Ladd George - Creo En La Resurreccion De Jesus
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132/ <strong>Creo</strong> en la resurrección<br />
espiritual" (l Ca. 15:44). Permítasenos introducir la cuestión<br />
citando a un historiador moderno cuya reconstrucción<br />
es más "crítica" que la del que escribe el presente libro:<br />
Aquí [en la resurrección] nos confrontamos con un<br />
hecho único en todos los sentidos, con el cual comienza<br />
el nuevo "eón" y en el cual, por consiguiente,<br />
termina definitivamente el mundo antiguo<br />
con sus leyes [cursiva nuestra]. Por lo tanto, y<br />
dado el caso, tal evento no puede ser admitido como<br />
meramente "probable"; es preciso visualizarlo como<br />
necesario y teológicamente "natural", por decirlo<br />
así. Adoptar esta postura es difícil sólo para quienes<br />
se han propuesto tomar en serio la fe en la resurrección<br />
y al mismo tiempo sostienen que la resurrección<br />
corporal es superflua o inaceptable. 17<br />
Podremos concluir este capítulo preguntando qué ocurrió<br />
realmente, según el testimonio del Evangelio, en el momento<br />
de la resurrección. <strong>La</strong> respuesta es que Jesús fue<br />
levantado del reino de los hombres mortales al mundo invisible<br />
de Dios. <strong>La</strong>s apariciones relacionadas con la resurrección<br />
no fueron la resurrección en sí. Fueron apariciones momentáneas<br />
del Señor invisible y resucitado a la vista y sentidos<br />
físicos de los discípulos. <strong>De</strong>sde luego, si uno opta por creer<br />
que el mundo divino e invisible de Dios no existe, o que<br />
la frontera entre el mundo invisible y el visible es inviolable,<br />
los relatos concernientes a la resurrección son fantásticos.<br />
Mas, ¿quién puede afirmar que tal mundo no existe? ¿Quién<br />
puede decir, si vamos a éso, que Dios no existe? Preguntas<br />
tales se hallan por concepto fuera del alcance de las ciencias<br />
físicas y de la historiografía crítica.<br />
Coincidimos con Marxsen en que nadie presenció la<br />
resurrección, que las apariciones no son lo mismo que la<br />
El testimonio de los evangelios / 133<br />
resurrección propiamente dicha, y que la fe en la resurrección<br />
es una inferencia sacada por los antiguos discípulos. Marxsen<br />
dice que se trataba de una inferencia derivada de la fe personaJ.l8<br />
Esto, sin embargo, es una falsa presentación de los<br />
hechos. <strong>La</strong> fe en la resurrección no fue una inferencia creada<br />
por la fe cristiana primitiva. Al contrario, hemos visto que<br />
algo tenía que haber ocurrido para crear la fe en unos discípulos<br />
desalentados e incrédulos. Y según el testimonio de<br />
los evangelios, ese algo fue nada menos que las apariciones<br />
del Jesús resucitado a los discípulos. <strong>La</strong> fe no fue engendrada<br />
por la fe. Bornkamm lo ha visto claramente, y manifiesta:<br />
"Es igualmente cierto que las apariciones del Cristo resucitado<br />
y la palabra de sus testigos han dado ante todo origen a<br />
esta fe" .1\l<br />
Ahora bien, si la resurrección de Jesús fue resurrección<br />
desde el mundo humano y mortal al mundo invisible y eterno<br />
de Dios, surge la pregunta: ¿Qué ocurrió realmente en el<br />
momento de la resurrección? ¿Qué hubiera visto un observador<br />
si se hubiera hallado dentro de la tumba mirando el<br />
cadáver de Jesús? Esto deberá ser especulación, mas creemos<br />
que está basado directamente en el testimonio de los evangelios.<br />
Todo lo que habría visto hubiera sido la súbita e<br />
inexplicable desaparición del cadáver de Jesús. <strong>La</strong>s ropas<br />
mortuorias quedaron en la forma en que habían sido enrolladas<br />
en torno a Jesús. <strong>La</strong> tumba siguió cerrada. Pero súbitamente<br />
el cuerpo de Jesús desapareció. El cadáver de Jesús<br />
fue levantado a la vida inmortal y eterna del mundo de Dios,<br />
que es invisible a ojos de los mortales a menos que se haga<br />
visible por sí mismo. <strong>La</strong>s apariciones fueron, por consiguiente,<br />
una condescendencia del Señor resucitado y exaltado, por<br />
medio de las cuales convenció a sus discípulos de que ya no<br />
estaba muerto.<br />
Si este razonamiento es válido, debería quedar bien<br />
claro que el presenciar la resurrección no sería en sí una