70 Ayunadores de 40 Dias

Luz del Mundo Internacional
Ayunadores
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EL AYUO O ES U DO
SIO UA ORDE DEL SEÑOR
JESUCRISTO DIJO:
“Cuando el esposo sea quitado, entonces ayunarán”.
Yo veo allí, en esas pocas palabras del Señor, una orden permanente del Esposo
(Jesucristo) para su esposa (que es la Iglesia); y los creyentes “VALIENTES” de la
Iglesia Primitiva entendieron esa orden: “CUADO EL ESPOSO SEA QUITADO,
ETOCES AYUARA”.
¿Por que dije que los creyentes “Valientes” lo entendieron?
En 1era. Corintios 15:6, se nos dice que el Señor, después de resucitado se
apareció a más de quinientos a la vez y en Hechos 1:15 vemos a 120 creyentes
Valientes reunidos con Pedro, eligiendo al sucesor de Judas.
Estos ciento veinte Valientes permanecieron en ayuno y oración, hasta el Día
de Pentecostés, cuando fueron TODOS LLENOS DEL ESPÍRITU SANTO, y se
asentaron sobre sus cabezas como lenguas de fuego. Mientras que de los otros 380
cobardes, ninguno se atrevía a juntarse con los Valientes. Léelo tú mismo, allí en tu
Biblia (Hechos 5: 13):
“De los demás, ninguno se atrevía a juntarse con ellos; más el pueblo los
alababa grandemente”.
Pienso que esto mismo es lo que está sucediendo entre los creyentes en todas
las naciones; la mayoría no ha entendido que el Ayuno es una “orden” del Señor, y es
por eso que muy pocos lo practican. Pero si escudriñamos nuestras Biblias,
encontramos: Vidas que fueron totalmente revolucionadas con el Poder del Espíritu
Santo, después que hubieron pagado el precio en Ayuno y Oración; mire a aquel
Pedro lleno de dudas que se hundió en el mar, mírenlo negando tres veces
consecutivas al Señor, y quizás se pregunten ¿por qué lo negó? La respuesta es:
Acuérdate cuando todos abandonaron al Señor junto al pozo de Jacob, y se fueron a
Samaria a comprar pan.
Habían olvidado las palabras del Señor: “Si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo y tome su cruz y sígame”. Yo entiendo el Ayuno como la más
grande de las negaciones que podemos someternos; pero Pedro y los demás apóstoles
no lo habían comprendido, porque no había llegado la hora.
Esa hora gloriosa llegó el Día de Pentecostés, cuando experimentaron los
beneficios gigantescos de haberse negado a sí mismos durante diez días consecutivos
en Ayuno y Oración.
El corazón de Pedro y los ciento veinte fueron instantáneamente cambiados; y
los resultados no se hicieron esperar: En el primer mensaje se entregaron como tres
mil almas, y en el segundo, cinco mil. Mírenlo allí, en una azotea, solitario, orando en
Ayuno hasta que le sobrevino un éxtasis espiritual. El resultado de este ayuno fue que
se convirtió Cornelio con todos los que estaban en su casa y fueron también llenos del
Espíritu Santo.
Autor: Dr. Jaime Banks Puertas www.obraluzdelmundo.com
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