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Este semestre se definió como lugar de trabajo la localidad
de Los Mártires en Bogotá. Según la metodología
designada por los profesores, el tema puede definirlo
cada estudiante según sus intereses. Sin embargo, es
necesario tener en cuenta a los actores que harán parte
del proyecto, pues es de vital importancia enfocar la
arquitectura a las necesidades de las personas.
Evidentemente, para definir un tema pertinente era
necesario hacer un análisis inicial de la localidad. Si bien
se encontró que el lugar es mayoritariamente comercial,
existen varias dinámicas sociales únicas. Una de ellas es la
concentración de niños en distintos puntos, pues existen
varios colegios y jardines infantiles en la localidad.
La población residente menor de 18 años en Los
Mártires es de casi 20.000. Comparativamente con el
total, los niños ocupan el 21% aproximadamente. Según
la Secretaría Distrital de Educación, aproximadamente
14.000 niños del total mencionado anteriormente están
en edad escolar (5-16 años). Otros 5.000 están en edad
preescolar y los restantes tienen 17 años.
Sin embargo, es de vital importancia resaltar que la
localidad recibe diariamente una inmensa cantidad de
población flotante. Si bien las instituciones educativas
reciben niños de la localidad, también muchísimos de
ellos hacen parte de esa población flotante. Llegan
acompañando a familiares que trabajan en la localidad,
o simplemente asisten a algunos colegios privados y
llegan en buses contratados de todas partes de la
ciudad.
Si bien dar un número exacto es prácticamente imposible,
se aproxima que a la localidad pueden llegar hasta un
millón de personas diariamente, ya sea de paso o por
trabajo. Varios informes de la Alcaldía aseguran que,
debido a estas dinámicas, la apropiación que hay en
los distintos barrios puede llegar a ser muy baja. Como
mucha gente llega, no sienten que pertenezcan al lugar.
En casos más extremos, se ha llegado a encontrar que
aquellos que cometen crímenes muchas veces vienen
de otras zonas de la ciudad, atraídos por el volumen de
gente que se mueve en Los Mártires.
Ahora bien, respecto a este último punto, es importante
mencionar que, para 2019, apenas el 23% de la
población de la zona centro de la ciudad (Los Mártires,
Puente Aranda, La Candelaria y Santa Fe) percibe su
zona de residencia como segura. (Bogotá Como Vamos,
2019, p.46) Más allá de la criminalidad real, si la gente
siente miedo, su relación con las calles jamás va a ser
sana. Es más, ese mismo año tan sólo el 24% de los
habitantes en la misma zona fueron víctimas de algún
tipo de delito. Evidentemente, no es poco, pero se trata
de una marcada minoría. Esto demuestra que el miedo
a las calles es más grande que el problema real.
En Bogotá, a nivel general, la tasa de homicidios ha
venido disminuyendo cada año. Sin embargo, a medida
que el número de asesinatos baja, los hurtos aumentan.
Actualmente, la mayoría de las personas (46%) le teme
principalmente al robo o atraco. Cabe recalcar
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