Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
A m a d o N e r v o<br />
los ojos hacia la hermosa perspectiva cercana.<br />
A sus pies corría el Tajo en su lecho de rocas,<br />
ciñendo casi por completo con sus brazos<br />
fluidos a la ciudad, como a una amada. Más<br />
allá, al otro lado del arrabal de Antequeruela, se<br />
adivinaba la Vega apacible y florida.<br />
El cielo era de una incontaminada pureza.<br />
Una suave frescura primaveral llegaba de los<br />
campos, de las peñas, del río.<br />
Mencía apoyó su cabeza en el hombro de<br />
Lope. Pasóle éste el brazo por el talle, y enamorados,<br />
raudos, felices, quedáronse contemplando<br />
el claro cristal de la tarde, la mansedumbre<br />
melancólica del paisaje, y escuchando el vago y<br />
complejo rumor que venía de Toledo, un rumor<br />
que parecía hecho de las voces de los vivos y<br />
de las.voces de los muertos; de los carpetanos<br />
que fundaron la ciudad; de los romanos que la<br />
conquistaron; de los visigodos que en ella se<br />
convirtieron a Cristo; de los moros que la habitaron<br />
cuatro siglos y la hicieron próspera; de los<br />
castellanos que trajeron a ella su fe acorazada<br />
de acero; la voz de los padres antiguos que aílí<br />
celebraban sus concilios y de los cardenales<br />
opulentos que se llamaban los Mendoza, los<br />
Tenorio, los Fonseca, los Ximenes, los Tavera,<br />
y que hicieron de aquellos peñascos diademados<br />
de almenas un imperio de arte y de pensamiento.<br />
108