70 Ayunadores de 40 Dias

Luz del Mundo Internacional
Ayunadores
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Tercera visión: Estuve en el cielo y comí un fruto muy especial, que jamás he
comido en la tierra; quería seguir comiendo pero me dijeron: “No más”.
Después que terminé mi recuperación. El Señor me ha multiplicado las
bendiciones; enviándome por otras ciudades de Venezuela, viendo los paralíticos
levantarse; los cancerosos sanados; los ciegos ver; flujos de sangre desaparecidos;
muelas platinadas y creadas; pies arqueados; huesos normalizados y por la Gracia del
Señor, me sacó de Venezuela para dirigir la OBRA EN BRASIL Y PREDICANDO
CAMPAÑAS Y VIENDO MUCHOS MILAGROS; EL SEÑOR BAUTIZANDO
CON SU ESPÍRITU SANTO Y SANANDO TODA CLASE DE ENFERMEDADES
Y DOLENCIAS EN LOS PUEBLOS Y CIUDADES DONDE EL ME LLEVA.
2. Hno. Alfredo José Figuera Maestre (VEEZUELA):
PRIMERA EXPERIENCIA: El día diecinueve por la madrugada, se me
presentó en sueño una hermana y me dijo: “Hermano, yo ando inyectando a los que
van para cuarenta días para fortalecerlos; al principio yo la resistí, pero al final
accedí, por tratarse de que era una hermana conocida... Ella me inyectó en mi pierna
derecha, y me echó un líquido amarillo; luego se alejó de mí riéndose a carcajadas.
En el sueño me sentí muy fuerte, pero en la mañana cuando me levanté, no podía
caminar; estaba debilitado, los brazos me parecían de plomo y no podía levantarlos;
el estómago parecía que se me iba a reventar de dolor, y el hambre que sentí era
terrible.
SEGUNDA EXPERIENCIA: Un demonio disfrazado de mujer se aprovechó de
mi sueño, mientras yo dormía el día treinta; excito mis carnes hasta la POLUCIÓN, al
despertar me desalenté y pensaba entregar mi ayuno, derrotadamente, pero el Señor
en su misericordia, trato conmigo y me revelo que Cristo nos redimió de la maldición
de la ley (Ga. 3:l3).
TERCERA EXPERIENCIA (durante mi segundo ayuno de 40 días): Mientras
yo estaba siendo ungido con aceite por mi pastor, como Samuel ungió a David; el
poder de Dios vino sobre mi, y comencé a hablar en lenguas; todo el cuerpo comenzó
a dormírseme; yo sentí que las manos y los pies se me engrandecieron; y cayendo al
suelo, el Señor tomo mi espíritu y lo saco de mi, en éxtasis espiritual., y me mostró su
gloria, como un gran resplandor (esto lo hizo en dos oportunidades).
CUARTA EXPERIENCIA (el día 33 de mi segundo ayuno de Victoria):
Mientras los hermanos misioneros de la Casa Pastoral, oraban y cantaban conmigo,
uno de ellos vio al Señor Jesucristo, en medio nuestro, y una hermana vio una zarza
gigantesca ardiendo sobre mi cabeza; yo volví a sentir que mis manos se
engrandecían igual que mi rostro.
NOTA: Este pastor se desempeña como Director Nacional en Costa Rica, y jefe
del bloque centroamericano desde el año 1984, hasta hoy.
3. Hno. Pedro Aguilar (Venezuela):
Autor: Dr. Jaime Banks Puertas www.obraluzdelmundo.com
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