Edicion 30 de marzo de 2019

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16 Sábado 30 de marzo de 2019 Deportes Diario Co Latino Santiago Leiva @DiarioCoLatino La jornada 15 del torneo Clausura 2019 se abre hoy con el duelo Sonsonate-Isidro Metapán; sin embargo, las miradas y el morbo se posan en el enfrentamiento de poder a poder que sostendrán mañana Águila y Alianza sobre el césped del Cuscatlán. Y es que anaranjados y albos se las traen. Alianza le tiene contabilizadas las costillas y ha mostrado paternidad sobre Águila en los últimos tiempos; no obstante, el duelo representa la oportunidad para sacudirse un poquito ese dominio capitalino. El duelo esta pactado a las 3:30 p.m., en el “Coloso de Monserrat” y eso supone un reto más para los migueleños que, a cambio, tienen asegurada una buena taquilla, ya que actuaran como locales administrativamente. Para los elefantes un triunfo ante el sublíder emplumado supondría poner más tierra de por medio, ya que le sacarían siete unidades de ventaja. En la primera vuelta, “La Orquesta Blanca” bajó del pedestal a los negro naranja con un 2-0 inapelable y en esta ocasión los migueleños corren el riesgo de caer hasta la tercera casilla. Eso dependerá del resultado que se registre entre Sonsonate e Isidro Metapán que juegan hoy a las 6:30 p.m., Duelo de altura Águila, administrativamente de local en el Cuscatlán, pondrá a prueba el poderío de Alianza; mientras que Sonsonate y Firpo reactivan la lucha por salir de la zona de descenso. Águila y Alianza se enfrentan mañana en el duelo más atractivo de la jornada 15 del torneo Clausura 2019. Foto Diario Co Latino/Archivo en el estadio Ana Mercedes Campos. El duelo supone una oportunidad más para que los cocoteros salgan del atolladero y respiren en la zona del descenso. Domingo movido De la jornada dominical también resalta el partido entre FAS y Municipal Limeño. Los cucheros atraviesan uno de sus mejores momentos y están colocados en la parte de arriba de la tabla, pero van de visita ante los tigrillos y estos han mostrado una leve mejoría en la segunda vuelta. Este compromiso se celebrará a las 3:15 de la tarde en el estadio Simeón Magaña, de Ahuachapán. Más temprano, a las 3:00 de la tarde, el Audaz recibirá a los alacranes del Chalatenango en el estadio Jiboa de San Vicente. Los chalatecos han mostrado buen rendimiento en lo que va del torneo y podrían robar puntos de territorio vicentino. En la cancha Marcelino Imbers de La Unión, siempre a las 3:00 p.m., los burros del Pasaquina le harán los honores al Jocoro en un choque netamente oriental. La jornada se cerrará a las 4:30 de la tarde en el pasto sintético de Las Delicias. Ahí el campeón Santa Tecla recibe a Firpo que se quema un cartucho más en su afán por esquivar el descenso. Barcelona vuelve a la Liga enfrentando al Espanyol El Barcelona retoma hoy la actividad liguera enfrentando al Espanyol, en una nueva edición del derbi catalán. Foto Diario Co Latino/Archivo Madrid/España/AFP Tras el parón de selecciones, el Barcelona vuelve hoy a la actividad de la Liga Española enfrentando al Espanyol, en partido correspondiente a la 29º jornada liguera. El equipo azulgrana, que acumula ocho victorias y dos empates en sus últimos diez encuentros ligueros, se mantiene al frente de La Liga con un cómodo colchón de diez puntos sobre el Atlético de Madrid (2º) y doce sobre el Real Madrid (3º). Eso sí, el Barça todavía no sabe si podrá contar con su capitán Leo Messi, que la semana pasada abandonó la concentración con Argentina por “reagudización de dolor pubiano bilateral”, tras jugar el amistoso contra Venezuela que la albiceleste perdió 3-1. También es duda el delantero Luis Suárez, que sigue recuperándose del esguince en el tobillo derecho que sufrió en el último partido de Liga contra el Betis (4-1) el pasado 17 de marzo. El Espanyol (13º), por su parte, busca tres puntos que le permitan seguir mirando hacia arriba y dejar atrás los puestos de descenso. Un tropiezo del Barça también sería aprovechado por el Atlético de Madrid que hoy visita al Alavés y pondría colocarse a siete puntos de los azulgranas en caso de victoria. El parón de selecciones, incluso, puede haberle venido bien al equipo colchonero para centrarse tras una pésima racha en la que fue eliminado de la Liga de Campeones y derrotado por el Athletic de Bilbao. El Real Madrid, por su parte, espera seguir sumando puntos gracias al ‘efecto Zidane’ cuando reciba mañana al colista Huesca. El equipo blanco, que derrotó 2-0 al Celta en el primer partido del técnico francés tras volver al banquillo ‘merengue’, aspira a arrebatarle el segundo puesto al Atlético, mientras siguen reconstruyendo el equipo mirando a la próxima temporada.
NO. 1487 SÁBADO 30 / MARZO / 2019/ FUNDADO EL 24 DE MARZO DE 1990 FOTOGRAFÍA >Germahyl Morataya/ Marcha de la mujer (El Salvador). DANIEL BARUC ESPINAL Poeta y escritor De mi padre solamente recuerdo que un día, estando yo muy chica, salió para la guerra y no volvió. Mi madre me hacía arrodillar cada noche ante la cama y me obligaba a pedirle a Dios que lo cuidara mucho, que lo protegiera de sus enemigos y también de las acechanzas del maligno. El día que mi madre cayó en cama, después de que un hombre con un uniforme igualito al de mi padre vino y se sentó a platicar con ella, en voz muy baja, fue uno de los primeros días en que experimenté la soledad. No sabía cómo se llamaba aquello, esa sensación extraña, ese “no sé qué” que me hormigueaba entre pecho y espalda. Pero era doloroso. Antes de irse, el hombre me puso su mano enorme en la cabeza, me regaló una paleta de limón y dejó a mi madre hecha un mar de lágrimas. Esa misma tarde a mi madre se la llevaron al hospital y ONDINA ABRAZA LA LUZ ya no tuve quién me recordara que cada noche debía rezar a Dios para que protegiera a mi querido padre. Quizás por eso mi padre no regresó de la guerra, seguro estaba enojado de que yo me olvidara de pedir por él. Fue como a la semana cuando recordé que no había hecho mis oraciones. Era medianoche y soñaba que yo también estaba en medio de la guerra. Aquel era un lugar extraño. Una especie de parque donde todo, árboles, bancas, miradores, columpios y toboganes estaban hechos de una materia parecida al humo. Allí estaba mi padre sentado, leyendo un libro como hacía siempre. Recuerdo que pensé, qué tontería, venir tan lejos para hacer lo mismo de siempre, para ponerse a leer un libro. Llamé a mi padre por su nombre y él volteó a mirarme, pero no me contestó. Esto es tu culpa, dijo después de un largo rato. Entonces me di cuenta que un pájaro negro, parado sobre su hombro izquierdo, le estaba haciendo un agujero en la mejilla. Era como si mi padre fuera un árbol. Empecé a asustar al pájaro para que se detuviera, ssshh, ssshh, le decía. Pero el pájaro ni me miraba, seguía cortando a mi padre con su pico, y mi padre seguía leyendo. Por segunda ocasión levantó los ojos del libro, me miró fijamente y dijo —es tu culpa. Desperté sobresaltada y me tiré de la cama, en medio de una oscuridad terrible y arrodillada sobre el piso frío puse las manos como mamá me había enseñado. Luego articulé algunas titubeantes frases que no sé si Dios pudo entender. Esa noche, temblando por el frío que me subía por las rodillas, regresé a la tibieza de las cobijas de mi cama y me quedé escuchando el murmullo de la noche sobre el campo. Todavía durante el desayuno seguía pensando en ese pájaro negro que picoteaba a mi padre en medio de aquel sueño. Mamá tampoco regresó. La abuela me dijo que estaba en coma y yo quise preguntarle qué tan lejos de nuestra casa quedaba eso, pero no me atreví. La abuela no era mala, pero era una mujer que nunca sonreía. Tampoco me pasaba las manos por la cabeza, como lo hacía mamá, ni me contaba historias de princesas y de dragones, como lo hacía el abuelo. Su nombre era Antonio y había sido maestro en un pueblo cercano donde íbamos a menudo. La gente lo saludaba, en las calles, con mucho respeto y con admiración, casi con cariño. A mi abuelo le traían niños y el abuelo les acariciaba la cabeza o les apretaba la nariz graciosamente, como lo hacía conmigo. Mi abuelo era un hombre cariñoso. Mi abuela no. A mí me consta que cuando el abuelo quería abrazarla, ella lo hacía a un lado y seguía cambiando los manteles bordados de la mesa de la terraza, sacudiendo los muebles o cambiándole el agua a los jarrones donde flotaban ramos de aves del paraíso. Sigue en página 2/
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