manifiesto el Artículo 112,<br />

que da a la Fuerza Armada no sólo la atribución <strong>de</strong> mantener el<br />

or<strong>de</strong>n público, sino <strong>de</strong> garantizar los <strong>de</strong>rechos constitucionales.<br />

Formalmente, las atribuciones <strong>de</strong> los diputados son envidiables,<br />

siendo un buen ejemplo <strong>de</strong> ello el numeral 11º, <strong>de</strong>l Artículo 46,<br />

en virtud <strong>de</strong>l cual la Asamblea Legislativa pue<strong>de</strong> “<strong>de</strong>clarar con no<br />

menos <strong>de</strong> dos tercios <strong>de</strong> los votos <strong>de</strong> los representantes electos, la<br />

incapacidad física o mental <strong>de</strong>l Presi<strong>de</strong>nte y Vice-Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la<br />

República y <strong>de</strong> los funcionarios electos por la Asamblea, para el<br />

ejercicio <strong>de</strong> sus cargos, previo dictamen unánime <strong>de</strong> una comisión<br />

<strong>de</strong> cinco médicos nombrada por la Asamblea”.<br />

Y lo mismo pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial que, aunque se<br />

lo amarra a la Asamblea Legislativa –que es la que elige por votación<br />

nominal y pública a los miembros <strong>de</strong> la Corte Suprema <strong>de</strong><br />

Justicia— y al Ejecutivo –al que <strong>de</strong>be remitir el proyecto <strong>de</strong> su<br />

presupuesto, al que aquél pue<strong>de</strong> hacerle modificaciones que juzgue<br />

necesarias— se le otorgan importantes mandatos, comenzando<br />

por su potestad <strong>de</strong> “juzgar y hacer ejecutar lo juzgado en materias<br />

constitucional, civil, penal, mercantil y laboral, así como en<br />

otras que <strong>de</strong>termine la ley” (Art. 81), y siguiendo con los dos importantes<br />

Artículos 95 y 96. En efecto, mientras que el primero<br />

<strong>de</strong> esos dos artículos otorga a los tribunales la facultad <strong>de</strong> <strong>de</strong>clarar<br />

la inaplicabilidad <strong>de</strong> cualquier ley o disposición <strong>de</strong> los otros Po<strong>de</strong>res<br />

contraria a los preceptos constitucionales, el segundo establece<br />

que la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia será el único tribunal “competente<br />

para <strong>de</strong>clarar la inconstitucionalidad <strong>de</strong> las leyes, <strong>de</strong>cretos<br />

y reglamentos, en su forma y contenido, <strong>de</strong> un modo general<br />

y obligatorio, y podrá hacerlo a petición <strong>de</strong> cualquier ciudadano”.<br />

Sin embargo, el Estado militarizado era un límite insuperable<br />

para que la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia pudiera asumir, con plena<br />

autonomía, la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la Constitución política. Esto fue así <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

este momento, en el que el Estado militarizado adquiere contornos<br />

bien <strong>de</strong>finidos, hasta la crisis política <strong>de</strong>l 15 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong><br />

1979, cuando se produce el último golpe <strong>de</strong> Estado en la historia<br />

contemporánea <strong>de</strong> El Salvador. Des<strong>de</strong> los años cincuenta hasta el<br />

cierre <strong>de</strong> los años setenta, no hubo en El Salvador una subordinación<br />

<strong>de</strong> la fuerza a la ley o, cuando menos, un equilibrio entre ellas,<br />

sino un sometimiento <strong>de</strong> la ley a la fuerza.<br />

Los militares tenían la fuerza –es <strong>de</strong>cir, el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> las armas—,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cual no sólo podían hacer con la ley lo que les viniera<br />

en gana, sino pisotearla cuando lo estimaran pertinente. De<br />

tal modo que el supuesto fundamental <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho –el<br />

imperio <strong>de</strong> la ley y la sujeción <strong>de</strong> todos los miembros <strong>de</strong> la sociedad<br />

a la misma— no tenía vigencia en un esquema <strong>de</strong> convivencia<br />

en el cual un sector <strong>de</strong>l país tenía a su disposición un recurso que<br />

le permitía ponerse por encima <strong>de</strong> la ley. Con los militares no aplicaba<br />

en lo absoluto el principio <strong>de</strong> dura lex, sed lex, porque ellos<br />

estaban más allá <strong>de</strong> la ley cada vez que esta se les tenía que aplicar.<br />

Esto fue particularmente claro en la década <strong>de</strong> los años setenta,<br />

cuando la violación a los preceptos fundamentales <strong>de</strong> la Constitución<br />

–así como <strong>de</strong> normas internacionales <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos humanos—<br />

fue obra <strong>de</strong> los cuerpos militares <strong>de</strong>l Estado, a los cuales<br />

fue imposible someter al imperio <strong>de</strong> la ley.<br />

En suma, el proyecto <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo nacional impulsado por<br />

Osorio adquirió su perfil propio a medida que el gobierno<br />

fue concretando sus propuestas. Para la puesta en marcha<br />

<strong>de</strong>l mismo, el Estado tuvo que asumir una función<br />

más activa en materia económica –inversiones,<br />

subsidios industriales, control <strong>de</strong> precios,<br />

créditos para los pequeños empresarios, diversificación<br />

agrícola— y en materia social –aplicación<br />

<strong>de</strong> la legislación laboral, extensión <strong>de</strong> la<br />

educación pública, creación <strong>de</strong> instituciones que<br />

aseguraran el bienestar social básico 1 —. El sucesor<br />

<strong>de</strong> Osorio, el teniente coronel José María Lemus<br />

(1956-1960), quiso continuar con su proyecto. En efecto,<br />

Lemus –electo como candidato <strong>de</strong>l partido <strong>de</strong> los militares, el<br />

PRUD 2 — trató <strong>de</strong> profundizar las reformas iniciadas por Osorio,<br />

al tiempo que quiso ser más tolerante en el plano político.<br />

En este sentido, permitió el regreso al país <strong>de</strong> todos los exiliados,<br />

prometió el respeto a los <strong>de</strong>rechos individuales y colectivos,<br />

y <strong>de</strong>rogó a la Ley <strong>de</strong> Defensa <strong>de</strong>l Or<strong>de</strong>n Democrático y Constitucional,<br />

<strong>de</strong> claro corte anti<strong>de</strong>mocrático. Esta relativa tolerancia<br />

<strong>de</strong>l nuevo gobierno alentó la actividad organizativa sindical y<br />

política, a lo cual se añadió tanto el empeoramiento <strong>de</strong> la situación<br />

económica, <strong>de</strong>bido al ciclo <strong>de</strong>presivo <strong>de</strong> la economía mundial,<br />

como el impacto <strong>de</strong> la revolución cubana <strong>de</strong> 1959 en el ámbito<br />

universitario 3 .<br />

Obviamente, el gobierno <strong>de</strong> Lemus no estaba dispuesto a verse<br />

<strong>de</strong>sbordado por las movilizaciones sindicales, estudiantiles y <strong>de</strong><br />

distintos sectores <strong>de</strong> la clase media, proclives a radicalizarse en sus<br />

<strong>de</strong>mandas. El año <strong>de</strong> 1959 fue particularmente difícil para Lemus.<br />

Las expectativas oficiales <strong>de</strong> avanzar hacia un proceso <strong>de</strong> integración<br />

centroamericana –auspiciado por EEUU— no se correspondían<br />

con un país en el que se vivía un clima <strong>de</strong> efervescencia<br />

en contra <strong>de</strong>l gobierno. Mientras un grupo <strong>de</strong> militares cercanos a<br />

Osorio conspiraban <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el “PRUD-Auténtico”, los comunistas<br />

impulsaban una doble estrategia: por un lado, alentaban la creación<br />

<strong>de</strong> una amplia alianza <strong>de</strong>mocrática, concretada en el Movimiento<br />

Revolucionario Abril y Mayo (PRAM) y, por otro, trabajaban<br />

en la formación <strong>de</strong> cuadros militares que posteriormente<br />

(en 1961) darían vida al Frente Unido <strong>de</strong> Acción Revolucionaria<br />

(FUAR). Distintos grupos comenzaron a “plantear la necesidad<br />

<strong>de</strong> que se celebrasen elecciones verda<strong>de</strong>ramente libres, que los civiles<br />

sustituyeran a los militares en el gobierno y los distintos cargos<br />

públicos como las gobernaciones <strong>de</strong>partamentales y los puestos<br />

diplomáticos, y que se realizara una reforma agraria radical” 4 .<br />

El reformismo y la apertura tenían unos costos que Lemus no<br />

estaba dispuesto a asumir. Así, el gobierno se endureció: disolvió<br />

por la fuerza las concentraciones populares, el 2 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong><br />

1960 asaltó la Universidad Nacional y <strong>de</strong>cretó Estado <strong>de</strong> sitio. La<br />

violencia con la que se asaltó la Universidad Nacional es reveladora<br />

<strong>de</strong>l endurecimiento <strong>de</strong>l gobierno.<br />

“El 2 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1960 –relata Juan Mario Castellanos—<br />

los partidos políticos opositores salvadoreños, la AGEUS y las<br />

dirigencias <strong>de</strong> los sindicatos comunistas trataron <strong>de</strong> realizar una<br />

concentración masiva <strong>de</strong> protesta en San Salvador, primero en el<br />

parque Libertad y luego en frente al predio que había ocupado el<br />

edificio central <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> El Salvador. Algunos estudiantes<br />

y manifestantes vociferaron consignas injuriosas contra<br />

Lemus, su familia y el gobierno militar. Fueron reprimidos por la<br />

Policía uniformada y <strong>de</strong> civil con bombas lacrimógenas y disparos<br />

<strong>de</strong> armas <strong>de</strong> fuego. Grupos <strong>de</strong> estudiantes y profesores buscaron<br />

refugio en las oficinas centrales <strong>de</strong> la Universidad, ubicadas<br />

<strong>de</strong> manera provisional en el antiguo edificio <strong>de</strong>l antiguo Sagrado<br />

Corazón… Las instalaciones fueron allanadas por la Policía, vejándose<br />

<strong>de</strong> manera bárbara a estudiantes, empleados y autorida<strong>de</strong>s<br />

académicas. El rector, Dr. Napoleón Rodríguez Ruiz, el secretario<br />

Dr. Cuéllar Milla y el tesorero <strong>de</strong>l máximo centro <strong>de</strong> estudios resultaron<br />

con golpes y fracturas. El empleado <strong>de</strong> la librería universitaria,<br />

Mauricio Esquivel, murió a consecuencia <strong>de</strong> los golpes recibidos<br />

en una <strong>de</strong> las bartolinas <strong>de</strong> la Policía” 5 .<br />

Este proce<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l gobierno generó un movimiento <strong>de</strong> resistencia<br />

aglutinado en torno al Frente Nacional <strong>de</strong> Orientación Cívica,<br />

formado por partidos políticos <strong>de</strong> oposición, asociaciones<br />

estudiantiles y sindicatos. El Frente Nacional <strong>de</strong> Orientación Cívica<br />

preparó y ejecutó el golpe <strong>de</strong> Estado <strong>de</strong>l 26 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1960<br />

en contra <strong>de</strong> Lemus; el golpe dio lugar a la instalación <strong>de</strong> una Junta<br />

<strong>de</strong> Gobierno, integrada por civiles y militares 6 , que se mantuvo<br />

en el po<strong>de</strong>r hasta el 6 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1961. Un aire <strong>de</strong>mocratizador<br />

se hizo sentir en el país, con la junta instalada a partir <strong>de</strong>l golpe<br />

<strong>de</strong> Estado <strong>de</strong>l 26 <strong>de</strong> octubre, pues la misma pretendía restablecer<br />

la legalidad y promover un proceso <strong>de</strong>mocrático y constitucional<br />

que <strong>de</strong>sembocaría en un evento electoral libre 7 .<br />

El sector mo<strong>de</strong>rado y <strong>de</strong>mocrático <strong>de</strong> la Fuerza Armada intentaba<br />

propiciar los cambios políticos que amplios sectores sociales<br />

<strong>de</strong>mandaban con urgencia. Pero solo se trató <strong>de</strong> un intento,<br />

ya que el proyecto que recién se iniciaba fue abortado cuando<br />

la Junta fue <strong>de</strong>rrocada con otro golpe <strong>de</strong> Estado, efectuado el 6 <strong>de</strong><br />

febrero <strong>de</strong> 1961, que llevó a la instauración <strong>de</strong>l Directorio Cívico<br />

Militar 8 , fuertemente influido por el gobierno <strong>de</strong> Estados Unidos,<br />

que, bajo el mandato <strong>de</strong> J. F. Kennedy, promovía en América Latina<br />

reformas encaminadas a contener el avance la revolución cubana.<br />

La Junta <strong>de</strong> Gobierno <strong>de</strong>rrocada pretendía realizar una reforma<br />

política que potenciara el avance <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia; el Directorio<br />

Cívico Militar, al tiempo que buscaba consolidar el po<strong>de</strong>r militar<br />

sobre el Estado, pretendía realizar reformas económicas y sociales<br />

que estuvieran en sintonía con la Alianza para el Progreso<br />

promovida por el gobierno <strong>de</strong> Washington.<br />

Entre las medidas más importantes, <strong>de</strong>stacan las <strong>de</strong>stinadas a<br />

la protección <strong>de</strong> los recursos naturales, el fomento <strong>de</strong> la agricultura<br />

9 y el mejoramiento <strong>de</strong> los ingresos <strong>de</strong>l campesinado; el incremento<br />

<strong>de</strong> las fuentes <strong>de</strong> trabajo, la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> las entida<strong>de</strong>s públicas<br />

10 , construcción <strong>de</strong> viviendas para campesinos, obreros y empleados;<br />

la reducción en el pago <strong>de</strong> los alquileres y la extensión<br />

<strong>de</strong> servicios médicos a toda la nación. La proclama <strong>de</strong>l Directorio<br />

Cívico Militar recoge esas y otras medidas, todas ellas anunciadas<br />

como expresión <strong>de</strong>l compromiso <strong>de</strong> la Fuerza Armada en aliviar<br />

la grave situación económica <strong>de</strong> los sectores laborales populares.<br />

Obviamente, en materia económica, un objetivo central <strong>de</strong>l nuevo<br />

gobierno era establecer “nuevas fuentes <strong>de</strong> producción y mejorar<br />

el nivel <strong>de</strong> producción <strong>de</strong> la República” 11 .<br />

El otro objetivo importante era consolidar la hegemonía <strong>de</strong>l<br />

estamento militar sobre el conjunto <strong>de</strong> la sociedad, lo cual pasa<br />

por una <strong>mayo</strong>r institucionalización <strong>de</strong> los mecanismos <strong>de</strong> conducción<br />

política. El PRUD había marcado un primer paso en la dirección<br />

<strong>de</strong> dotar a los militares <strong>de</strong> un aparato partidario que facilitara<br />

la transmisión <strong>de</strong>l mando presi<strong>de</strong>ncial, sin <strong>mayo</strong>res crispaciones.<br />

El experimento no había funcionado, porque las discordias habían<br />

sido más fuertes que el consenso requerido para que una instancia<br />

partidaria como esa funcionara. En 1961, con el Directorio Cívico<br />

Militar, se abre la posibilidad <strong>de</strong> relanzar <strong>de</strong> nuevo la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong><br />

un proyecto partidario; y, así, en septiembre <strong>de</strong> ese año, se crea el<br />

Partido <strong>de</strong> Conciliación Nacional (PCN), que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ese momento<br />

se convierte en el mecanismo <strong>de</strong> transmisión <strong>de</strong>l mando presi<strong>de</strong>ncial<br />

<strong>de</strong> un militar a otro, siguiendo la formalidad <strong>de</strong> un juego<br />

electoral competitivo y abierto a las distintas corrientes políticas e<br />

i<strong>de</strong>ológicas –salvo la comunista, que fue <strong>de</strong>clarada ilegal <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />

época <strong>de</strong> Maximiliano Hernán<strong>de</strong>z Martínez—.<br />

1. Cfr., K. Griffith y L. A. González, “Notas sobre la ‘autonomía’ <strong>de</strong>l Estado.<br />

El caso <strong>de</strong> El Salvador”. En R. Car<strong>de</strong>nal y L. A. González, El Salvador: la transición<br />

y sus problemas. San Salvador, UCA Editores, 2002, p. 66.<br />

2. Cfr., J. M. Castellanos, El Salvador 1930-1960…, pp. <strong>25</strong>1 y ss.<br />

3. Cfr., “Golpes <strong>de</strong> Estado y po<strong>de</strong>r militar (1944-1979)”. Enciclopedia El Salvador<br />

2. Barcelona, Océano, p. 292.<br />

4. Cfr., J. M. Castellanos, El Salvador 1930-1960…, p. 280.<br />

5. Ibíd., p. 282.<br />

6. Dr. Fortín Magaña, Dr. Fabio Castillo, Dr. Ricardo Fallas, Cnel. César Yanes<br />

Urías, Tcnel. Miguel Angel Castillo y <strong>mayo</strong>r Rubén Alonso Rosales.<br />

7.“Golpes <strong>de</strong> Estado y po<strong>de</strong>r militar (1944-1979)”. Enciclopedia…, p. 293.<br />

8. Integrado por los coroneles Anibal Portillo, Julio Adalberto Ribera y Mariano<br />

Castro Morán, y los doctores Feliciano Avelar, José Antonio Rodríguez Porth y<br />

José Francisco Valiente.<br />

9. Decretos Legislativos No. 471 y No. 229.<br />

10. Decreto Legislativo No. 249.<br />

11. Cfr., “Proclama <strong>de</strong> la Fuerza Armada al pueblo salvadoreño”, 6 <strong>de</strong> febrero<br />

<strong>de</strong> 1961.

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