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chas besugueras, unas embarcaciones<br />
de mayor porte que las traineras, a<br />
remos y velas pero tripulada por unos<br />
dieciséis hombres.<br />
Como resulta evidente en todos los<br />
casos, se trataba de una actividad artesanal,<br />
en la que los medios de producción<br />
empleados no sólo variaban de unas<br />
localidades a otras, sino que también lo<br />
hacían dependiendo de cuáles fueran las<br />
especies a extraer, con el denominador<br />
común de la tecnología simple y rudimentaria.<br />
LOS SALARIOS<br />
Los pescadores cobraban por estas tareas<br />
en especie o en dinero, siendo determinados<br />
los pagos por un sistema<br />
peculiar que era facultado por las Cofradías<br />
de Pescadores: el sistema a la<br />
parte. Este tipo de remuneración, implantado<br />
desde muy antiguo en la pesca,<br />
obligaba al pescador a intensificar sus<br />
duras labores, al tiempo que creaba una<br />
inseguridad manifiesta, pues dependía<br />
por entero de lo que se pescase para<br />
poder percibir alguna ganancia. El sistema<br />
a la parte, al margen de las variantes<br />
locales que experimentaba, relacionadas<br />
la mayoría de las veces con los<br />
diferentes tipos de artes y aparejos usa-<br />
Pescadores vascos<br />
“<br />
El pescador estaba, por tanto, a expensas<br />
de las capturas de pescado que la unidad<br />
productiva en que se encontraba lograse realizar…”<br />
CRÓNICA <strong>PESQUERA</strong> - Nº11 - ABRIL <strong>2021</strong>. 47