The Red Bulletin Mayo 2019

O’Reilly, de 33 años y proveniente de
Belfast. Ella trabaja para una organización
benéfica cuando no está en el ring.
“Antes era una chica penosa y nerviosa.
Pero ahora puedo desempeñarme bien
frente al público. La confianza en mí
misma que he desarrollado en el ring
también es la misma que ahora tengo
fuera de este. Estoy tomando riesgos que
antes no hubiera ni imaginado”.
La fuerza de atracción de las luchas
de EVE ha sobrepasado las
fron teras de Gran Bretaña. Hoy,
esta alineación tiene miembros
en Australia y Canadá, en donde además
asisten mujeres de Nueva Zelanda,
Alemania, Estados Unidos y Japón,
donde también existe una gran escena
de lucha libre femenil que promete más
espectá culos por muchos años más.
¿La clave de su éxito? “Impaciencia”,
dice Read, la fundadora de EVE. “La gente
siempre dice que hay que darle tiempo
a las cosas, pero eso es una tontería.
Las cosas solo pasan si uno hace algo al
respecto. La buena lucha libre no se logra
esperando. Simplemente tomamos buenas
luchadoras y las pusimos en un show de
lucha libre”. Junto con su esposo Dan,
Read implementó esta sofisticada estrategia
por primera vez en 2009. El espectáculo
tuvo lugar a pequeña escala, pero
la ambición detrás de él ya era grande
desde ese momento: “Queremos ayudar
a las mujeres a convertirse en heroínas
y a crecer más allá de sí mismas. Desde
entonces, somos la plataforma de lucha
que más hace enojar a los demás”.
La necesidad de que esto existiera era
aparentemente grande: hasta no hace
diez años, las batallas de mujeres solo se
habían llevado a cabo en el marco de las
peleas estelares u otros eventos grandes,
como un receso entre las batallas “reales”,
a fin de que los espectadores tengan
unos minutos para ir al baño.
Pero las cosas han ido cambiando.
Hace poco, el líder del mercado WWE
(World Wrestling Entertainment Inc.)
organizó su primer evento de pago por
evento femenino. El mérito no se debe
solo al trabajo que originó la punta de
lanza de EVE, sino también al éxito que
tuvo la serie de Netflix, GLOW (la serie
la estelariza Alison Brie y este año
comienza su tercera temporada), en el
que un grupo de actrices desempleadas
se reinventan como luchadoras que
dan un gran espectáculo.
Ahora, no solo Kate Nash, la chica que
actúa en el papel de Británica en la serie,
es invitada habitual en la lucha, sino también
muchos incondicionales fanáticos de
“Con EVE
podemos ser
luchadoras
y no solo un
adorno sexy
en el ring”
la serie, que muchos ven como una manera
de reinvindicar la parte freak de sus
propias personalidades.
Kyle de Denver ha venido por primera
vez: “Nunca he visto a tantas mujeres
rudas en una sola habitación”, dice ella.
“Cada una de las peleas ha sido genial”.
Laura, recién llegada y proveniente
de Londres, se ha metido debajo de la
escalera y apenas alcanza a ver el ring.
Sin embargo, está entusiasmada: “GLOW
me ha inspirado”, dice, entre el ruido
de la multitud. “En realidad, yo quería
meterme a la lucha libre, pero ahora que
veo lo buenas que son en esto tendré que
posponerlo un poco. Creo que deberé de
desarrollar más los músculos para eso”.
Si Laura decidiera intentarlo, la academia
EVE sería el lugar indicado para ella.
Ese lugar es dirigido por Rhia O’Reilly,
quien ha estado presente desde el primer
show EVE, y hasta podría decirse que ya
casi forma parte del mobiliario.
El domingo por la mañana en la Resistence
Gallery, después de la parranda de
la noche anterior, el lugar se encuentra
de nuevo impecable: todo está reluciente,
el nivel de volumen de la música es de
11 y una veintena de mujeres se mueven
hacia adelante y hacia atrás sobre la lona,
mientras se oyen los alaridos de “Rollin”,
de Limp Bizkit, a través de las bocinas.
Cada dos minutos, O’Reilly o su coentrenador,
exluchador y exdoble de películas,
Greg Burridge, gritan: “¿Qué día es
hoy?”. Luego todas levantan las manos
y gritan: “¡Domingo EVE!”.
En los entrenamientos puede
participar cualquiera que se vea
como una mujer. El rango de
edades está entre los 18 y los
35 años, el nivel de rendimiento varía
desde la principiante hasta la peleadora
amateur experimentada.
Este pasatiempo es adictivo: “Algunas
solo vinieron porque habían visto GLOW
y no sabían en qué se estaban metiendo”.
Tal vez también tiene algo que ver con
la atmósfera de esta escuela de entrenamiento.
Pues aquí se respira una sensación
de comunidad, apoyo y aprecio mutuos.
Y esto es lo más importante.
“Esta es una escuela de entrenamiento”,
dice O’Reilly, “pero también un lugar en
el que las mujeres pueden sentirse
seguras de sí mismas”.
“Aquí pueden hacer ruido y demás
cosas que afuera no están permitidas”.
Fueron estas razones las que hicieron
de la Academia EVE la instalación de
entrenamiento de luchas para mujeres
más grande del mundo.
Esta mañana, Becki Ashton y Winona
Makanji llegaron en tren desde Nottingham
para entrenar. “No importa la
cantidad de libras que tengas, tu forma
física o tu forma de vestir”, dice Ashton.
Después de la sesión de prueba en
diciembre, Makanji supo que quería ser
parte del programa EVE. “Fue genial. Simplemente,
el mejor día de mi vida”, dice.
Una talentosa luchadora que ya ha
clasificado para subir al ring en uno de
los próximos shows de SHEVOLUTION
es Cydoni Trusste, quien lucha bajo el
nombre de Psycho Dyke Rebel Kinney.
Trusste ha sido luchadora desde hace
diez años y encontró un nuevo hogar en
EVE; “Pues aquí podemos ser luchadoras
y no solo un adorno sexy en el ring”.
Lo que más le gusta de EVE es que
rompe las normas convencionales: “Tenemos
una campeona lesbiana. Y tenemos
gente como yo”: se baja el escote de su
camiseta y revela las audaces letras que
tiene tatuadas en el pecho “QUEER”.
La anteriormente ya mencionada
campeona lesbiana es Charlie Morgan,
la estrella de EVE quien cumplió un sueño
de su niñez cuando firmó contrato con
la sucursal de WWE en el Reino Unido.
La joven de solo 26 años, proveniente
de Norwich, tiene un lema que dice así:
“Sé #valiente. Sé #tú. Sé #audaz”. Desde
hace ocho años es luchadora y su presentación
en el ring de EVE fue “uno de los
momentos más felices de mi carrera”.
Para ella, una plataforma como EVE
representaba algo perfecto: “A todo el
mundo le preocupa demasiado lo que la
gente pueda decir. Por eso creo que es
bueno que EVE defienda las cosas por
las que otros no luchan”, dice Morgan.
Quien quiera asistir a un evento de
EVE debería de ser fuerte. Incluso como
espectador puedes recibir una que otra
patada, si, por ejemplo, una luchadora
sale volando sobre las cuerdas (en la
temporada pasada, un espectador habitual
sufrió una conmoción cerebral). Quien
lucha hasta el final podrá obtener una
galleta. Es típico de EVE que, un brazo te
lleve al sweatbox, y el otro te dé un gran
abrazo de hermana.
evewrestling.com
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