MondoSonoro Diciembre 2019

FOTO: SOFIE NØRREGAARD
“No suelo pensar en mi música
como música electrónica. Es la
música que me apetece hacer y
escuchar en ese momento”
Trentemøller
El caballero oscuro
El productor danés Anders Trentemøller
tiene nuevo trabajo en la calle, Obverse
(In My Room, 19), una muestra más de su
apuesta por la oscuridad y por trabajar con
voces femeninas invitadas.
Amanece en un bosque
del norte de Europa.
El sol se abre paso
con pereza y la bruma
mañanera va dejando paso a un
precioso paisaje blanco y verde.
Según nos adentramos en él, se
va escuchando un sintetizador
que va tejiendo un ambiente enrarecido;
al poco suena un bombo,
y una bandada de pájaros alza
el vuelo. Si seguimos la fuente
del sonido podemos ver que sale
de una cabaña, nos acercamos
a la ventana y vemos a un hombre
vestido de riguroso negro
ensimismado, jugueteando con
sus sintetizadores y guitarras. El
habitante de esa cabaña es nada
más y nada menos que el productor
danés Anders Trentemøller,
que viene con un nuevo disco,
Obverse. “Como me imagino que
ya sabes, fui padre hace poco, y
quería hacer algo para celebrarlo,
y nada mejor que componer
un álbum con un sonido más
suave para celebrar la llegada de
una nueva vida a este mundo. He
vuelto a disfrutar el poder encerrarme
y componer en el estudio,
con todos los sintetizadores y
guitarras rodeándome, dándome
inspiración”. Cuando escuchamos
con detenimiento el disco observamos
cierta evolución del sonido
con ese uso más acusado de los
ambientes, pero también una
vuelta a las raíces electrónicas
que caracterizaron sus inicios,
cuando su sonido era puramente
electrónico salpimentado con
algunos toques orgánicos. “Si te
soy sincero no me he parado todavía
a pensar a lo que suena este
disco. De hecho, tampoco sé si es
solamente electrónico, porque no
suelo pensar en mi música como
música electrónica. Es la música
que me apetece hacer y escuchar
en ese momento”.
Hablando de apetitos:
justo cuando terminó el tema
Cold Comfort le pareció que a
Rachel Goswell de Slowdive le
podría encajar, y sin pensárselo
mucho le mandó un mensaje por
Instagram para preguntarle si le
gustaría realizar la colaboración.
La suya es una de las voces femeninas
–junto a otras como Lisbet
Fritze o Lina Tullgren– que dotan
de un aire especial al álbum. “Al
principio la idea era que el disco
fuese totalmente instrumental,
pero a lo largo del proceso de
creación me fui dando cuenta de
que algunas de las canciones se
verían beneficiadas con unas voces.
Así que empecé a pensar en
qué cantante se adaptaría al tema
que estaba haciendo y uno de los
temas tenía esa especie de feeling
a lo Slowdive, así que pensé ‘¿por
qué no preguntar a Rachel de
Slowdive si le encaja?’ y ella dijo
que sí, y la verdad es que hizo un
trabajo perfecto”.
OtrA de lAs cosas a tener
en cuenta de todo el proceso de
grabación es el del aspecto visual
del disco, de los vídeos que van
acompañando a todos los temas
y que más que sugerir y mostrar,
evocan. “A veces los vídeos son muy
pesados, se intenta hacer un corto
con ellos y quería hacer algo más
centrado en la música, que fuera
la música la que llevase el peso del
vídeo”. —raúl linares
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