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Edición 21 de Julio de 2018

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BITÁCORA<br />

Mauricio Vallejo Márquez<br />

vallejomarquez.blogspot.com<br />

ESCRITOR Y COORDINADOR<br />

SUPLEMENTO TRES MIL<br />

MAURICIO VALLEJO MÁRQUEZ<br />

UNA TAZA DE<br />

CAFÉ CON SAL<br />

Lo confieso. No me gustaba beber café, me inquietaba solo<br />

pensar en que, podría tomarlo. Es más, confieso que ni<br />

siquiera sabía cual era su sabor. Sin embargo, veía que a las<br />

2:00 <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong> las tazas <strong>de</strong> café eran infaltables en las casas<br />

<strong>de</strong> mis abuelos, <strong>de</strong> igual forma que en el <strong>de</strong>sayuno. Eran <strong>de</strong><br />

obligación por lo menos dos tazas diarias.<br />

Jaime Escobar era mi amigo y un bebedor <strong>de</strong> café. Fue<br />

el primer niño que vi bebiendo una tasa con placer, y que<br />

a<strong>de</strong>más él sabía preparar solo. Mientras que para mi era un<br />

misterio la cocina.<br />

Junto a Jaime tuve mi primera aventura cafetera. En la<br />

casa <strong>de</strong> mi familia paterna la sal y la azúcar se <strong>de</strong>positaban<br />

en unos botes transparentes que se distinguían solo por el<br />

color <strong>de</strong> la tapa<strong>de</strong>ra. La <strong>de</strong> azúcar era rosada y la <strong>de</strong> sal era<br />

naranja. De ahí solo al probar cada una sabías el contenido.<br />

Como niños traviesos que éramos, cambiamos las tapas para<br />

hacerle la broma a Ursula, a la hora <strong>de</strong> la cocina porque<br />

queríamos que el pollo saliera dulce. Pero, no contamos con<br />

que mi abuelo iba a tomar café un poco más temprano <strong>de</strong> lo<br />

usual. Vimos resignados como el bote <strong>de</strong> la sal salía para el<br />

comedor.<br />

Y ahí estaba don Óscar Antonio vertiendo una, dos, tres...<br />

cinco cucharadas <strong>de</strong>l bote <strong>de</strong> tapa rosada. Removió el<br />

líquido con ese ritmo que jamás olvidaré porque parecían<br />

campanadas para finalizar con tres golpecitos en la taza para<br />

escurrir las gotas restantes <strong>de</strong> la cucharita. Y para darle dramatismo<br />

al asunto vimos como el padre <strong>de</strong> mi padre acercó<br />

con elegancia la taza a sus labios y gritó: “¡PUTA, ESTA<br />

BABOSADA ESTÁ BIEN SALADA!” Y nosotros que comenzamos<br />

a reírnos en la cocina con la ingenuidad <strong>de</strong>l que<br />

no sabe que se viene una tormenta encima. Mi abuelo nos<br />

castigó por la broma y me quedó el mal sabor, y la curiosidad<br />

que nunca <strong>de</strong>salojo <strong>de</strong> probar un café con sal.<br />

Café cubano<br />

Y los años fueron pasando, como es lo usual. Un vecino<br />

italocubano me enseñó a preparar café cubano. Nos bebíamos<br />

hasta diez tasas al día. Andaba dando lamparazos, me<br />

dormía tar<strong>de</strong>, me <strong>de</strong>spertaba temprano. En resumen, lleno<br />

<strong>de</strong> la cafeínica energía sumada a la adolescencia.<br />

Des<strong>de</strong> esos años el café se hizo parte <strong>de</strong> mi vida. Pero fui<br />

aprendiendo que existían muchos métodos <strong>de</strong> prepararlo, así<br />

como una infinidad <strong>de</strong> tipos <strong>de</strong> granos. Al fin entendí eso <strong>de</strong><br />

altura, media y bajío que tanto afamaban en los periódicos<br />

para hablar <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong>l cultivo <strong>de</strong> los cafetales para<br />

darle esa maravillosa consistencia, sabor, tono y color a la<br />

bebida.<br />

Y así comencé a beber café con placer, no solo a llenar<br />

los platos hondos como si quisiera beber sopa. Y pasé a<br />

apasionarme con las medidas más pequeñas que nos traen la<br />

esencia con el espresso y el ristretto.<br />

¿Acaso no es lo mejor la esencia? Bueno, ahora que he concluido<br />

esta columna iré a beber un ristretto con mi amigo<br />

Wilfredo Arriola, mientras le cuento la historia <strong>de</strong> mi abuelo<br />

y su tasa <strong>de</strong> café salado.<br />

suplemento3000@gmail.com<br />

minimunvital.blogspot.com<br />

mauriciovallejomárquez<br />

@vallejomarquez<br />

Márquez Vallejo<br />

INTIMISSIMUN<br />

Estudiar el lenguaje no es una<br />

tarea ociosa, es una tarea <strong>de</strong><br />

autoconocimiento que nos<br />

permite dimensionar el contenido<br />

<strong>de</strong> las palabras, su gramática,<br />

la estructura similar a otras<br />

disciplinas como la matemática,<br />

psicología o la materialidad <strong>de</strong><br />

la filosofía, “materialidad” no en<br />

su concepción i<strong>de</strong>ológica sino en<br />

su propuesta humana, terrestre,<br />

sin mitos; como pue<strong>de</strong>n observar<br />

la sola mención “materialista”<br />

implica una discusión teórica<br />

que no es el propósito en este<br />

momento, el ejemplo abre<br />

enormes posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

comprensión.<br />

Nombrar las cosas es un ejercicio<br />

<strong>de</strong> la humanidad, <strong>de</strong>signar una<br />

cosa, un ser vivo, un concepto,<br />

un símbolo etc., nos conduce<br />

a universos que usualmente<br />

<strong>de</strong>sconocemos, principalmente<br />

porque las palabras están<br />

asociadas a períodos históricos,<br />

los cuales connotan una visión<br />

diferente en las culturas,<br />

encontramos en esos sen<strong>de</strong>ros<br />

no solo palabras olvidadas sino<br />

Este 24 <strong>de</strong> julio se conmemora el<br />

150 aniversario <strong>de</strong>l natalicio <strong>de</strong> don<br />

Alberto Masferrer, nuestro gran<br />

pensador y escritor nacional , cuya<br />

obra ha <strong>de</strong>spertado en los últimos<br />

años un significativo interés por parte<br />

<strong>de</strong> algunos estudiosos nacionales y<br />

centroamericanos, quienes nos han<br />

enfatizado la importancia, vigencia y<br />

trascen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong>l Maestro.<br />

La fecunda vida <strong>de</strong> don Alberto<br />

estuvo signada por la incomprensión<br />

y hostilidad <strong>de</strong> los más po<strong>de</strong>rosos,<br />

puesto que su profética palabra,<br />

caía sobre sus almas egoístas como<br />

un ácido letal. Por el contrario, los<br />

sectores intelectuales, populares,<br />

humanistas y revolucionarios <strong>de</strong><br />

su tiempo, siempre le guardaron<br />

un profundo respeto y admiración.<br />

Lamentablemente fue a partir <strong>de</strong> la<br />

década <strong>de</strong> los cincuenta, cuando un<br />

reducido grupo <strong>de</strong> novatos escritores<br />

se dio a la ignara tarea <strong>de</strong> <strong>de</strong>scalificar<br />

su obra y <strong>de</strong> recriminar la moralidad<br />

<strong>de</strong> Masferrer.<br />

Estos jóvenes <strong>de</strong>l ayer, llegaron,<br />

incluso, al grosero insulto y a la<br />

mofa, en diversos escritos. Una<br />

profunda contradicción, puesto que en<br />

César Ramírez Caralvá<br />

CLARABOYA<br />

TRACTATUS<br />

LÓGICO-<br />

PHILOSOPHICOS I<br />

también una renovación <strong>de</strong>l lenguaje<br />

y conceptos.<br />

Investigaciones filosóficas / Ludwing<br />

Wittgenstein – México, DF : UNAM<br />

2003 – 547 p. es una obra que he<br />

mencionado en artículos anteriores,<br />

su contenido es diferente a muchos<br />

libros <strong>de</strong> filosofía, literatura,<br />

matemáticas, etc. puesto que es<br />

similar a reflexiones sobre el efecto<br />

<strong>de</strong> las palabras y la comprensión<br />

entre seres con el mismo sistema <strong>de</strong><br />

símbolos que interpretan la realidad,<br />

“materialidad”, estructura visible,<br />

lo cual no <strong>de</strong>ja ninguna duda <strong>de</strong> las<br />

precisiones expuestas; no obstante<br />

el autor anota: ¿pensamos igual la<br />

filosofía? ¿recordamos igual? Su<br />

estudio casi se convierte en una<br />

interpretación conductual sobre<br />

elementos comunes, que transforman<br />

y evolucionan las conclusiones<br />

ordinarias, ejemplo <strong>de</strong> ello es la<br />

asociación <strong>de</strong>l lenguaje con las<br />

150 AÑOS DE<br />

MASFERRER<br />

FUNDADOR SUPLEMENTO TRES MIL<br />

@caralvasalvador<br />

sus airados discursos políticos, exigían<br />

justicia, libertad, tolerancia, y actuaron<br />

totalmente opuestos a estos principios,<br />

al con<strong>de</strong>nar <strong>de</strong> manera absurda una obra<br />

que <strong>de</strong>sconocían. Esto estigmatizó y<br />

ro<strong>de</strong>o <strong>de</strong> prejuicios infundados la lectura<br />

<strong>de</strong> Masferrer por parte <strong>de</strong> las sucesivas<br />

generaciones.<br />

Sin embargo, hubo otros autores <strong>de</strong><br />

gran talento y sensibilidad, como los<br />

recordados Ítalo López Vallecillos,<br />

Roberto Armijo y Francisco Andrés<br />

Escobar, que sí aquilataron los méritos<br />

<strong>de</strong> don Alberto, justipreciándole <strong>de</strong><br />

forma <strong>de</strong>sapasionada. Por supuesto,<br />

su gran estudiosa, entre nosotros, la<br />

doctora Matil<strong>de</strong> Elena López, siempre<br />

mantuvo una línea <strong>de</strong> gran objetividad<br />

académica y crítica, hacia el pensamiento<br />

masferreriano.<br />

Yendo a la obra <strong>de</strong> don Alberto, en el<br />

marco <strong>de</strong> esta nueva celebración, hemos<br />

escogido, este fragmento tomado <strong>de</strong> su<br />

<strong>de</strong>licada prosa titulada “La Órbita”.<br />

Que su palabra bienhechora nos siga<br />

CÉSAR RAMÌREZ CARALVÁ<br />

ÁLVARO DARÍO LARA<br />

ESCRITOR Y DOCENTE<br />

matemáticas, la música, los<br />

colores, estados emotivos, la<br />

lógica, conceptos que no son<br />

<strong>de</strong>scritos en cada palabra pero<br />

que los receptores en un diálogo<br />

así lo interpretan, por ejemplo<br />

la palabra “siga”, “alto”, “al<br />

final <strong>de</strong>l camino”, ellas difieren<br />

en su contenido “ostensible”,<br />

“propositivo” o “juego <strong>de</strong><br />

palabras” que acompañan a<br />

cada una, el autor propone<br />

diversas interpretaciones sobre<br />

el tema, es <strong>de</strong> hacer notar que<br />

sus estudios datan <strong>de</strong> los años<br />

treinta <strong>de</strong>l siglo pasado, pero<br />

contienen -a mi enten<strong>de</strong>r- el<br />

génesis <strong>de</strong> ten<strong>de</strong>ncias literarias<br />

y sociológicas que evolucionan<br />

en la segunda mitad <strong>de</strong>l siglo<br />

veinte, especialmente mo<strong>de</strong>los<br />

lingüísticos, escuelas <strong>de</strong><br />

pensamiento, la aliteratura,<br />

filosofías novedosas etc., puesto<br />

que la lengua no es estática,<br />

<strong>de</strong> esa forma Wittgenstein<br />

<strong>de</strong>sarrolla un esquema amplio<br />

<strong>de</strong> interpretación construyendo<br />

el <strong>de</strong>nominado Tractus lógicophilosophicus<br />

que amplía en sus<br />

iluminando en nuestra vida personal<br />

y ciudadana: “Un hombre, lo mismo<br />

que un astro, ha <strong>de</strong> tener su propia<br />

órbita, y no invadir nunca la <strong>de</strong> otro.<br />

I<strong>de</strong>al, negocio, empresa, contienda,<br />

manera <strong>de</strong> ser y <strong>de</strong> hacer, estudios,<br />

gustos, sentimientos y aficiones…,<br />

todo eso es la órbita <strong>de</strong> la vida, y<br />

cada uno ha <strong>de</strong> tener la suya propia.<br />

Corre la tuya, y olvida las ajenas.<br />

Hasta la enseñanza y el consejo<br />

que se dé a los <strong>de</strong>más, han <strong>de</strong> ser<br />

sin <strong>de</strong>sviarnos <strong>de</strong> nuestra órbita: así<br />

como el Sol, que nos alumbra sin<br />

<strong>de</strong>splazarse, o como la flor, que nos<br />

aroma sin abandonar la rama. Que<br />

los <strong>de</strong>más hagan su obra. Tú, haz la<br />

tuya, y calla. No te inquietes ni <strong>de</strong>l<br />

reproche ni <strong>de</strong>l aplauso: ninguno<br />

<strong>de</strong> esos actos <strong>de</strong> extraños <strong>de</strong>ben<br />

<strong>de</strong>sviarte <strong>de</strong> tu órbita, ni acelerar ni<br />

retardar tu movimiento. Aquí también<br />

atien<strong>de</strong> la lección <strong>de</strong>l Sol (…) Y en<br />

fin, y otra vez, enciérrate en tu órbita<br />

y gira en torno <strong>de</strong> un solo <strong>de</strong>signio,<br />

en torno <strong>de</strong> una misma luz. Así hacen<br />

la mariposa, la palmera, el ruiseñor<br />

y el Sol. Y su belleza y su inocencia<br />

son gran<strong>de</strong>s”.<br />

suplemento3000@gmail.com<br />

2 TRESMIL Sábado <strong>21</strong> / julio / <strong>2018</strong><br />

Director DCL: Francisco Elías Valencia. / Editor Tres mil: Mauricio Vallejo Márquez.<br />

Suplemento Cultural 3000 fue fundado el 24 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1990 por Gabriel Otero y César Ramírez Caralvá. Por 28 años lo coordinaron:<br />

Gabriel Otero, César Ramírez Caralvá, Walter Raudales, Otoniel Guevara (2) , Luis Alvarenga, Álvaro Darío Lara, Colectivo Coordinador<br />

Salvador Juárez, Roberto Quezada, Mario Castrillo, Luis Alvarenga, José Roberto Cea y Mauricio Marquina<br />

y Mauricio Vallejo Márquez.

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