You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
A m a d o Ñ e r v o<br />
trufan casas más altas y espaciosas a alojar a la<br />
nobleza, y, por lo tanto, los propietarios se defendían<br />
construyendo las llamadas casas a la<br />
malicia.<br />
Las moradas de los grandes casi no se distinguían<br />
de las demás sino por los torreones que<br />
ostentaban.<br />
La amplitud de la villa apenas si excedía al<br />
viejo ensanche hecho por los árabes, y en su<br />
mayor parte las antiguas murallas estaban en pie<br />
o dejaban ver su anterior trazado, siguiendo un<br />
largo rodeo para llegar desde la calle o barranco<br />
de Segovia hasta el Alcázar.<br />
En cambio era Madrid frecuentado por innumerables<br />
forasteros, y en su calle Mayor, siempre<br />
animada, y en sus muchas callejuelas, se<br />
codeaban los soldados que había mojado la lluvia<br />
pertinaz de Flandes y los que había tostado<br />
el sol de Nueva España; los veteranos que habían<br />
peleado en San Quintín (y aun algunos muy<br />
raros que recordaban las hazañas del César en<br />
Túnez), y los aventureros que andaban en busca<br />
de cualquier empresa (entonces se intentaba la<br />
de Portugal) a fin de emplear en ella su coraje,<br />
su arcabuz y su inútil espada; los bravos a quienes<br />
fué dado ver con don Juan de Austria los<br />
apretados trances y la gloria de Lepanto, y los<br />
que, siguiendo las huellas de Pizarro, admiraron<br />
los portentos del Perú.<br />
80