La Bocina Nº 375 - Noviembre 2019
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Noviembre 2019
alumnos, maestros y padres entonando “ojos de cielo” en el final del acto.
Y si la batalla por el predio ex Agrocom llevó años de
lucha, de reuniones, de esfuerzo de la comunidad... la
historia de esta escuela no le va en zaga. Por eso, la
emoción abarcó a todos los presentes y desbordó la
formalidad del acto, mientras los chicos sonreían y
preguntaban cuándo se podrían ir a casa.
Fueron los alumnos y las maestras quienes cortaron la
cinta inaugural; presencié varios actos similares. Pero
en éste había una atmósfera especial, y se me hizo un
nudo en la garganta cuando ví que los guardapolvos
blancos inundaron de alegría el salón. Luego, lo clásico:
la entrada de la bandera de ceremonias, la entonación
del Himno Nacional y del Himno a Sarmiento.
La directora Viviana Zan hizo referencia a lo que les
tocó vivir, y declaró: "ahora empieza otra historia en
la vida de la escuela".
Escuchar el relato de la maestra Cecilia Tejerina fue
otro profundo momento de emoción. La emoción de
muchos presentes se transformó en lágrimas cuando
recordó a Sonia Zugazua. Cecilia sintetizó la historia de
esta escuela que parecía tener un destino errante, con
mudanzas y traslados interminables...
Es difícil asimilar siquiera la idea de que una escuela
deba mudarse. ¿A nadie le importaban sus alumnos?
Parece que a nadie. Que a veces, es más importante la
burocracia que los chicos.
Recuerdo que se trata de Educación, esa palabrita que
usan (en todo el sentido del verbo) dirigentes políticos,
funcionarios, jueces, intelectuales y mediáticos
varios. Se ve que sirve para sumar voluntades. Pero a
la hora de concretarlo...
Como en toda inauguración, hubo obsequios: flores,
plantas, un pizarrón con la leyenda "Luchar tiene sentido"
(que ilustra la tapa de esta edición). Mucho abrazo,
mucho sentimiento desatado.
Luego, los diferentes estratos de la comunidad educativa
fueron armando un rompecabezas con las distintas
motivaciones que los llevaron a conseguir el nuevo
edificio: confianza, resiliencia, esperanza, proyectos,
fuerza, creatividad, luchas, compromiso, alegría.
En el devenir de emociones, los pañuelos volvieron a
asomar cuando Marcelo, la pareja de Sonia, se sumó y
aportó una pieza del rompecabezas.
Una serie de diapositivas ilustró la historia de las últimas
décadas de la escuela.
El edificio de la Escuela Integral Interdisciplinaria 17,
del Distrito Escolar 17 incluye un mural que habían
pintado en otra de las sedes que ocuparon. "Es parte
importante de nuestra historia, costó traerlo, pero
tenía que estar con nosotros", cuenta una docente al
mucho público que asistió al acto.
El cierre fue con una canción entonada por alumnos,
docentes y padres. Y siguieron los abrazos, las lágrimas,
los pañuelos.
El nuevo edificio es el logro de esta lucha que emprendió
la comunidad escolar durante todos estos años.
En 33 años de periodismo, es la primera vez que un
acto me emociona tanto l
Claudio Serrentino
Fotos: La Bocina