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Edicion 12 de enero de 2019

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EDUARDO BADÍA SERRA,<br />

Director <strong>de</strong> la Aca<strong>de</strong>mia<br />

Salvadoreña <strong>de</strong> la Lengua<br />

Hablaba el famoso científico y filósofo<br />

inglés Bertrand Russell, en su libro “El<br />

análisis <strong>de</strong> la mente”, <strong>de</strong> la importancia<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar en qué consiste la relación<br />

entre las palabras y su significado. La<br />

palabra Napoleón, <strong>de</strong>cía, significa una<br />

cierta persona. Y por ello, <strong>de</strong>berá existir<br />

una cierta relación entre la palabra<br />

Napoleón y la persona así indicada.<br />

Una palabra, para Russell, no pue<strong>de</strong><br />

ser consi<strong>de</strong>rada simplemente como<br />

una cosa física, prescindiendo <strong>de</strong> su<br />

significado; más bien, una palabra<br />

cubre muchos aspectos, en función<br />

<strong>de</strong> las diferentes ocasiones en que es<br />

utilizada. No es, por lo tanto, algo<br />

único y particular sino un conjunto <strong>de</strong><br />

sucesos. Si nos limitamos a las palabras<br />

pronunciadas, una palabra tiene dos<br />

aspectos, <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> que se la<br />

consi<strong>de</strong>re <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong><br />

quien la pronuncia, o <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquél que<br />

la escucha. La conexión entre la palabra<br />

pronunciada y la palabra escuchada es<br />

la <strong>de</strong> una relación causal. Pero en la<br />

palabra pronunciada existe aquello que<br />

llamamos pensamiento. No es, pues, <strong>de</strong><br />

acuerdo con Russell, que al pronunciar<br />

la palabra Napoleón, estemos queriendo<br />

significar que esta es similar a todas las<br />

otras.<br />

Tampoco es cierto,<br />

siguiendo al filósofo inglés, que<br />

una palabra sea el producto <strong>de</strong> una<br />

convención. Ello sería restringir su<br />

significado. Ciertamente hay palabras<br />

que se introducen en una lengua por<br />

meras convenciones, y la ciencia ofrece<br />

muchos ejemplos <strong>de</strong> ello. Pero la base<br />

<strong>de</strong> una lengua no es convencional,<br />

ni <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> un<br />

individuo, ni <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong><br />

su comunidad. Un niño, dice Russell,<br />

| Primero y segundo <strong>de</strong> Bachillerato |<br />

| EL PORTAL DE LA ACADEMIA SALVADOREÑA DE LA LENGUA |<br />

que apren<strong>de</strong> a hablar, apren<strong>de</strong> hábitos<br />

y asociaciones que son <strong>de</strong>terminadas<br />

por el ambiente. La comunidad que<br />

habla una lengua la ha <strong>de</strong>sarrollado y<br />

modificado a través <strong>de</strong> procesos casi<br />

todos no intencionales y más bien<br />

resultantes <strong>de</strong> causas que se comportan<br />

según leyes más o menos conocidas.<br />

Las lenguas, entonces, se componen<br />

por lo tanto <strong>de</strong> raíces, <strong>de</strong> las cuales a<br />

seguido han surgido las palabras. Cómo<br />

estas raíces adquieren su significado es<br />

algo que aun se ignora, pero otorgarles<br />

un origen convencional sería algo así<br />

como mítico. “Difícilmente po<strong>de</strong>mos<br />

imaginar un parlamento <strong>de</strong> ancianos,<br />

- dice Russell- que un día se reúnen y<br />

<strong>de</strong>liberan sobre si llamar vaca a una<br />

vaca o lobo a un lobo”. Las asociaciones<br />

entre las palabras y su significado <strong>de</strong>ben<br />

brotar <strong>de</strong> un proceso natural, a pesar <strong>de</strong><br />

que a todos por ahora su naturaleza le<br />

sea <strong>de</strong>sconocida.<br />

Todos sabemos que las<br />

palabras, escritas o habladas, no son<br />

el único medio <strong>de</strong> comunicación <strong>de</strong><br />

un <strong>de</strong>terminado significado. Wundt<br />

habla <strong>de</strong>l lenguaje <strong>de</strong> los gestos,<br />

como hacen las hormigas, que se<br />

comunican, aparentemente, por medio<br />

<strong>de</strong> sus antenas. La escritura pareciera<br />

consistir originalmente en diseños<br />

que gradualmente han <strong>de</strong>venido<br />

convencionales. No siempre la escritura<br />

habría pretendido representar a las<br />

palabras. La esencia <strong>de</strong>l lenguaje resi<strong>de</strong><br />

no en el uso <strong>de</strong> un <strong>de</strong>terminado medio<br />

<strong>de</strong> comunicación, sino más bien en el<br />

empleo <strong>de</strong> asociaciones fijas para que<br />

alguna cosa actualmente sensible, (una<br />

palabra pronunciada, un diseño, un<br />

gesto), pueda reclamar la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> alguna<br />

otra cosa. Aquella cosa actualmente<br />

sensible es lo que llamamos “signo”,<br />

y aquello que ello reclama es su<br />

“significado”. La palabra Napoleón<br />

significa un cierto individuo, pero más<br />

BERTRAND RUSSELL:<br />

LAS PALABRAS Y<br />

SU SIGNIFICADO<br />

que eso, a nosotros no nos interesa<br />

saber quién es el individuo indicado<br />

sino cuál es la relación entre la palabra<br />

y el individuo y porqué aquélla significa<br />

esto.<br />

Es complejo, como vemos,<br />

el origen y el fin <strong>de</strong>l lenguaje, pero aun<br />

así, impregna la vida <strong>de</strong> los hombres<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> que estos nacen hasta que mueren.<br />

Como vemos en lo anteriormente<br />

expuesto a través <strong>de</strong> lo que afirma<br />

Russell en torno a las palabras y su<br />

significado, llegar a conclusiones<br />

<strong>de</strong>finitivas sobre la relación <strong>de</strong>l lenguaje<br />

con las palabras y con el pensamiento,<br />

no es posible todavía. Des<strong>de</strong> muchos<br />

siglos atrás, se reconocía y admitía el<br />

carácter casi consustancial <strong>de</strong>l lenguaje<br />

en el hombre, pero entonces el asunto<br />

se <strong>de</strong>batía en términos mucho más<br />

simples, sin auscultar cómo en ello se<br />

enfrentan y confrontan la filosofía, la<br />

antropología, la psicología e incluso<br />

la sociología. Los antiguos reconocían<br />

sin discusión el lenguaje como una <strong>de</strong><br />

las características humanas. Aristóteles,<br />

que todo lo <strong>de</strong>finía, hablaba <strong>de</strong>l hombre<br />

como un “zoon logos ejon”, esto es,<br />

como un ser vivo que tiene logos, y<br />

con ello apuntaba que ese carácter<br />

<strong>de</strong>l hombre como poseedor <strong>de</strong>l logos<br />

era lo que le distinguía <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong><br />

los animales, y no tanto por tener<br />

razón como por tener lenguaje. “El<br />

hombre es el único ser vivo que tiene<br />

palabra”, afirmaba en “La Política”;<br />

pero Hei<strong>de</strong>gger, en “Ser y tiempo”,<br />

al admitir la <strong>de</strong>finición anterior, la<br />

ampliaba en el sentido que el conceptuar<br />

al hombre como animal racional, un ser<br />

viviente que razona, no era falso pero<br />

tampoco era una <strong>de</strong>finición completa.<br />

Ciertamente, según esto, el hombre<br />

es el único animal que razona, pero<br />

también es el único que tiene palabra.<br />

¿Pue<strong>de</strong>n hablar los<br />

animales?, se pregunta la filosofía <strong>de</strong>l<br />

lenguaje; ¿habla castellano un loro que<br />

dice “buenos días a todos”? Cuando un<br />

gato maúlla para que le <strong>de</strong>mos leche,<br />

¿sabemos realmente lo que quiere?<br />

Ciertamente parece no haber ya duda <strong>de</strong><br />

que hay comunicación entre los animales<br />

e incluso entre estos y los humanos. Ya<br />

hemos señalado el caso <strong>de</strong> las hormigas<br />

y su comunicación por medio <strong>de</strong><br />

sus antenas; también hay numerosas<br />

experiencias <strong>de</strong> lenguaje entre los<br />

chimpancés: El hombre utilizó en sus<br />

primeros intentos <strong>de</strong> comunicación<br />

con los chimpancés, el lenguaje <strong>de</strong> los<br />

sordomudos, comprobando que estos<br />

animales aprendieron el uso <strong>de</strong> muchos<br />

signos. Pero el lenguaje humano parce<br />

tener rasgos únicos que lo distinguen<br />

cualitativa y cuantitativamente <strong>de</strong>l <strong>de</strong><br />

los animales, como por ejemplo, la<br />

ausencia <strong>de</strong> base instintiva apreciable.<br />

El lenguaje humano no es el resultado<br />

<strong>de</strong> un instinto involuntario, no es una<br />

función programada filogenéticamente;<br />

tampoco hay órganos exclusivos <strong>de</strong>l<br />

lenguaje en los humanos, como los<br />

hay en los animales. Aquí viene una<br />

conclusión inevitable <strong>de</strong> contra<strong>de</strong>cir o<br />

negar: La lengua humana es un producto<br />

cultural y se transmite socialmente.<br />

Para que un hombre aprenda a hablar<br />

es preciso que exista una lengua que<br />

apren<strong>de</strong>r; la lengua natural, en el<br />

hombre, carece <strong>de</strong> sentido. A<strong>de</strong>más,<br />

el lenguaje humano es un vehículo <strong>de</strong><br />

comunicación, no así el animal, esto es,<br />

es icónico, exige una relación simple y<br />

directa entre el mensaje y la señal.<br />

Esto, pues, <strong>de</strong> la relación<br />

entre las palabras y su significado es una<br />

cuestión compleja; y más aun si a ello<br />

se agrega el mensaje como expresión<br />

<strong>de</strong>l pensamiento. Russell, en su libro<br />

citado, abunda en ello; y como vemos, es<br />

una cuestión que viene tempranamente<br />

siendo analizada y estudiada. Por ello,<br />

y este es más bien el mensaje <strong>de</strong> esta<br />

columna, los asuntos <strong>de</strong> la lengua no<br />

<strong>de</strong>ben verse superficialmente, como<br />

producto <strong>de</strong> contingencias o puras<br />

amenida<strong>de</strong>s golosas <strong>de</strong> mentes ociosas<br />

o <strong>de</strong>socupadas. La lengua, como<br />

<strong>de</strong>cimos, es un producto cultural, se<br />

transmite socialmente, esto es, es un<br />

fenómeno histórico, y la historia tiene<br />

sus pulsaciones, estas, muy sujetas a<br />

los entornos que las producen. Unas<br />

comunida<strong>de</strong>s se han comunicado <strong>de</strong><br />

unas maneras; otras lo han hecho <strong>de</strong><br />

otras maneras; un símbolo tiene un<br />

significado propio <strong>de</strong> su comunidad,<br />

es un aquí y ahora. Por ello, preten<strong>de</strong>r<br />

trastocar una lengua que es el producto<br />

<strong>de</strong> una cultura, no tiene sentido y más<br />

bien tiene un mal propósito. Cada<br />

quien se comunica como ha aprendido<br />

a comunicarse, con palabras, con<br />

signos. Sócrates fue un hombre que<br />

supo comunicar su pensamiento <strong>de</strong><br />

una manera excelsa, y sin embargo,<br />

jamás escribió frase alguna; y <strong>de</strong> igual<br />

manera, nuestro buen Jesús.<br />

349<br />

GOTAS DE ORTOGRAFÍA<br />

8 TRESMIL Sábado <strong>12</strong> / <strong>enero</strong> / <strong>2019</strong><br />

MAESTRA NORMALISTA<br />

JOSEFINA PINEDA DE MÁRQUEZ<br />

jopima9@hotmail.com<br />

Josefina Pineda Márquez<br />

¿LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS<br />

ESTÁN VOLVIENDO MÁS<br />

INTELIGENTES A NUESTROS<br />

NIÑOS Y JÓVENES?<br />

Es posible.<br />

Todo se aparece o <strong>de</strong>scubre cuando hay material que lo absorbe y lo utilice.<br />

Pero no sé como van a sentirse las nuevas generaciones cuando los libros ya no se lean<br />

y hasta se conviertan en basura.<br />

La Humanidad ha ido <strong>de</strong>jando BIBLIOTECAS a través <strong>de</strong>l tiempo y por eso po<strong>de</strong>mos<br />

conocer la historia en los diferentes momentos <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> nuestra especie. Mientras nos<br />

entendamos entre sí los seres humanos, el idioma o los idiomas son nuestro instrumento para<br />

mostrarnos el AMOR.<br />

Sí, me estoy <strong>de</strong>sviando <strong>de</strong> la ortografía, pero es que siento pesar al ver a los jóvenes y<br />

niños mudos y moviendo los <strong>de</strong>dos en las cajitas, móviles. O teléfonos, tabletas, etc.<br />

Medio manejar la computadora me da una enorme satisfacción, pero sufro, sí sufro<br />

cuando leo en las “re<strong>de</strong>s” todo esa profusión <strong>de</strong> mensajes que alarman.<br />

La ortografía es ignorada en estas comunicaciones y también hay una exhibición <strong>de</strong><br />

improperios que se mandan unos a otros.<br />

Leo por ejemplo: “como es posible k haya mucha gente <strong>de</strong>sgraciada k en vez <strong>de</strong><br />

corazón tenga pedasos <strong>de</strong> …”<br />

A estas personas no les importan las mayúsculas, el que lo sustituyen con la letra K y<br />

el error realmente <strong>de</strong> ortografía solo es el <strong>de</strong> la palabra “pedasos” que no es con S sino con Z.<br />

¿Será posible que en un afán <strong>de</strong> hacer en menor tiempo lo que se les ocurra <strong>de</strong>cirse<br />

hagan <strong>de</strong>l idioma una mezcla <strong>de</strong> letras que ahora se les entien<strong>de</strong>?<br />

No, no pue<strong>de</strong> ser así. El Idioma Castellano ha sido creado a través <strong>de</strong> generaciones y<br />

con ello po<strong>de</strong>mos hacer que nuestros <strong>de</strong>scendientes conozcan su historia como seres inteligentes.<br />

Por otro lado estas máquinas les sirven a los insultadores, que no somos todos, <strong>de</strong>jarse ir con<br />

vulgarismos groseros que rayan en agresión no solo al que o a los que van dirigidos sino a todos<br />

los que tenemos <strong>de</strong>recho a ser respetados como personas normales.<br />

--- --- --- ---<br />

Aunque sea para los que quieren y necesitan mejorar su ortografía va lo siguiente:<br />

Valla: Cartel publicitario.<br />

––Debe ser muy caro poner esas vallas propagandísticas, pero quizá les atraigan<br />

clientes.<br />

Vaya: <strong>de</strong>l verbo IR.<br />

––No quieren que vaya a servir a los sitios conflictivos.<br />

Baya: Tipo <strong>de</strong> fruto carnoso con semillas ro<strong>de</strong>adas <strong>de</strong> pulpa.<br />

––El tomate y la uva son <strong>de</strong> esta clase <strong>de</strong> fruto.<br />

Hasta pronto.

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