70 Ayunadores de 40 Dias

Luz del Mundo Internacional
Ayunadores
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El diablo trató por todos los medios de que yo perdiera la Bendición: me ponía
tentaciones, trataba de obstaculizar mi comunicación con el Señor. Deseos de no
seguir en el Ministerio; pero como a los 30 días de la entrega, entre en ayuno de tres
días con El Señor, donde comencé a sentirme liberado de la opresión del diablo.
¡Gloria a Dios!.
10. Hna. María Mero Bravo (ECUADOR):
El día diez de mi ayuno de Victoria, el Señor escribió cuatro palabras en mi
mano. Yo llamó al Director Nacional, el cual tomó nota de aquellas palabras, las
cuales parecían haber sido escritas a máquina de imprenta... y permanecieron escritas
en mi mano durante una noche y un día; sentí al Señor más cerca que nunca...!
11. Hno. José Escobar (ECUADOR):
Dios me mostró la gran tribulación, y con voz audible me citó Apocalipsis 21:8
y Mateo 24:35.
12. Hno. Saturnino Morillo (VEEZUELA):
Una de las experiencias que tuve con El Señor, fue a los 11 días; Dios me habló
confirmándome los 40 días; cuando llegue a los 15 días, Dios descendió sobre mí con
una Unción Especial. Me habló en sueños y me dijo: “Te he santificado y te he
enviado a predicar mi Palabra”. Luego Dios me habló en profecía y me dijo: “Te he
Ungido, y estaré contigo” y me citó la Biblia en Isaías 41:10, AMEN.
13. Hna. Sandra Luz Ortiz Molina (VEEZUELA):
Primeramente dije a una hermana que hiciéramos 2 días de ayuno, pero la
hermana me dijo que empezara yo primero, luego empecé. Cuando llevaba 7 días, el
Señor me habló y me dijo que eran 40 días que tenía que hacer; yo dudé y dije:
“¿Señor, 40 días?”. El me dijo, obedéceme, hazlo, que yo estaré contigo. Luego dije:
“Yo voy a entregar, porque dije que eran 2 y llevo 7”, y me dijo: “Pero yo te digo que
hagas 40, has mi voluntad”. Yo le dije: “Señor, perdóname y empecé a llorar, porque
escuché la voz de Dios. La cual, nunca había escuchado”. ¡Gloria a Dios.
Luego, cuando tenía 18 días, no podía dormir, y le dije Señor, quiero dormir,
aunque sea un minuto, y me acosté, y los ángeles llegaron y me cantaron un himno, el
cual no sabía; pero si supe que eran los ángeles, porque todos estaban durmiendo y
solamente yo, estaba despierta y quede dormida por unos instantes, luego desperté a
las 3 de la mañana, y empecé a orar, y el diablo se me presentó, era un hombre
demasiado alto y extendió su mano, y en su mano tenía unas pastillas amarillas, y me
las ofreció, pero yo, ya estaba alertada de ese demonio, y me dijo: “Bebe que esto te
dará fortaleza”, y yo le dije: “La Fortaleza Cristo me la dio ya”. Que el Señor te
reprenda. Y ese demonio botó las pastillas y se esfumó, no lo vi más. Dios me dijo
que El estaba y estaría hasta el fin conmigo. Y hasta los momentos. El Señor está con
todos nosotros. Gracias a El.
Autor: Dr. Jaime Banks Puertas www.obraluzdelmundo.com
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