You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
SELECCIONES <br />
Doods señaló el contorno borroso<br />
<strong>de</strong>l volcán Pinatubo. Había venido a<br />
este lugar en 1991 para realizar un reportaje<br />
sobre las secuelas <strong>de</strong> su erupción,<br />
la segunda más gran<strong>de</strong> <strong>de</strong>l siglo<br />
XX. <strong>La</strong>s olas <strong>de</strong> lodo volcánico avanzaron<br />
por las la<strong>de</strong>ras <strong>de</strong> las montañas<br />
en la provincia <strong>de</strong> Tarlac, don<strong>de</strong> los<br />
padres <strong>de</strong> Lola habían pasado toda su<br />
vida y don<strong>de</strong> ella y <strong>mi</strong> madre habían<br />
radicado alguna vez. Gran parte <strong>de</strong> los<br />
registros <strong>de</strong> nuestra fa<strong>mi</strong>lia se habían<br />
perdido en guerras e inundaciones, y<br />
ahora también 6 metros bajo el barro.<br />
Defen<strong>de</strong>r a Lola<br />
Un par <strong>de</strong> años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la separación<br />
<strong>de</strong> <strong>mi</strong>s padres, <strong>mi</strong> madre se casó<br />
con un in<strong>mi</strong>grante croata llamado<br />
Iván, a quien había conocido a través<br />
<strong>de</strong> un a<strong>mi</strong>go. Era el cuarto matrimonio<br />
<strong>de</strong> Iván, un apostador empe<strong>de</strong>rnido<br />
al que le gustaba ser mantenido<br />
por <strong>mi</strong> madre y atendido por Lola.<br />
<strong>La</strong> relación fue muy inestable <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
el inicio, y el dinero —en concreto el<br />
uso que él hacía <strong>de</strong>l <strong>de</strong> <strong>mi</strong> mamá—<br />
era el mayor problema. Una vez, durante<br />
una discusión, <strong>mi</strong> madre lloraba<br />
e Iván gritaba; Lola se puso en medio<br />
<strong>de</strong> ellos y dijo su nombre con firmeza.<br />
Él la <strong>mi</strong>ró, pestañeó y se sentó.<br />
Iván pesaba unos 115 kilos y Lola lo<br />
puso en su lugar con una sola palabra.<br />
Esto se repitió pocas veces, pero<br />
la mayor parte <strong>de</strong>l tiempo Lola servía<br />
a Iván sin cuestiona<strong>mi</strong>entos. Me molestaba<br />
ver que se avasallara a alguien<br />
como Iván. Pero lo que preparó el ca<strong>mi</strong>no<br />
para el conflicto con <strong>mi</strong> madre<br />
fue algo más mundano.<br />
A finales <strong>de</strong> los 70, Lola empezó a<br />
per<strong>de</strong>r sus dientes. Llevaba meses diciendo<br />
que le dolía la boca.<br />
—Eso es lo que suce<strong>de</strong> cuando uno<br />
no se cepilla los dientes correctamente<br />
—repuso <strong>mi</strong> madre.<br />
Yo dije que Lola necesitaba visitar<br />
a un <strong>de</strong>ntista. Pasaba <strong>de</strong> los 50 años y<br />
nunca había ido a uno. Yo estaba estudiando<br />
en la universidad, a una hora<br />
“¿POR QUÉ TE QUEDAS?”,<br />
LE PREGUNTAMOS A<br />
LOLA. “¿QUIÉN VA A<br />
COCINAR?”, DIJO ELLA.<br />
“¿A DÓNDE?”, CONTESTÓ<br />
EN OTRA OCASIÓN.<br />
<strong>de</strong> viaje, y saqué el tema durante <strong>mi</strong>s<br />
frecuentes visitas a casa. Pasó un año,<br />
luego dos. Los dientes <strong>de</strong> Lola parecían<br />
un Stonehenge a punto <strong>de</strong> caer.<br />
Una noche perdí el control.<br />
Discutí con <strong>mi</strong> madre hasta altas<br />
horas. Dijo que estaba cansada <strong>de</strong> trabajar<br />
incansablemente para mantener<br />
a todos, harta <strong>de</strong> que sus hijos siempre<br />
estuvieran a favor <strong>de</strong> Lola, y que<br />
<strong>de</strong>seaba con toda su alma no haber<br />
dado a luz a un hipócrita santurrón y<br />
arrogante como yo.<br />
Contraataqué y le respondí que, si<br />
tan solo por un <strong>mi</strong>nuto pudiera <strong>de</strong>jar