03.04.2019 Views

anuario dimacofi

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

a este colegio y por aquellos jóvenes que no tienen nuestras mismas oportunidades y que cada mañana aprenden un<br />

cuarto de lo que nosotros en sus colegios y que tienen que salir a las calles a reclamar y exigir un bien tan básico y que<br />

debiera ser tan bueno como el nuestro. Quizás deberíamos habernos dado cuenta de que recibir este nivel educativo es<br />

una gran responsabilidad, que es nuestro deber dar lo mejor para cambiar las situaciones de injusticia en nuestro país.<br />

No está de más dar gracias a nuestros padres, al destino quizás o incluso a la suerte, por haber nacido donde nacimos y<br />

por tener las oportunidades que tuvimos, tenemos y tendremos y que esperamos que ninguno de nosotros desaproveche.<br />

También sentimos el necesario deber de recalcar y ensalzar el rol que algunos han tenido en nuestra instrucción; Los<br />

profesores. Estas grandes y sinceras personas no solo fueron fuente de materias y contenidos curriculares. En muchos<br />

casos fueron ellos los únicos capaces de potenciarnos, de hacernos crecer, de abrirnos los ojos al mundo que verdaderamente<br />

había allí afuera y que nunca distinguimos ver, de establecer vínculos mediante la cercanía y la confianza. Ellos<br />

nos transmitieron humanidad, empatía, entendimiento. Tenemos profesores a los que hoy saludamos como amigos,<br />

que conocen nuestros problemas y que se preocupan no solo de nuestras notas sino de nuestros estados de ánimo,<br />

nuestro desarrollo espiritual, personal y social. En este colegio hay profesores que nos transmitieron sus experiencias de<br />

vida, que nos enseñaron mucho más allá de historia y lenguaje, ellos, nos enseñaron a vivir. Podemos darnos hoy el lujo<br />

de decir que más que profesores hemos tenido maestros, maestros cuyas enseñanzas son las que perdurarán en nuestra<br />

memoria y nos guiarán en lo caminos que esta vida nos depare. Queremos agradecer de verdad a estos profesores y al<br />

colegio que ha sido el encargado de velar por conformar este profesorado.<br />

Sin embargo estos profesores muchas veces se han visto obstruidos o restringidos. No nos es ajeno que en reiteradas<br />

ocasiones haya tenido que existir cierta censura en nuestra educación debido a reclamos de apoderados. Papás, ya<br />

que están aquí hoy acompañándonos aprovechamos de hacerles la pregunta lo más directamente posible ¿No confían<br />

ustedes en la educación que aquí se nos está dando? ¿No confían en esta institución que en ningún momento los ha<br />

defraudado? ¿No confían en los docentes que el colegio ha elegido y en que desean lo mejor para nosotros? Terminando<br />

nuestra enseñanza creemos que quizás nos hubiera gustado que se nos mostraran las cosas como son para poder<br />

nosotros darles una propia interpretación y para así, conociendo la realidad, también formarnos una visión acerca de<br />

cuáles son los desafíos de nuestros tiempos, desafíos que define el padre Kentenich y que son el punto de partida para<br />

construir una nueva comunidad católica renovada e inclusiva.<br />

En segundo lugar, nos surge un importante cuestionamiento sobre el sello del colegio, sobre cuál es la situación actual<br />

de esa familia que se había formado en campanario. ¿Todavía existe? Nosotros, como cuartos medios nos consideramos<br />

una familia. Cuando me refiero a esto, hablo de la unidad que existe entre nuestros dos cursos, una unidad que logró<br />

romper las barreras que impusieron las paredes de las salas que nos separaron. Hoy estoy orgulloso de poder llamar<br />

compañero a aquellos 60 hombres con los que hemos construido historia, a nuestras 60 compañeras del paralelo, a las<br />

generaciones más chicas y más grandes, a los profesores, administrativos y auxiliares. Hoy, creo que tenemos el derecho<br />

de llamar comunidad, de llamar familia, a aquellos que nos han acompañado los últimos 14 años de nuestras vidas y<br />

que estoy seguro que seguirán acompañando a las futuras generaciones.<br />

No obstante como toda comunidad ésta también presenta un gran desafío que no nos es ajeno y que no se gradúa con<br />

nosotros. Nuestras familias han crecido bajo un mismo techo y con características muy similares. Tenemos los mismos<br />

intereses, nos encontramos en los mismos lugares, hablamos de una forma similar e incluso físicamente nos parecemos.<br />

Esto no tendría por qué verse desde una perspectiva negativa. Por lo cual hoy en nuestros colegios y entre nosotros se<br />

genera un ambiente de homogeneidad sumado a que se nos ha formado de una forma muy determinada. ¿Será esta la<br />

causa de que quizás a veces miremos en menos a aquellos que no se parecen a nosotros? ¿Será esta, causa de que no<br />

conozcamos nuestra ciudad y no vivamos al máximo la rica cultura que tenemos? ¿Peor aún, será esta la causa de los<br />

casos de bullyng y acoso en el colegio? Queremos hacer también esto a modo de autocrítica. Nos ponemos la mano<br />

en el pecho y nos preguntamos, ¿Hemos podido aceptar, conocer respetar y empaparnos de la diversidad presente en<br />

Chile? Creemos que no. Es por esto que este desafío se presenta también como algo fundamental para nosotros. Nuestro<br />

desafío hoy como católicos es construir el reino de Dios en la tierra, un reino inclusivo, integral, que abarque toda la<br />

diversidad humana. Queremos ser misioneros del respeto y del amor que nuestra religión nos ha enseñado. Queremos<br />

ayudar al colegio con nuestra cooperación y ejemplo, también para poder crecer nosotros con él.<br />

217<br />

GENERACIoN 2013

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!