20.10.2018 Views

Edición 20 de octubre de 2018

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

| Primero y segundo <strong>de</strong> Bachillerato |<br />

EDUARDO BADÍA SERRA,<br />

Director <strong>de</strong> la Aca<strong>de</strong>mia<br />

Salvadoreña <strong>de</strong> la Lengua<br />

“-¿Quieres, entonces, que hagamos<br />

partícipe a Sócrates <strong>de</strong> nuestra<br />

conversación?-, pregunta Hermógenes a<br />

Crátilo.<br />

-Si te parece bien- respon<strong>de</strong> este.<br />

-Sócrates, aquí, Crátilo afirma que cada<br />

uno <strong>de</strong> los seres tiene el nombre exacto<br />

por naturaleza. No que sea éste el nombre<br />

que imponen algunos llegando a un<br />

acuerdo para nombrar y asignándole una<br />

fracción <strong>de</strong> su propia lengua, sino que<br />

todos los hombres, tanto griegos como<br />

bárbaros, tienen la misma exactitud en sus<br />

nombres….. Pues bien, Sócrates, yo, pese<br />

a haber dialogado a menudo con éste y con<br />

muchos otros, no soy capaz <strong>de</strong> creerme<br />

que la exactitud <strong>de</strong> un nombre sea otra<br />

cosa que pacto y consenso.”.<br />

Así comienzan los tres personajes <strong>de</strong><br />

Crátilo el diálogo famoso, el diálogo<br />

platónico que va con el lenguaje, con las<br />

palabras y su correspon<strong>de</strong>ncia con los<br />

signos. Al final, dice Sócrates:<br />

“-Pero dime a continuación una cosa:<br />

¿Cuál es, para nosotros, la función que<br />

tienen los nombres y cual <strong>de</strong>cimos que es<br />

su hermoso resultado-“. Contesta Crátilo:<br />

“-Creo que enseñar, Sócrates. Y esto es<br />

muy simple: el que conoce los nombres,<br />

conoce también las cosas”.<br />

Así <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace ya más <strong>de</strong> quince siglos, va<br />

apareciendo el problema entre el signo y<br />

el pensamiento: ¿Existe para cada objeto,<br />

una <strong>de</strong>nominación justa, válida para<br />

todos, o al contrario, la atribución <strong>de</strong> las<br />

palabras a las cosas es algo convencional<br />

y varía en función <strong>de</strong>l uso y la costumbre?<br />

Pareciera que el Maestro <strong>de</strong> los que saben<br />

se inclina por la segunda opción, con lo<br />

que pone en guardia contra una posible<br />

acción <strong>de</strong>formadora <strong>de</strong>l lenguaje y su<br />

posible prejuicio para el conocimiento <strong>de</strong><br />

la verdad.<br />

Ya en la Edad Mo<strong>de</strong>rna, el asunto toma<br />

otro giro. El aparecimiento <strong>de</strong> la ciencia,<br />

el incremento <strong>de</strong>l conocimiento, el<br />

aparecimiento <strong>de</strong> nuevas lenguas con<br />

sus diferencias <strong>de</strong> vocabulario y sintaxis,<br />

provocan un cambio en el enfoque, pero<br />

el problema sigue siendo el mismo. Se<br />

habla entonces <strong>de</strong> la posibilidad <strong>de</strong> una<br />

lengua universal, libre <strong>de</strong> anacronismos<br />

y ambigüeda<strong>de</strong>s. El gran racionalista<br />

<strong>de</strong>l siglo XVII, Leibniz, lo retoma en tal<br />

forma, e intenta tal lengua universal y lo<br />

ahonda incansablemente, influido, sin<br />

duda alguna, por su formación matemática.<br />

Leibniz busca una lengua que favoreciera<br />

el cálculo mental y la escritura, pero lo<br />

amplía porque entien<strong>de</strong> que ello requiere<br />

<strong>de</strong> una reforma <strong>de</strong> la lógica y <strong>de</strong> la<br />

gramática. Es, dice, necesario un sistema<br />

8 TRESMIL Sábado <strong>20</strong> / <strong>octubre</strong> / <strong>20</strong>18<br />

GOTAS DE ORTOGRAFÍA<br />

342<br />

REGLAS DEL<br />

ESPAÑOL<br />

Suena un poco a imposición pero<br />

todas las reglas en el idioma han<br />

surgido <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong>l idioma mismo.<br />

Estudiar el idioma en sus orígenes<br />

resulta emocionante si nos agrada<br />

investigar y no lo hacemos por<br />

obligación.<br />

Los profesores españoles que<br />

nos dieron clase en la Escuela<br />

Normal Superior, entre ellos el<br />

doctor Mariano García Villas, nos<br />

metieron en ese hermoso túnel<br />

emocionante <strong>de</strong> los orígenes <strong>de</strong>l<br />

Castellano.<br />

Nuestra lengua (regalada por los<br />

conquistadores) es “un ser vivo”<br />

que evoluciona, se hace fuerte, se<br />

enriquece, se relaja.<br />

La Real Aca<strong>de</strong>mia Española<br />

es la institución creada para la<br />

conservación en buen estado <strong>de</strong> ese<br />

SER vivo que es nuestro idioma.<br />

El lema “LIMPIA, FIJA Y DA<br />

| EL PORTAL DE LA ACADEMIA SALVADOREÑA DE LA LENGUA |<br />

EL VÍNCULO ENTRE EL<br />

SIGNO Y EL PENSAMIENTO<br />

<strong>de</strong> signos “semejantes a las cifras <strong>de</strong> la<br />

aritmética o los símbolos <strong>de</strong>l álgebra que<br />

representan directamente cosas o i<strong>de</strong>as y<br />

que permiten realizar el racionamiento por<br />

un cálculo análogo al cálculo matemático”.<br />

Para él, tal lengua reflejaría claramente<br />

el pensamiento, utilizando un alfabeto<br />

i<strong>de</strong>ográfico compuesto por tantos signos<br />

como conceptos e i<strong>de</strong>as existen.<br />

Bergson, el gran hombre <strong>de</strong> la intuición, ya,<br />

digamos, actualmente, tiene una posición<br />

distinta: La solución está en la metafísica.<br />

Y apunta que no hay correspon<strong>de</strong>ncia<br />

entre la experiencia y el concepto, y entre<br />

el concepto y la palabra. Para el francés,<br />

la realidad <strong>de</strong>sborda infinitamente los<br />

esquemas intelectuales formados para<br />

apresarla. La realidad, dice Bergson, es<br />

en sí misma ímpetu, impulso, elan vital,<br />

y sólo el contacto directo con ella nos<br />

permite asirla y conocerla. En tal forma,<br />

la multiplicidad <strong>de</strong> imágenes podría, en el<br />

mejor <strong>de</strong> los casos, aproximar al lector a<br />

la experiencia, pero nunca sustituirla. La<br />

expresión es siempre insuficiente, precaria,<br />

simple, rígida, torpe.<br />

El Maestro <strong>de</strong> la filosofía, Eugenio<br />

Pucciarelli, en sus notas <strong>de</strong> cátedra,<br />

establecía la función <strong>de</strong> la palabra en la<br />

ciencia, la poesía, la mística y la filosofía<br />

misma. Hay, <strong>de</strong>cía, un lenguaje científico,<br />

un lenguaje poético, un lenguaje místico,<br />

y también el rígido y austero lenguaje<br />

filosófico. Pero en su opinión, nunca<br />

una imagen, adherida a lo sensible, es<br />

expresión cabal <strong>de</strong>l pensamiento, y más<br />

bien viene siendo un obstáculo. Y cita<br />

a Nietzsche y a Dilthey: La impotencia<br />

<strong>de</strong> los sistemas para asir la verdad total,<br />

que, como consecuencia, <strong>de</strong>sgarran la<br />

unidad <strong>de</strong> la filosofía. La <strong>de</strong>scripción es<br />

fiel, pero la prosa resulta incolora y fría<br />

y el pensamiento parece arrastrarse sin<br />

elegancia a través <strong>de</strong> palabras que no<br />

<strong>de</strong>spiertan emoción en el lector.<br />

“La palabra sólo tendrá valor si logra,<br />

por medio <strong>de</strong> sus virtu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> sugestión y<br />

alusión, crear en nosotros un estado <strong>de</strong>l<br />

alma a<strong>de</strong>cuado a la experiencia directa.<br />

Más importante que la palabra y que el<br />

concepto, que son meras herramientas<br />

forjadas por la inteligencia para asegurarse<br />

el dominio <strong>de</strong> la materia, es la experiencia<br />

directa, la intuición, la inmersión <strong>de</strong>l alma<br />

en lo real mismo por un esfuerzo <strong>de</strong> simpatía<br />

y <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificación. De la experiencia, y no<br />

<strong>de</strong> los símbolos conceptuales y verbales<br />

ESPLENDOR” nos sirve <strong>de</strong> faro<br />

a los que nos gusta y trabajamos<br />

con pasión con el idioma. ¡Es<br />

bello el idioma!<br />

A veces sentimos que las reglas<br />

nunca se apren<strong>de</strong>n todas y surgen<br />

otras.<br />

Una regla que yo aprendí en 4.º<br />

Grado <strong>de</strong> primaria es: La palabra<br />

SOLO lleva til<strong>de</strong> cuando equivale<br />

a solamente y no lleva cuando<br />

equivale a soledad. Pero creo que<br />

hará unos quince años que nos<br />

dijo la RAE. La palabra SOLO no<br />

se tilda nunca.<br />

Y los <strong>de</strong>mostrativos ESTE, ESE Y<br />

AQUEL. No <strong>de</strong>ben tildarse.<br />

• No quiero este libro<br />

sino éste. Yo creo que aquí si me<br />

da permiso la RAE porque <strong>de</strong>be<br />

evitarse la confusión.<br />

Aun y aún.<br />

No se tilda cuando equivale a<br />

incluso o hasta.<br />

• Don Juanario seguía<br />

hablando aun <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> los<br />

aplausos (se le aplaudió para que<br />

terminara <strong>de</strong> hablar)<br />

• Permanecieron en la<br />

jopima9@hotmail.com<br />

JOSEFINA PINEDA DE MÁRQUEZ<br />

MAESTRA NORMALISTA<br />

plaza aun bajo la lluvia.<br />

Aún sí lleva til<strong>de</strong> cuando equivale a<br />

todavía.<br />

• Los auxilios no han llegado<br />

aún a las víctimas <strong>de</strong> las lluvias.<br />

La palabra es EXTRAVERTIDO y<br />

no INTROVERTIDO dice la RAE.<br />

La preposición venida <strong>de</strong>l latín es<br />

EXTRA y no EXTRO.<br />

“La costumbre se hace ley”. Todo<br />

mundo dice: El muchacho es<br />

extrovertido, pero es más culto<br />

“extravertido”<br />

• Mi ahijado es extravertido.<br />

Los pronombres <strong>de</strong>mostrativos: este,<br />

ese y aquel ya no llevan til<strong>de</strong>.<br />

Menos mal que estos <strong>de</strong>mostrativos<br />

casi no se usan en el habla escrita.<br />

En el habla coloquial si <strong>de</strong>cimos: No<br />

quiero este sino ese otro.<br />

Refranes extraídos <strong>de</strong>l “Ingenioso<br />

Hidalgo Don Quijote <strong>de</strong> la Mancha”<br />

“Es ligero el tiempo y no hay<br />

barranca que lo <strong>de</strong>tenga”<br />

“Querer atar las lenguas <strong>de</strong> los<br />

maldicientes es lo mismo que querer<br />

poner puertas al campo”<br />

Hasta pronto<br />

Josefina Pineda Márquez<br />

en que se manifiesta, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> el valor <strong>de</strong><br />

una metafísica”. Así finaliza su opinión el<br />

Maestro Pucciarelli, siguiendo un poco a<br />

Bergson, ante este problema <strong>de</strong>l vínculo<br />

entre el signo y el pensamiento, que viene,<br />

como ya se ha dicho, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los griegos<br />

<strong>de</strong>l “tiempo guía”, y probablemente <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

antes.<br />

El lenguaje, pues, ha pugnado siempre<br />

por ser representación fiel <strong>de</strong> la realidad,<br />

manifestada esta en el pensamiento. Pero<br />

parece que no ha podido lograrlo, y ha<br />

quedado sólo como un acercamiento a la<br />

misma, rico y sustancioso pero incompleto.<br />

La realidad se intuye, <strong>de</strong>cía Bergson en su<br />

Metafísica, en un acto instantáneo y único,<br />

y se hace, no ro<strong>de</strong>ándola, no analizándola,<br />

no <strong>de</strong>spedazándola, o viéndola <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />

exterior, sino penetrándola, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong> ella misma conociéndola y haciéndola<br />

suya en ese acto intuitivo rápido e<br />

inmediato. El lenguaje, con sus signos, la<br />

expresa, efectivamente, pero sólo en una<br />

imagen especular, cercana, aproximada,<br />

a veces tosca e incluso distorsionada. El<br />

diálogo, pues, sigue, retomando a Crátilo,<br />

a Hermógenes y al mismísimo Sócrates,<br />

este que nunca escribió nada pero expresó<br />

tanto, y siguiendo por la ruta <strong>de</strong> la historia,<br />

con Leibniz, con Nietzsche, con Bergson, y<br />

con tantos otros que se ocupan <strong>de</strong> resolver<br />

este menudo dilema, el dilema <strong>de</strong>l vínculo<br />

entre el signo y el lenguaje.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!